"Estoy aquí para decir al mundo que pare ya el genocidio contra mi pueblo, en Gaza; y contra el que está cometiendo en Líbano, nuestro pueblo hermano. Estamos aquí por Líbano, por Palestina, por Irak, por Yemen". Un ciudadano palestino ha expresado estas palabras a Público en medio de una multitudinaria manifestación en Madrid en solidaridad con Palestina. Y ha apuntado un último mensaje: "Estamos en contra del sionismo criminal".

Este sábado, miles de personas han llenado las calles de la capital de un ambiente reivindicativo. La concentración ha sido promovida por la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina, una plataforma conformada por multitud de asociaciones que claman contra el genocidio de Israel.

Representantes del movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel) y de la asociación Desarma Madrid han especificado al inicio de la marcha las razones para estar en la calle: recordar a las víctimas del conflicto y poner fin a la venta de armas a Israel.

Tres claras peticiones

Los convocantes han dejado un mensaje con tres exigencias claras y rotundas al Gobierno de España: "Debe romper relaciones con el Estado genocida de Israel, aplicar sanciones y parar la venta de armas". Estas tres peticiones se han repetido durante todo el trayecto, que ha comenzado en Atocha y ha concluido en la Puerta del Sol.

"Netanyahu, Biden, asesinos", "Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá", "¡Palestina, libertad!" o "Boicot a Israel" han sido algunos de los cánticos que se han entonado a viva voz, con grandes pancartas, altavoces y banderas. Muchos de esos mensajes han sido exclamados por miles de jóvenes conscientes del horror y el sufrimiento que se vive a más de 3.500 kilómetros de Madrid. Ha sido el caso de Yara y Daniel. Ambos han acampado por Palestina en universidades de Madrid. "Hay que luchar para que Occidente deje de apoyar este genocidio, porque, si no, Netanyahu seguirá actuando con total impunidad", han explicado a este periódico.

En mitad de los cánticos y las proclamas, un hombre que repartía folletos se ha acercado a Público. Su nombre es Juan Antonio Valverde, de la Plataforma Extremadura con Palestina. "Queremos denunciar la fabricación de armas en dos fábricas situadas en La Villa del Gordo y Navalmoral de la Mata". Ha subrayado que la España rural también alza la voz y muestra su solidaridad con el pueblo palestino. La plataforma ha convocado una marcha este 6 de octubre en Navalmoral de la Mata.

Podemos y Sumar acuden a la manifestación

Partidos de la izquierda también han acudido a la manifestación. Representantes de Podemos y Sumar han hablado con Público durante el recorrido. "Es incomprensible que un gobierno que se llama progresista lleve un año manteniendo la compraventa de armas con Israel", ha criticado la líder de la formación morada, Ione Belarra. Además, ha sido clara sobre la figura de Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel. "Netanyahu es un terrorista. Está sembrando el terror en toda la región, bombardeando cinco países con fósforo blanco, que está prohibido. Algún día lo veremos sentado en el banquillo, pero solo si la gente decente se moviliza de forma masiva".

Por su parte, Enrique Santiago, secretario general del PCE, ha expresado su preocupación sobre la posibilidad de que haya militares españoles en Israel: "Si es cierto, cualquier militar o funcionario español tiene que salir inmediatamente de allí y cortar cualquier relación. En Palestina nos estamos jugando el futuro de la Humanidad".

Tanto Santiago como Tesh Sidi (Más Madrid), con la que este periódico también ha hablado, han reprochado al PSOE su actitud en esta materia. "No sirve de nada que mandes pan a un refugiado si sigues armando a quien lo está asesinando. El reconocimiento del Estado de Palestina es insuficiente porque no está lleno de contenido. Seguimos manteniendo relaciones bilaterales con Israel, que ha asesinado a más de 50.000 personas", ha lamentado Sidi.

Llegadas las 20 horas, los promotores han desconvocado la manifestación. Lo han hecho con un tono alegre por la cantidad de ciudadanos que se han acercado a apoyar la causa. Pero, al mismo tiempo, la manifestación ha transcurrido en un clima reivindicativo y marcado por una idea repetida en numerosas ocasiones: no tener que volver a concentrarse dentro de un año y que se ponga fin al genocidio.