Este artículo se publicó hace 2 años.
Qatar recuerda las penas de hasta siete años por tener sexo fuera del matrimonio con motivo del Mundial de Fútbol
El consumo de alcohol también estará más restringido que en las anteriores celebraciones y el comité organizador ha declarado que las personas homosexuales deberán "respetar" y no mostrar afecto en público.
Madrid-Actualizado a
El sexo fuera del matrimonio puede condenarse con hasta siete años de prisión, ha recordado el Comité Supremo de Qatar con motivo de la celebración del Mundial de Fútbol en este país del 21 de noviembre al 18 de diciembre. El aviso ha generado un gran revuelo entre las autoridades británicas, ante el temor de que sus aficionados se enfrenten a sanciones severas.
El sistema judicial qatarí se basa en la Sharía, un código de conducta con alto contenido moral y que restringe en gran medida las libertades sexuales conquistadas por los movimientos feministas y LGTB en otros países. Sin ir más lejos, hace un año la economista mexicana Paola Schietekat fue condenada a 100 latigazos y siete años de cárcel tras denunciar abusos sexuales mientras trabajaba en la organización del Mundial.
El presidente del comité organizador del Mundial, Nasser Al-Khater, recordó en noviembre que la homosexualidad en Qatar está prohibida y que las personas del colectivo podrán asistir a los partidos siempre que "respeten" y no haya muestras públicas de afecto. Al-Khater hizo estas declaraciones después de que Josh Carvallo, el primer futbolista en activo en anunciar que es gay, mostrara su preocupación por las políticas homófobas del país.
Estas palabras desencadenaron el escándalo entre varias organizaciones. Entre ellas, la Federación Estatal LGTBI+, la Fundación Triángulo y la Agrupación Deportiva Ibérica LGTBI+ reclamaron a la FIFA el cambio de sede para celebrar el Mundial masculino.
La misoginia y la LGTBfobia no son una novedad en los estados donde rige la ley islámica. Sin embargo, ahora el Comité Supremo de Qatar ha recordado que también están prohibidas las relaciones extramaritales, lo cual afecta por igual a hombres y mujeres de todas las orientaciones sexuales. Esta medida no solo afectará a los jugadores, sino también a los aficionados que quieran viajar al país para presenciar los partidos.
El alcohol, también restringido
A los futboleros también preocupa la dureza con la que la justicia qatarí castiga estar borracho en público, que puede acabar en deportación o incluso la cárcel. El consumo de bebidas alcohólicas no está prohibido en Qatar, pero sí se limita con mayor dureza que en los países donde tradicionalmente se ha celebrado la competición.
Las bebidas espirituosas están vetadas de la vía pública y solo pueden consumirse a partir de los 21 años, exclusivamente en bares y hoteles con licencia. La afición británica es particularmente conocida por su gasto en alcohol, pero la pinta de cerveza en Qatar podría costar el doble que en Reino Unido.
Esta cuestión ha generado una gran controversia entre la sociedad musulmana, ya que la FIFA requiere el desarrollo de un plan para la disponibilidad de alcohol durante los partidos, tal y como recuerda Susan Dun en una investigación académica para el Journal of Policy Research in Tourism.
La celebración del Mundial de Fútbol en Qatar es una decisión histórica por la cantidad de "primeras veces" que supone. Se trata del primer país islámico, así como el primer país árabe o el primer país desértico en hacer de anfitrión durante la Copa.
El pasado mes de mayo, el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, anunció frente a Felipe VI inversiones en España de 4.720 millones de euros por la confianza que tiene en la "solidez" de la economía española. Así lo afirmó en la cena de gala que los reyes ofrecieron en el Palacio Real de Madrid por su visita.
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