Este artículo se publicó hace 8 años.
Cuatro gráficos que reflejan el "insoportable" aumento de la desigualdad en el mundo
Un informe de Oxfam concluye que este crecimiento se explica por un sistema económico que "cada vez más está más distorsionado y orientado a favorecer a los más ricos".
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MADRID.- La brecha entre ricos y pobres está alcanzando cotas "insoportables". Es la principal conclusión del informe Una economía al servicio del 1% elaborado por la ONG Oxfam, que ha denunciado que el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el 99% restante.
Este aumento de la desigualdad se explica por un sistema económico que "cada vez más está más distorsionado y orientado a favorecer a los más ricos", según la ONG. ¿Cómo? A través de cuatro mecanismos que Oxfam explica con cuatro gráficos:
En 2015, 62 fortunas poseían la misma riqueza que 3.600 millones, la mitad más pobre de la humanidad. Este proceso de concentración de la riqueza ha aumentado en los últimos años. Así, mientras que la riqueza acumulada por estos 62 milmillonarios no ha dejado de crecer, los recursos en manos de la mitad más pobre se han estancado.
Esta disparidad entre los más ricos y el resto de la población se explica por la manera en que se distribuyen los beneficios de la riqueza generada en el mundo. De acuerdo al informe, el estado de la economía mundial provoca que "los principales beneficiarios del crecimiento de la economía sean los individuos que se sitúan en el extremo superior de la escala".
Una distribución equitativa del incremento de los ingresos mundiales supondría que aproximadamente el 10% de dicho incremento fuese a parar a manos de cada uno de los deciles (una décima parte) de población. Sin embargo, la realidad es muy distinta: entre 1988 y 2011, el 10% más rico de la población ha acumulado el 46% del incremento total de los ingresos, mientras que el 10% más pobre sólo ha recibido el 0,6%.
La ONG afirma que parte de la explicación de este reparto desigual de la riqueza se debe a la reducción de la contribución de las rentas del trabajo, de las que viven la población más pobre, frente a un aumento de los ingresos derivados del capital, entre los que se encuentran los dividendos, los intereses y las reservas de las compañías, en manos de los más ricos.
En la Unión Europea, aproximadamente el 9% de las personas que trabajan se encuentran en riesgo de pobreza, y este porcentaje se ha incrementado en la última década.
Pero la desigualdad no se deja notar sólo entre los que viven de las rentas producidas por el capital y los que viven del trabajo, sino que también existen "grandes diferencias" dentro de los que están en este segundo grupo, dependiendo del lugar que ocupen en la escala salarial.
Así, mientras las remuneraciones de los presidentes de las principales empresas estadounidenses han crecido un 54,3 por ciento desde 2009, los salarios medios apenas han variado, según un estudio llevado a cabo por el Instituto de Política Económica (EPI).
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