Este artículo se publicó hace 3 años.
ACS mantiene su oferta por las autopistas italianas, pero estudia compras alternativas
La constructora espera lograr este año un aumento del beneficio de entorno al 30%, apoyado en una recuperación de la actividad de Abertis.
Madrid-
La constructora ACS sigue interesada en la adquisición de Autostrade per l'Italia (ASPI), la sociedad italiana en manos de su socia Atlantia que gestiona casi 3.000 kilómetros de autopistas en ese país, a pesar de que esta compañía haya manifestado dudas sobre la solidez de esta oferta.
Así lo confirmó el presidente de ACS, Florentino Pérez, durante la celebración de la junta general de accionistas de la empresa. Según el presidente de la constructora, su apuesta es participar, "junto con otros posibles socios y siempre que cuente con el apoyo del Gobierno Italiano, en la adquisición de Autostrade per l'Italia (ASPI)", donde Abertis ya controla un 50%. Según detalló, la ejecución de esta inversión permitiría crear un grupo mundial de concesiones de infraestructura que "podría afrontar, con mejores garantías, los nuevos planes de inversiones que los distintos gobiernos occidentales están preparando, determinantes para la recuperación económica y social tras la pandemia".
Florentino Pérez apuntó que al tiempo y en paralelo "ACS está estudiando la adquisición de otras concesiones de autopistas, alternativas a ASPI" en caso de que esta operación no se materialice, porque su apuesta es firme por este mercado, que resulta "muy dinámico y ofrece muchas oportunidades".
Pérez refirió que ACS tiene "identificados" además un conjunto de potenciales proyectos greenfield de concesiones de infraestructuras, con un volumen de inversión total prevista del orden de los 250.000 millones de euros a desarrollar en los próximos años en Estados Unidos, Canadá, Australia y Europa.
La semana pasada, Atlantia ya valoró por primera vez la expresión de interés lanzada por ACS para hacerse con sus autopistas en Italia, señalando que es "menos sólida" que la oferta presentada por el Gobierno italiano junto a los fondos Blackstone y Macquarie.
De hecho, la oferta de la española, de entre 9.000 y 10.000 millones de euros, todavía está pendiente de la aprobación de un plan de financiación, así como de la posible participación del Estado italiano, algo a lo que ya se ha referido en numerosas ocasiones Florentino Pérez, que había supeditado siempre la oferta al visto bueno del Gobierno transalpino y así lo sigue haciendo.
La sociedad pública italiana encargada de cerrar la compra, CPD, que ya lleva meses negociando la transacción, ha elevado la contraprestación a 9.300 millones de euros y la formalización de la compra podría confirmarse pronto, toda vez que la junta del próximo 31 de mayo daría luz verde a la operación, aunque la última palabra la sigue teniendo el consejo de administración de Atlantia, que trasmitirá su decisión antes del 11 de junio.
Abertis y renovables
En cualquier caso, Florentino Pérez destacó que los esfuerzos de ACS para el contexto posterior a la pandemia siguen centrados en Abertis, la compañía española de autopistas en la que participa junto a Atlantia, habida cuenta de que las limitaciones a la movilidad han lastrado al evolución del tráfico, afectando significativamente a los resultados del grupo ACS.
En este sentido, dada la rápida recuperación que muestra el tráfico una vez se levantan las restricciones, Pérez confía en que este año la aportación de Abertis sea superior, lo que desencadenaría un incremento del 30% en el beneficio neto de ACS. Aun así, un potencial beneficio de 750 millones todavía se situaría un 22% por debajo del resultado anterior a la pandemia.
Precisamente, el beneficio neto del grupo cayó un 40% el pasado año, hasta los 574 millones de euros, tras acusar una merma en la contribución de Abertis de 280 millones por las fuertes caídas al tráfico en las autopistas por la situación de la pandemia del Covid-19.
Pérez se refirió también en la junta a la otra gran operación en la que la compañía está inmersa este año, la venta a la francesa Vinci de su división industrial por un pago en efectivo de 4.928 millones de euros, al que se suma uno adicional de 600 millones como máximo vinculado al desarrollo de proyectos energéticos.
Además, un acuerdo entre ambas compañías ha supuesto la creación de una nueva empresa, en la que ACS mantendrá una participación del 49%, dedicada al desarrollo de casi 25.000 megavatios en proyectos renovables, principalmente eólicos y fotovoltaicos, un sector con gran perspectiva de crecimiento dado los objetivos medioambientales impuestos por los gobiernos.
"Esta empresa conjunta puede y debe generar un valor muy importante en los próximos años. Según la estimación de diversos analistas financieros, nacionales e internacionales, el valor de la misma podría alcanzar una cantidad superior a los 1.000 millones de euros a precios actuales", ha explicado Pérez.
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