La élite directiva de la gran banca española (sin incluir a los consejeros, aunque sean ejecutivos) percibió el año pasado más de cien millones de euros de remuneración.

Este selecto grupo de profesionales está formado por los miembros de la alta dirección de las seis mayores entidades financieras (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter), que en su mayoría son hombres. Su retribución per cápita fue de 1,4 millones de euros en 2020, es decir, más de treinta veces superior al salario medio del sector.

Los informes sobre gobierno corporativo correspondientes al último ejercicio, depositados por la gran banca en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no sólo reflejan lo que cobraron en 2020 sus presidentes, consejeros delegados y el resto de los componentes de sus máximo órganos de administración.

Desvelan también los sueldos de la alta dirección, aunque en este caso el dato que ofrecen es global, porque los reguladores no obligan a hacerlos públicos de forma individualizada, al menos por ahora.

Según esos informes, la alta dirección de Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter está formada por un total de 73 personas, responsables de áreas importantes, que van desde gestión de riesgos o cumplimiento normativo hasta recursos humanos o relación con los inversores.

De esos 73 directivos, poco más de un 20% son mujeres (15 en concreto), a pesar de la creciente presencia femenina en el sector financiero, lo que demuestra su dificultad para acceder a los puestos de mayor relevancia y mejor pagados.

A 31 de diciembre, dos de los seis grandes bancos sólo tenían una mujer en la alta dirección sobre un total de diez profesionales: Sabadell (Nuria Lázaro, subdirectora general de auditoría interna) y Bankia (Amalia Blanco, al frente de comunicación), con el agravante de que esta última entidad se encuentra bajo control del Estado, aunque en los próximos meses será absorbida por CaixaBank y entonces el FROB pasará a ser el segundo accionista de la sociedad resultante, por detrás de la Fundación Bancaria ‘la Caixa’.

Por el contrario, en Bankinter un tercio de esta especie de estado mayor son mujeres (tres sobre nueve), circunstancia a la que seguramente no sea ajeno el hecho de que su consejera delegada, María Dolores Dancausa, también lo sea. En el otro banco dirigido por manos femeninas, el Santander, cuya presidenta es Ana Botín, sus congéneres en la alta dirección son cuatro, frente a catorce hombres, lo que supone un peso del 22% en términos relativos.

Las retribuciones de los 73 directivos bancarios de primer nivel que no pertenecen a los consejos de administración sumaron 103,1 millones de euros en 2020, si bien más de la mitad de esa cifra corresponde al Santander, que pagó a los suyos 52,1 millones, a razón de 2,9 por cabeza.

Le sigue el BBVA, que el año pasado repartió 26,7 millones de euros entre los quince componentes de su alta dirección, con una media de 1,8 millones, siempre según los informes sobre gobierno corporativo que obran en poder de la CNMV.

Las entidades que peor retribuyen a su élite son los tres más pequeños: un alto directivo de Bankia cobró el año pasado en torno a 590.000 euros brutos; uno del Sabadell, 510.000, y uno de Bankinter, 440.000. CaixaBank casi duplica esta última cifra, con 850.000 euros.

La media general fue de 1,41 millones, frente a los 45.000 euros anuales percibe un trabajador del sector por término medio, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).