Este artículo se publicó hace 15 años.
Sorensen, el más listo
El danés, que iba fugado junto a otros seis corredores, arrancó con fuerza a pocos kilómetros del final para ganar en solitario
El "gran" danés Nicki Sorensen, del Saxo Bank, estrenó su palmarés en el Tour al adjudicarse la duodécima etapa disputada entre Tonnerre y Vittel, de 211,5 kilómetros, una jornada de transición y escapada consentida que mantuvo al italiano Rinaldo Nocentini al frente de la general, con los favoritos a la expectativa de los Alpes.
Sorensen, un rodador de postín de 34 años, rentabilizó con gloria la escapada del día y después de rodar en solitario y a toda máquina en los últimos 5 kilómetros se presentó en meta con tiempo suficiente para degustar su bautizo triunfal en el Tour de Francia.
Sus perseguidores pasaron la línea a 48 segundos, con el francés Lefevre, el italiano Pellizotti, el alemán Fhoten y el español Egoi Martínez, líder de la montaña. El pelotón cerró la jornada a 5:58, encabezado por Mark Cavendish, esta vez ganador del esprint B.
La clasificación general se mantuvo petrificada, sin cambio alguno en la zona caliente. Ni la más ligera alteración desde la arrancada de Contador en Arcalís, en la séptima jornada. El madrileño entrará en los Alpes a 6 segundos del líder italiano Rinaldo Nocentini, y Lance Armstrong tercero a 8.
Desde el primer momento, muchos fueron los que intentaron la fuga, pero siete los elegidos a partir del kilómetro 63. Entre ellos dos interesados en la pelea por el maillot de "faralaes", el llamativo jersey de la montaña: Egoi Martínez (Euskaltel), actual titular de la prenda, y el italiano Franco Pelizotti (Liquigas), solvente escalador y tercero en el Giro. Se unieron a la fuga los franceses Pauriol, Calzati y Lefevre, el danés Nicki Sorensen y el esprinter alemán Markus Fothen.
Escapada contra CavendishBuen entendimiento y relevos solidarios entre los hombres de vanguardia, hasta que a 20 kilómetros de meta se desplegaron las hostilidades en el grupo de cabeza. Vieron que la escapada iba a acabar con éxito y cada uno puso sus cartas en el asfalto. El Columbia decidió dar descanso a Cavendish, que tendrá más oportunidades para ganar el quinto esprint, el Ag2r tenía asegurado el amarillo de Nocentini y los favoritos marchaban estupendamente, dispuestos a terminar sin novedades otra jornada laboral.
Sorensen y Calzati, un gran rodador de 34 años y un escalador de 30, respectivamente, fueron los primeros en lanzar el envite, a un ritmo endiablado. Los otros cinco se quedaron clavados, viendo como los ex compañeros se perdían en lontananza. Dos hombres y un destino, el rubio inédito en los podios del Tour, el francés ya ganador de una etapa en 2006.
El nórdico soltó la traca a 5.000 metros de la pancarta de llegada. Arrancó la moto y dejó la compañía de Calzati. Sólo, entregado al sueño de su vida, con la victoria al alcance de la mano no miró atrás un instante. Únicamente miró por debajo de su brazo en la recta de llegada cuando vio que iba a entrar en la historia del Tour de Francia. El doble campeón de Dinamarca, 10 años de profesional, ganó una etapa en Avila en la Vuelta 2005.
El gran pelotón, después de sufrir el susto de las caídas sin consecuencias de Cadel Evans y Levi Leipheimer, llegó a Vittel, ciudad balneario cuyas aguas ya eran famosas en tiempos de los romanos, con una producción de 1000 millones de botellas de agua al año. Del rico sabor del vino inicial al insípido del líquido elemento. Así va el Tour.
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