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El Banco de Japón mantiene invariable su política monetaria
pese a las señales de recesión

La entidad reitera su visión optimista de que, aunque las exportaciones y la producción se han visto afectados por la desaceleración del crecimiento en los mercados emergentes, la economía nipona se recupera moderadamente

La sede del Banco Central de Japón (BoJ) reflejada en el cristal de una cabina telefónica, en Tokio. EFE

Leika Kihara y Stanley White / REUTERS

TOKIO, 7 oct (Reuters) - El Banco de Japón se abstuvo el miércoles de expandir sus estímulos, aun en momentos en que el debilitamiento de las exportaciones y la caída en los precios del petróleo amenazan su proyección optimista de que la economía está en camino de alcanzar su ambicioso objetivo de inflación de un 2 por ciento el próximo año.

Pero los temores persistentes a una recesión mantendrán al banco central bajo presión para que relaje la política monetaria en una reunión más crucial el 30 de octubre, cuando se espera que revise a la baja sus previsiones económicas y de precios a largo plazo, según los analistas.

Por ahora, el Banco de Japón (BOJ, por su sigla en inglés) mantuvo su visión optimista de que, aunque las exportaciones y la producción se han visto afectados por la desaceleración del crecimiento en los mercados emergentes, la economía japonesa sigue recuperándose moderadamente.

El gobernador del Banco de Japón (BOJ), Haruhiko Kuroda, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del banco central nipón. REUTERS/Issei Kato

Como se esperaba, el banco central mantuvo su promesa de incrementar la base monetaria a un ritmo anual de 80 billones de yenes (666.000 millones de dólares) a través de compras agresivas de activos.

"La decisión fue como se había previsto. Todavía espero que el BOJ relaje la política monetaria adicionalmente a finales de este mes", dijo Yasunari Ueno, economista jefe de mercado de Mizuho Securities. "Si el BOJ mantiene su curso a finales de este mes aún después de recortar sus previsiones alcistas, los inversores podrían tomarlo como una señal de que su compromiso para alcanzar una inflación de un 2 por ciento se ha debilitado", agregó.

La economía de Japón se contrajo en abril-junio y algunos analistas esperan una nueva contracción en julio-septiembre por la caída en la demanda mundial y ante la debilidad del consumo.

Los precios básicos al consumidor cayeron en agosto en su primer declive anual desde que el BOJ desplegó su programa de estímulo hace más de dos años, lo que ha puesto en duda si sólo imprimir fuertes cantidades de dinero podría acelerar la inflación a un 2 por ciento. 

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