La familia Puig entra en la inmobiliaria Colonial con un 4,7%

La familia Puig anunció el lunes que ha adquirido una participación del 4,7% en Colonial a través de su sociedad inmobiliaria Inmo por un importe no desvelado. A precios de mercado, ese porcentaje de la inmobiliaria  está valorado en unos 117 millones de euros.

El grupo de perfumería y moda dijo que la operación responde "a la voluntad de diversificar su exposición en el sector inmobiliario".

Las relaciones entre ambas empresas cristalizaron a principios de febrero, cuando el grupo inmobiliario catalán anunció el desarrollo de una torre de oficinas en Barcelona, colindante a la sede de Puig, en la que va a invertir 32 millones de euros a través de una joint-venture con Puig.

El proyecto forma parte de la inversión en nuevos activos inmobiliarios que la compañía patrimonialista ha anunciado en sus tres mercados, Madrid, Barcelona y París, por un total de 400 millones de euros. En el caso de la nueva torre de Barcelona, el proyecto se acometerá a través de una sociedad conjunta, que Colonial constituirá al 50% con la rama inmobiliaria de los Puig, que aporta el terreno sobre el que se levantará el inmueble.

La nueva torre se situará en la plaza Europa, al lado de la sede que el grupo de perfumería ocupa en alquiler, y el proyecto supone levantar un edificio de 60 metros de altura y 21 plantas, que contará con 14.000 metros cuadrados de superficie. Pretenden que tenga un diseño "único" pero acorde al de la torre vecina, según explicó el consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas.

Al mismo tiempo, Inmo dijo que se ha impuesto en el proceso competitivo para comprar el edificio que alberga la sede de Puig en Barcelona que BBVA había puesto en venta en octubre, aunque tampoco desveló el importe de la transacción.

La Torre Puig, que ahora ocupa en régimen de alquiler, es un edificio de 21 plantas, 14.300 metros cuadrados y diseñada por Rafael Moneo y GCA Arquitectos.

Puig ganó 155 millones en 2016

De otro lado, la multinacional de perfumería y moda Puig registró un beneficio de 155 millones de euros en 2016, un 23% más que el año anterior, y unas ventas de 1.790 millones, un 9% más, que prevé elevar a 2.000 millones este año, siguiendo su plan estratégico.

En rueda de prensa este lunes, el presidente y consejero delegado de la compañía, Marc Puig, ha destacado su apuesta por el crecimiento internacional (actualmente supone un 85% de las ventas) pese a la volatilidad de los mercados emergentes y el efecto de los tipos de cambio, y ha anunciado la creación de filiales en Colombia y Australia, que se suman a una 'joint venture' en Singapur para el sudeste asiático.

Puig, que cuenta con 4.430 empleados (el 40% en España), vende en más de 150 países y cuenta con 22 filiales, y el crecimiento de 2017 lo prevé sustentar en lanzamientos de sus marcas existentes, sin previsión de adquisiciones, aunque son proactivos y aprovecharán la oportunidad de comprar si surge una buena operación, ha sostenido el directivo.

Ha indicado que Puig cuenta con una posición financiera sólida y un balance que le permite endeudarse, pero que como empresa familiar prioriza utilizar los recursos que es capaz de generar y que cualquier adquisición debe servir para crear valor.