Este artículo se publicó hace 3 años.
Por qué el Banco de España y la Autoridad Fiscal contradicen ahora las previsiones económicas del Gobierno
En los últimos días, varios organismos públicos y privados han rebajado sustancialmente los pronósticos del Ejecutivo respecto al aumento del PIB para 2021 y 2022. Hay quien lo explica por factores estrictamente económicos, pero también hay quien cree que estas rectificaciones responden a "una campaña contra las medidas del Gobierno".
Jorge Otero Maldonado
Madrid-Actualizado a
A lo largo de las últimas semanas varios organismos públicos y privados han rebajado sustancialmente las previsiones económicas del Gobierno para este año 2021 y el año 2022. El fuego lo abrió hace ya un mes el Instituto Nacional de Estadística (INE): el pasado 23 de septiembre el organismo público corrigió 1,7 puntos a la baja el dato avanzado de crecimiento de la economía española para el segundo trimestre, dejando dicho crecimiento en un escuálido 1,1% en lugar del 2,8% inicialmente avanzado. Una drástica revisión a la baja de la contabilidad nacional sin precedentes en el INE.
La predicción del INE abrió la veda. Hace una semana, el BVVA Research revisó también a la baja la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del Gobierno contemplada en su proyecto de Presupuestos Generales del Estado. Ayer, lunes, el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) se sumaron a la rebaja y este miércoles será el turno del panel de expertos de FUNCAS, que seguramente también anuncie una rebaja del crecimiento para la recta final del año así como para 2022.
El Gobierno cree que la economía va a crecer un 6,5% este año y un 7% el próximo, pero los expertos de BBVA Research estiman que la economía sólo crecerá un 5,2% en 2021 y un 5,5% en 2022. La AIReF, por su parte, rebaja el avance del PIB al 5,5% en 2021 y el 6,3% en 2023, mientras que el Banco de España no aporta cifras concretas (hasta diciembre no publicará sus previsiones) pero sí habla de "una revisión significativa a la baja" del PIB al tiempo que tilda la recuperación anunciada por el Gobierno de "incompleta".
En cualquier caso, los diferentes pronósticos siguen anticipando una recuperación económica robusta por encima del 5%, aunque al mismo tiempo alertan de que hay que tener cuidado con el déficit público y la deuda, pese a que la Comisión Europea ha planteado no poner límites hasta el año 2023 para estos indicadores económicos.
¿A qué responden estas previsiones a la baja? ¿Son realistas? ¿Por qué anticipan un escenario más pesimista justo cuando se entreveía el final del túnel económico en el que nos metió la pandemia? El mediático catedrático de Estructura Económica en el IQS de la Universitat Ramon Llull de Barcelona, Santiago Niño-Becerra ha explicado en su cuenta de Twitter que se han juntado varios factores: una alta inflación y problemas de abastecimiento de varios productos que retraen la demanda, lo que implica un menor crecimiento y, previsiblemente, una menor recaudación por parte del Estado.
Es una explicación en la que coincide la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, quien este pasado lunes, durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, también afirmó que entre las razones de esta rebaja están los cuellos de botella en las cadenas de producción globales y la escalada de los precios energéticos. Sin embargo, Herrerro también citó otro factor determinante en el cambio de las previsiones económicas de su departamento: la revisión a la baja del INE del PIB del segundo trimestre.
Sin embargo, no todo el mundo comparte la bondad de las previsiones económicas, y menos de estas que rebajan las expectativas del Gobierno. "Ahora mismo hacer previsiones es ridículo, sobre todo en un momento como este tan volátil y en que mandan la incertidumbre y el desconocimiento real del impacto que puedan tener los fondos que vienen de Europa", afirma el economista y consultor Alejandro Inurrieta.
Inurrieta sostiene a Público que previsiones como estas últimas del Banco de España, la AIReF o el BBVA Research son "interesadas" y recuerda que en muchos casos anteriores estos mismos organismos han fallado en sus pronósticos, por lo que nada asegura que vayan a cumplirse. "La previsión del Banco de España está muy bien para un titular de prensa, pero desde el punto de vista de un análisis con rigor, el Banco de España no sabe cuál va a ser el crecimiento de este año ni cuál será el impacto de las medidas tomadas con el respaldo de los fondos europeos. Hay que ser realistas y honestos intelectualmente, y decir que las previsiones económicas son un ejercicio de voluntarismo. Son tan válidas las del Banco de España como las del Gobierno".
Además, Inurrieta cree que detrás de estas previsiones hay otros intereses y "un juicio de valor basado en la sospechosa rectificación del INE". "Somos muchos economistas los que dudamos realmente de los motivos por los que el INE ha hecho esta revisión tan brusca", afirma Inurrieta antes de recordar que el Banco de España tiene un marcado "sesgo neoliberal". Él tiene claro que estas previsiones forman parte de una "campaña de todos los poderes económicos del país contra las medidas del Gobierno".
Entre todas esas medidas del Gobierno que no gustan al poder económico destaca una sobre todas las demás: la reforma laboral. "Con su supuesta autoridad moral y sobre todo con su supuesta independencia, el Banco de España apoya las tesis de los que dicen que no hay que tocar la reforma laboral. Sus previsiones se utilizan como argumento para no tocar nada", dice.
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