Este artículo se publicó hace 5 años.
Junta de accionistasEndesa cree que "hay pocas alternativas" al Plan de Energía y Clima de Teresa Ribera
Borja Prado se despide de la presidencia de la eléctrica pidiendo a la clase política un gobierno "estable" para no recaer "en el fango de la crisis".
Madrid-
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha considerado que "hay pocas alternativas" al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) a 2030 diseñado por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
En rueda de prensa previa a la junta de accionistas de la eléctrica, al ser cuestionado sobre algún posible cambio en la hoja de ruta diseñada por el Ejecutivo actual ante un eventual nuevo Gobierno salido de las urnas del próximo 28 de abril, Bogas recalcó que el PNIEC tiene "mucho recorrido por delante" y que es de una "trascendente repercusión" para los efectos sobre el cambio climático y las generaciones futuras. No obstante, el ejecutivo de la energética recordó que hay una revisión del plan para el año 2023, por lo que habrá que "monitorizarlo" y ver dónde estamos y adaptarlo si fuera necesario.
Respecto al acuerdo de protocolo para el cierre de las nucleares alcanzado entre las compañías propietarias, Bogas consideró que todas las decisiones "en cada momento son correctas", aunque insistió en que no deben "estar escritas en piedra" y defendió la "flexibilidad" para adaptarse a las necesidades de cada momento.
Luego, en su discurso ante la junta general de accionistas, Bogas valoró que la hoja de ruta prevista por el Gobierno para la próxima década recoge unos compromisos superiores a los establecidos por la Comisión Europea "satisfactoriamente ambiciosos", y subrayó que son alcanzables si se ponen en marcha "de manera urgente" las medidas contenidas en el plan, manteniendo "una cuidadosa monitorización de los avances" que se consigan y dotándole de la "flexibilidad necesaria para superar las dificultades se encuentren en el camino".
Asimismo, indicó que el esfuerzo inversor del plan, estimado en 236.000 millones de euros, puede facilitar "una decisiva modernización" de la economía española, así como generar empleo y dar un impulso a la competitividad de las empresas.
Bogas (Endesa) pide rediseñar la tarifa eléctrica, de "las más elevadas de Europa"
En esta línea, consideró que el plan estratégico de Endesa está "claramente en línea" con los ejes de la estrategia nacional de transición energética, ya que va a permitir a la compañía tener una presencia "fundamental" en el desarrollo de las renovables, con una potencia 'verde' total en el horizonte de 2021 de 8.400 megavatios (MW).
Además, el consejero delegado de la energética, controlada por la italiana Enel ha pedido un rediseño de las tarifas eléctricas en España, que son de "las más elevadas de Europa", con casi la mitad de su importe correspondiente a "sobrecostes de política energética e impuestos "que nada tienen que ver con el estricto coste del suministro eléctrico", para impulsar la electrificación necesaria para la transición energética.
Bogas advirtió que el diseño de la tarifa no favorece el consumo en las horas del día "en las que la energía es mucho más barata y las redes eléctricas se encuentran ociosas". Así, consideró que una tarifa eléctrica "más barata e inteligente", que liberara el control de potencia en los momentos de baja demanda, permitiría a la electricidad competir con otras fuentes emisores de CO2, como el gas y el petróleo.
De esta manera, pidió eliminar esos costes ajenos al suministro eléctrico recogidos en el recibo, repartir entre todos los consumos energéticos los costes de las primas a las renovables y a la cogeneración, que actualmente solo soportan los consumidores eléctricos, y un diseño de tarifas eléctricas inteligentes.
Por su parte, el presidente de Endesa, Borja Prado, pidió a la clase política "el esfuerzo necesario" para dar a España "cuanto antes" un gobierno "estable", ante la amenaza de volver "a caer en el fango de la crisis en un abrir y cerrar de ojos si se deja pasar el momento por la cercanía de las elecciones generales" del próximo 28 de abril.
En su último discurso como presidente de la energética ante la junta general de accionistas, después de una década al frente de la compañía, Prado pidió a los partidos políticos un programa enfocado "a apuntalar la recuperación" y a situar la economía española en condiciones de "sacar el máximo provecho, con el mínimo daño, a la revolución tecnológica que tenemos por delante".
Prado, en un discurso que se vio interrumpido por los pitos de protesta en numerosas ocasiones, advirtió que hoy no se puede ser "tan optimistas" como en los últimos tres años con la economía española. "El crecimiento se ralentiza trimestre tras trimestre y la recuperación del empleo, está, por lo menos, estancada", dijo.
Por otra parte, el presidente saliente de Endesa también defendió su gestión en la compañía hasta el día de hoy y subrayó el mérito de que en estos 10 años la energética "ha sido la empresa eléctrica española más rentable para sus accionistas". Prado afirmó que una muestra de ello es que quien hubiera comprado acciones de Endesa el día en que fue nombrado presidente, y hubiera reinvertido los dividendos, "habría multiplicado su inversión por 4,7 veces, lo que supone una rentabilidad media anual del 17%".
El hasta hoy presidente de Endesa también defendió el papel de la italiana Enel, máximo accionista de la energética española con una participación del 70%, como un socio "que apoya y contribuye a nuestro crecimiento".
Borja Prado ha lamentado "profundamente" la situación de ruptura en que se encuentra la negociación entre la dirección de la empresa y los sindicatos para un nuevo convenio colectivo, ha considerado que es "un fracaso de todas las partes", y mostró el compromiso de la empresa a facilitar "todos los medios" para alcanzar un acuerdo "justo y razonable" para todas las partes "lo antes posible".
Junta marcada por las protestas
Las protestas contra la gestión de la compañía, así como su máximo accionista, la italiana Enel, y la ruptura de las negociaciones del nuevo convenio colectivo, que ha supuesto el recorte los beneficios sociales -entre ellos la luz gratis- de 36.000 empleados, prejubilados y retirados, monopolizaron prácticamente el turno de preguntas en la junta general.
De hecho, varios cientos de protestantes movilizados por los sindicatos y procedentes de toda España copaban los alrededores del recinto donde se celebró la junta en esta ocasión, el Hotel Madrid Marriott Auditorium, en lugar de, como era tradicional, en la sede de Endesa. Prado justificó este cambio de escenario para la junta general de accionistas en unas obras en la sede social de la compañía en Madrid y a "motivos de seguridad".
Así, accionistas y exempleados de la energética aprovecharon ese turno de preguntas para exigir "el cambio de rumbo" de la compañía, ya que está "en riesgo el futuro a medio y largo plazo" y para pedir a Enel que adquiera "un compromiso" con los empleados y deje su política "únicamente dirigida a aumentar los dividendos".
Tras la junta, el consejo de administración de Endesa ha aprobado el nombramiento de Juan Sánchez-Calero como nuevo presidente de la eléctica, relevando en el cargo a Borja Prado, que deja el puesto después de diez años al frente de la energética.
El consejo de Endesa aprueba el nombramiento de Sánchez-Calero como nuevo presidente
Anteriormente, la junta general de accionistas de Endesa había aprobado la incorporación de Sánchez-Calero como nuevo consejero independiente, paso previo a su nombramiento como presidente. En declaraciones a la prensa tras el consejo, Sánchez-Calero subrayó que ser presidente de Endesa es "una gran responsabilidad" y una gran "satisfacción personal".
Sánchez-Calero no tendrá la condición de ejecutivo en Endesa, a diferencia de Prado. El poder ejecutivo en la compañía recaerá así en su totalidad sobre el actual consejero delegado, José Bogas, que fue renovado en su cargo el pasado año. No obstante, Bogas indicó que el rol del nuevo presidente de Endesa será "exactamente" el mismo al anterior, ya que Prado era ejecutivo, "pero sin poderes".
Junto al nombramiento de Sánchez-Calero como consejero independiente de la compañía, los accionistas de Endesa también dieron su visto bueno a la reelección como consejeros de Helena Revoredo (independiente), Ignacio Garralda (independiente), Francisco de Lacerda (independiente) y Alberto de Paoli (dominical).
La junta también respaldó las cuentas de Endesa correspondientes a 2018, así como la propuesta de aplicación del resultado correspondiente al ejercicio. En concreto, aprobó el pago de un dividendo bruto con cargo al resultado ordinario neto del ejercicio 2018 de 1,427 euros por acción (payout del 100%), lo que supone incrementar un 3% el dividendo realizado con cargo a los resultados de 2017. Esta retribución para el accionista será un 7% superior al dividendo mínimo de 1,33 euros por título que se anunció al mercado para 2018.
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