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La CEOE vuelve a plantar a Trabajo y a los sindicatos y anuncia que no irá a la reunión para negociar la subida del SMI

Los empresarios aseguran que "no se dan las condiciones" y mantienen su propuesta de subir un 4% el salario mínimo. Los sindicatos proponen una subida del 10%.

Antonio Garamendi
A la derecha de la imagen Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, junto al presidente de la CEOE Aragón, Miguel Marzo, posan el pasado 23 de enero en Zaragoza. Javier Cebollada / EFE

No es la primera vez que lo hace ni tampoco será la última. La CEOE ha anunciado este lunes por la noche que "no se dan las condiciones" para que pueda asistir a la reunión que este martes ha convocado el Ministerio de Trabajo para tratar de cerrar con los empresarios y los sindicatos un acuerdo respecto a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2023.

Los empresarios han decidido plantar al Ministerio de Trabajo y a los sindicatos.
En un comunicado, CEOE explica que ya trasladó al Ministerio en el mes de diciembre su planteamiento respecto al SMI sin que haya recibido una respuesta, por lo que no acudirá a la reunión de mañana y queda "a la espera de recibir formalmente una propuesta del Gobierno para poder analizarla en profundidad" con sus organizaciones.

La patronal mantiene que el salario mínimo debería de subir el 4%, hasta 1.040 euros brutos al mes en 14 pagas, supeditado a establecer un régimen de deducciones aplicables al sector agrario y a modificar la normativa de revisión de precios en los contratos con el sector público para poder repercutir el incremento del SMI en los contratos en ejecución.

Frente a la postura de la CEOE, los sindicatos UGT y CCOO creen que el SMI tendría que subir al menos un 10%, hasta 1.100 euros brutos mensuales, mientras que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha mostrado partidaria de un incremento que se sitúe en la parte alta de la horquilla planteada por el comité de expertos (entre 1.046 y 1.082 euros).

Por su parte, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, lleva días insistiendo en que la subida del SMI debería enmarcarse en un pacto de rentas entre patronal y sindicatos que establezca una orientación para el conjunto de salarios negociados en convenio colectivo.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha criticado este lunes la intención de la vicepresidenta primera de querer vincular el SMI a la negociación colectiva porque su preocupación está en los salarios más bajos, "los que están teniendo más dificultades para llegar a final de mes".

La decisión última sobre el SMI es del Gobierno, que solo está obligado a consultar a los agentes sociales y que ha señalado que la subida se aplicará con carácter retroactivo desde el 1 de enero.

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