Este lunes ha entrado en vigor una nueva prórroga en la exención del IVA a alimentos básicos, con la novedad de que se elimina para el aceite de oliva. Esta medida supondrá un ahorro de entre 35 y 75 céntimos por litro, dependiendo del tipo de aceite, según la Organización de Consumidores (OCU). Tal y como ha revelado un estudio de esta entidad, el consumo de este producto ha bajado en torno a un 20% debido a su elevado coste.

El portavoz de Comunicación y Relaciones Institucionales de OCU, Enrique García, ha apuntado que la medida "mitigará" el efecto que la subida de precios ha tenido en el consumo de este alimento. Además, esta organización ha señalado igualmente su satisfacción ante la propuesta del Gobierno de aplicar el IVA superreducido (4%) en este producto a partir de 2025. 

No obstante, el portavoz ha lamentado que esta reducción no se extienda a otros productos como la carne y el pescado que, a su juicio, se han convertido en "alimentos de lujo" debido a la inflación: "La medida es beneficiosa, pero insuficiente", ha aseverado García en relación con su valoración sobre la entrada en vigor de esta medida económica.  

Según un estudio de la Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribución (Aecoc), la eliminación de las rebajas fiscales podría haber actuado como un "fuerte contrapeso" a la moderación de los precios alimentarios, que estiman en torno a los 1,4 puntos porcentuales.

¿Cuánto tiempo durará la medida?

Desde el 1 de enero de 2023, las prórrogas sobre esta medida se han ido aprobando cada seis meses y la novedad en esta última es esa eliminación de la tasa para el aceite de oliva. Así, pasan a ser un alimento de primera necesidad, es decir, de los que tienen el IVA superreducido: el pan, harinas, leche, quesos, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales. Todas esas categorías gozarán de IVA al 0% hasta el 30 de septiembre, cuando comenzarán a tributar al 2% hasta final de año, momento en el que recuperará su tipo habitual del 4%. 

Según el portal del Gobierno, a partir del 1 de octubre y hasta el 31 de diciembre de 2024, el tipo del 0% de los alimentos básicos (incluido el aceite de oliva) se situará en el 2%, y el del 5% de los aceites de semillas y las pastas alimenticias pasará al 7,5%. 

"Esta progresiva reversión a los tipos normales responde al mandato de la Comisión Europea para ir atenuando las medidas extraordinarias que los distintos países han adoptado en los años precedentes", han asegurado desde su página web oficial. Además, el Gobierno destaca que todas las reducciones aplicadas en este marco legal deben reflejarse "en el precio final del producto y beneficiar íntegramente a los consumidores". "La situación fiscal más ventajosa no debe repercutir en ningún caso en posibles beneficios empresariales", indican.

El impacto será casi imperceptible, según Facua

El portavoz de Facua, Rubén Sánchez, ha considerado que el impacto en beneficio del consumidor en el caso del aceite va a ser "extraordinariamente leve" y ha señalado que, en el año y medio que ha estado en vigor la medida, se ha producido un incremento del precio medio en el aceite de oliva de siete euros.

A su juicio, la reducción de su coste en "unos cuantos céntimos" no va a suponer que el producto sea barato y ha apelado a una solución que pase por "intervenir los precios" e "intervenir los márgenes de beneficios". El portavoz ha indicado que, desde enero de 2023 hasta la actualidad, se ha producido una subida de menos de dos euros en el precio en origen del aceite, "una cifra que difiere del incremento de en los puntos de venta", ha advertido.