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Los 'coliving' o cómo utilizar términos en inglés para enmascarar la precarización de la vivienda

El 'coliving' implica compartir espacios comunes para fomentar una comunidad colaborativa. Aunque se cree que está orientado hacia jóvenes, emprendedores y nómadas digitales en busca de una vida más económica, la realidad muestra un empeoramiento de las condiciones de vivienda.

Miles de malagueños se manifestan por la dificultad de encontrar una vivienda para alquilar en la ciudad, a 29 de junio de 2024 en Málaga (Andalucía, España).
Miles de malagueños se manifestan por la dificultad de encontrar una vivienda para alquilar en la ciudad, a 29 de junio de 2024 en Málaga (Andalucía, España). Imagen de archivo.   Álex Zea / Europa press

Revolucionario, asequible y con innumerables ventajas: así se promocionan los coliving, un modelo habitacional que se está expandiendo en España, especialmente en las grandes ciudades. El coliving es una modalidad de convivencia en la que las personas comparten un espacio común con el objetivo de crear una comunidad colaborativa. Se combinan los aspectos de habitar un apartamento compartido con los beneficios de vivir en comunidad. Este modelo, en teoría, está dirigido a jóvenes, emprendedores y nómadas digitales que buscan una forma de vida más económica. Sin embargo, la realidad es otra.

Los residentes de los coliving tienen acceso a áreas comunes como la cocina, la sala de estar y espacios de trabajo. Los dormitorios suelen ser privados, aunque en algunos casos se comparten. Además, muchos servicios, como la limpieza y el mantenimiento, están incluidos. Una de las críticas más extendidas a estos modelos habitacionales es que se les otorgue un carácter revolucionario. El Sindicato de Inquilinas, en declaraciones a Público, señala que la industria inmobiliaria tiende a usar términos en inglés para enmascarar una precarización de las condiciones de vivienda. En esencia, los coliving son residencias comunitarias "de toda la vida" rebautizadas con un nombre en inglés para parecer más modernas.

"Venga a nuestra espaciosa y confortable propiedad, donde experimentará la mezcla perfecta de servicios de primera calidad y sentido de comunidad". Esta es la descripción de uno de los coliving en venta en el barrio de Tetúan (Madrid). 459 metros cuadrados para 16 personas y cerca de 880 euros al mes por persona por una habitación de 11 metros cuadrados.

Los sindicalistas de la vivienda insisten en que los ejemplos de coliving no solo representan una precarización con precios más altos para los residentes −quienes terminan alquilando habitaciones con baño por alrededor de 800 o 900 euros−, sino que, para crear estos modelos, que suelen ocupar bloques enteros, "los fondos e inversores desalojan a los vecinos que vivían allí anteriormente, destruyendo el tejido comunitario del barrio".

Vacío legal en la regulación de los 'coliving'

A finales de 2021, según reveló un informe de la consultora CBRE, en España solo había 1.000 plazas de coliving profesionalizadas, una cifra que se esperaba multiplicar por cinco para 2024. Según el Sindicato de Inquilinas, este formato de alquiler por habitaciones ha experimentado un importante crecimiento tras la aprobación de la nueva ley de vivienda. 

"Existía un vacío legal en la regulación de este tipo de alquileres, que tampoco se encuentra bajo la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Actualmente, se están implementando regulaciones, aunque sigue siendo un mercado muy atractivo, donde están ingresando inversores grandes y pequeños", explican.

El mes pasado, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, anunció la puesta en marcha del coliving para jóvenes con un proyecto piloto de 46 viviendas en el centro de la ciudad. Con este sistema de alquiler compartido, "los jóvenes podrán tener un hogar donde construir una familia y un proyecto de vida, uno de los objetivos fundamentales del Ayuntamiento en este mandato", dijo el alcalde. 

Estas afirmaciones se producen en un momento en el que los precios de la vivienda y los alquileres en España han subido considerablemente durante este año, alcanzando cifras históricas. En este escenario, la capital española se sitúa a la cabeza del incremento de los precios de la vivienda en Europa.

Lucas Vaquero: "El Ayuntamiento de Madrid viene a confirmar lo que ya sabíamos que existía. La gran mayoría de pisos pueden operar con total impunidad"

El Sindicato de Inquilinas ha denunciado en reiteradas ocasiones las propuestas de Almeida. Sin ir muy lejos, en mayo de este año se reveló que solo el 8% de pisos turísticos de Madrid tienen licencia. Lucas Vaquero, miembro del sindicato, aseguró a Público que "el Ayuntamiento de Madrid viene a confirmar lo que ya sabíamos que existía. La gran mayoría de pisos pueden operar con total impunidad en la ciudad".

Cooperativizar bloques en lucha

Ante los modelos promovidos por la patronal inmobiliaria, el sindicato propone la cooperativización de bloques en riesgo de desalojo, donde los inquilinos se organicen para negociar la compra del edificio y convertirlo en una cooperativa de vivienda en cesión de uso. "Esta iniciativa busca asegurar que los residentes actuales puedan permanecer, mantener el tejido comunitario del barrio, establecer una relación inclusiva con la comunidad y garantizar precios justos y accesibles para todos".

Ante la evidente preocupación social por la precarización de las condiciones de vivienda, el Ministerio de Vivienda anunció la semana pasada la elaboración de un real decreto urgente para desarrollar el artículo 3 de la Ley de Arrendamientos Urbanos. Este decreto especificará las condiciones de los alquileres temporales, obligando a los usuarios a acreditar y justificar la razón del alquiler al formalizar el contrato. 

La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, reclamó a las administraciones "trabajar por una vivienda digna a precios asequibles". "Vamos a avanzar en la regulación, habrá que acreditar la temporalidad y nos vamos a dotar de un registro, para poder fiscalizar, perseguir y sancionar" a quienes no cumplan la ley. También señaló que, al tratarse de una actividad económica, los alquileres turísticos deberán ser autorizados por las comunidades de vecinos. Desde el Sindicato de Inquilinas, confían en que el PSOE está a tiempo de hacer bien las cosas. "El Ministerio de Vivienda debe defender los intereses de las personas que sufren el difícil acceso a la vivienda", insisten.

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