Este artículo se publicó hace 4 años.
CaixaBank reduce el dividendo de 2019 y 2020 por la crisis de la covid-19
El consejero delegado de la entidad renuncia a la remuneración variable, mientras el banco desconvoca la junta de accionistas prevista para el próximo día 3 de abril.
Servimedia
Madrid-
Caixabank ajustará de forma significativa la entrega de dividendo y el ratio de capital que se había marcado alcanzar para encarar la crisis provocada por el Covid-19 y contar así con colchón para ayudar a familias y empresas a superar el bache y que la economía se reactive lo antes posible.
Su consejo de administración ha decidido este jueves reducir de 0,15 a 0,07 euros el dividendo en efectivo que pagará el próximo 15 de abril, es decir, lo baja un 53,3%. Dicha cuantía supone un pay out del 24,6% y será la única remuneración al accionista prevista con cargo al ejercicio 2019. Y de cara a las cuentas del 2020 tampoco distribuirá dividendos en efectivo por más del 50% del beneficio neto como proyectaba, sino que su 'pay out' se limitará al 30%.
El banco, que ha justificado la medida en "un ejercicio de prudencia y responsabilidad social", renuncia también a alcanzar una ratio de capital CET1 del 12% y deja su objetivo en el 11,5%; al tiempo que su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, anunció que renunciará a su remuneración variable correspondiente al año 2020.
Son medidas pensadas para volcar los esfuerzos en ayudar a la recuperación de la economía española y portuguesa para que "sea lo más rápida posible, facilitando que la concesión de crédito llegue allí donde sea necesaria, en coordinación con los esquemas de garantías estatales", indicó el banco en un comunicado.
Según la entidad, "la expansión del Covid-19 y las medidas adoptadas por las autoridades para frenar su propagación tendrán un impacto en la economía global que se espera sea corto en el tiempo, pero muy severo".
Frente a ese escenario y dado que el pasado alcanzó una ratio de capital CET1 del 12%, detalló que cuenta con un margen de gestión respecto de los requerimientos supervisores del 3,25%, y activos líquidos por más de 89.000 millones de euros, que le permiten afrontar "con confianza el escenario económico negativo" durante este año.
Sin embargo, el consejo de administración ha abierto la puerta a mejorar la retribución al accionista en el futuro asumiendo el compromiso de distribuir el exceso de capital por encima de la ratio de solvencia CET1 del 12% en forma de dividendo extraordinario o con recompra de acciones cuando pase el episodio sanitario.
El pago extraordinario estará condicionada, en cualquier caso, al retorno de la situación macroeconómica en la que opera el banco a un entorno de normalidad y no se efectuará antes de 2021.
En este contexto su consejo de administración ha decidido desconvocar también la Junta de Accionistas cuya celebración estaba prevista los días 2 y 3 de abril de 2020 en primera y segunda convocatoria, respectivamente, y comunicará la nueva fecha tan pronto la decida.
"Nuestra misión es contribuir a que esta crisis sanitaria no se convierta en una crisis económica profunda", indicaron el presidente de Caixabank, Jordi Gual, y su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, en un comunicado donde garantizaron que el banco apoya y apoyará a sus "clientes y a nuestra economía para que salga de este bache de la manera más rápida posible".
La entidad se compromete a facilita que la concesión de crédito llegue en España y Portugal "donde sea necesaria", en coordinación con los esquemas de garantías estatales establecidos por las autoridades, y haciendo, al mismo tiempo, "un eficiente uso del capital que proporcione un adecuado retorno a los accionistas".
El banco ha activado un paquete de medidas para ayudar desde que se declaró la crisis por el Covid-19, entre las que figuran la disposición de las pymes y autónomos de líneas de préstamos preconcedidos de hasta 25.000 millones de euros.
También ha suscrito las distintas Líneas ICO para apoyar a los autónomos, a las pymes y al resto de empresas afectadas por la coyuntura actual; adelantó el pago de las prestaciones a pensionistas y, además de adherirse a la moratoria hipotecaria planteada por el Gobierno, condonará a partir de abril las rentas a los inquilinos de viviendas de su propiedad.
El banco indicó que mantiene además abierta al público la red de oficinas para asegurar el servicio de banca minorista, con más de 16.000 empleados trabajando en remoto, y ha establecido un estricto protocolo de medidas de seguridad y el refuerzo de los servicios digitales y la operativa de los más de 9.000 cajeros de la entidad.
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