El despido de la única mujer conductora de autobuses de la empresa: "Si hubiera sido un hombre, no lo habrían hecho"
Encarna Aznar fue expedientada por hacer dos paradas no previstas en la ruta de Almería a Valencia, una a causa de su endometriosis y otra por somnolencia, y luego despedida cuando estaba de baja por ansiedad.
Madrid-Actualizado a
Encarna Aznar era la única mujer conductora de Almería en una línea de autobuses de larga distancia. Y su empresa, Bacoma, de la compañía Alsa, le despidió hace un año cuando estaba de baja por la ansiedad que le originó haber sido expedientada tras hacer dos paradas no previstas en su ruta: una, por somnolencia y otra, por un fuerte sangrado vaginal que le originó la endometriosis que padece. Este miércoles se ve el juicio en el que ella plantea un despido nulo por vulneración de sus derechos fundamentales. Su sindicato, CGT, lo califica como un despido "misógino".
Encarna, que va a cumplir los 50 años, lleva cerca de 20 conduciendo autobuses. Es ya, pues, veterana en un sector muy masculinizado donde las mujeres se encuentran en franca minoría, sobre todo en los trayectos de largo recorrido. Desde 2021, tenía contrato fijo en la empresa Bacoma de Alsa, donde hacía el servicio de transporte de viajeros entre Almería y València, dentro de la línea que va desde Algeciras hasta Barcelona: en su caso, nueve horas de viaje con 45 minutos de parada para descansar.
No le iba mal del todo, incluso le concedieron un premio a la excelencia en la conducción por su modélica reacción ante un pasajero que intentó obstaculizar peligrosamente el manejo del autobús en medio de una autovía donde quería apearse a toda costa. Pero la cosa se torció, según cuenta a Público, cuando empezó a reclamar a la empresa el pago de dietas que no le habían incluido en las nóminas o un reparto más equilibrado de los turnos de descanso en el que a ella le negaron durante meses que fueran en fin de semana.
Primero, le sancionaron por las formas que utilizó para exigir a un pasajero que se pusiera la mascarilla cuando este protector era de obligatorio uso en los autobuses durante la pandemia, un expediente que acabó siendo anulado por un Juzgado de lo Social de Almería; después, le impusieron una falta muy grave por sobrepasar en un minuto el tiempo de una parada reglamentaria, según reveló el tacógrafo, asunto que aún está pendiente de resolución judicial; y luego, por atender el teléfono durante un trayecto, expediente que finalmente fue sobreseído por la propia empresa, asegura CGT.
Pero la gota que colmó el vaso fueron los dos últimos expedientes que la empresa abrió a esta conductora, pocas semanas antes de acordar su despido en agosto de 2023, a causa de unas paradas en el trayecto que no estaban fijadas en su ruta.
En junio, durante el viaje de Almería a València, pasada la medianoche, Encarna hizo una parada de ocho minutos no prevista en la ruta porque le había entrado somnolencia y necesitaba tomar un café para espabilarse. Temía que pudiera quedarse dormida en medio de la conducción. "Con un trayecto de nueve horas es lógico que te pueda dar sueño en un momento dado. Y, sobre todo, hay que guardar la seguridad del pasaje. Pues tú respetas todo eso y encima te despiden. No lo entiendo", dice ella.
La otra parada imprevista, motivo de un nuevo expediente disciplinario, la hizo también por motivos de salud. Encarna padece endometriosis, una enfermedad que, asegura, conocía la empresa, y a eso de las 6.00 horas de la mañana sufrió una menstruación muy abundante que le obligó a parar el autobús para cambiarse en un baño. "Cuando te viene el dolor y la hemorragia, te tienes que parar. No hay nada que lo aguante. Y te tienes que cambiar", explica. El autocar estuvo detenido 16 minutos, según ella, y luego continuó su ruta.
A juicio de CGT, la conductora almeriense fue "acribillada" por padecer una dolencia propia de las mujeres a la que la compañía no le ha concedido la importancia que tiene, pese a que puede llegar a ser incapacitante en muchos casos.
Despedida cuando estaba de baja por ansiedad
Esa sucesión de expedientes acabó minando la salud emocional de esta conductora, a quien el médico concedió la baja por la ansiedad que padecía. Y justo cuando se encontraba de baja, recibió la carta de despido por motivos disciplinarios. "Fue despedida de una forma cruel, estando con una incapacidad temporal. Le han machacado psicológicamente", subraya Leonor Yebra, de la Secretaría de la Mujer de CGT Andalucía.
Este sindicato sostiene que Encarna Aznar fue despedida por el hecho de ser mujer en un sector donde casi todos son hombres. Y la conductora lo reafirma: "los compañeros hacen paradas, como yo, y no les sancionan, pero a mí, sí. A ellos les dan los descansos en fin de semana que yo también pedía y no me daban, así que yo creo que me ha pasado todo esto porque soy mujer. Si hubiera sido un hombre, no habrían hecho todo lo que me están haciendo".
Además de su condición de mujer también ha influido, a su juicio, la decisión de crear una sección sindical de CGT en la empresa y su intención de presentarse a las próximas elecciones para ser elegida delegada como representantes de los trabajadores. Eso ocurrió, recuerda Encarna, a mediados de julio de 2023, menos de un mes antes de que recibiera la carta de despido.
El sindicato al que pertenece la conductora despedida tacha de "inquisitorial" la actuación de la empresa por considerarla "misógina" y por atentar contra derechos fundamentales a la igualdad y la no discriminación por razón de género, a la salud y a la libertad sindical.
Encarna Aznar asegura que el trato que ha recibido de su empresa le ha generado mucha ansiedad desde que recibió la carta de despido, hace poco más de un año. "Lo único que espero ahora es que se decrete que el despido es nulo y que pueda volver a mi puesto de trabajo, porque aún me quedan muchos años de trabajo como conductora", recalca.
La vista oral, que se celebra este miércoles en el Juzgado número 2 de lo Social de Almería, ya se aplazó en otras dos ocasiones, una de ellas por indisposición del abogado de la empresa. CGT ha señalado en un comunicado que confía en que Alsa "no intente dilatar por más tiempo el proceso con cualquier argucia procesal", al fin pueda quedar visto para sentencia el caso y "deje de abusar impunemente de una trabajadora por el hecho de ser mujer no sumisa".
Este periódico se ha puesto en contacto con Alsa para conocer su versión sobre este caso, pero la empresa ha declinado hacer valoraciones previas sobre cuestiones que se encuentran judicializadas, por respeto a los procedimientos judiciales, y prefiere esperar a que los tribunales se pronuncien.
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