Este artículo se publicó hace 12 años.
"Prefiero ir a casa obligado a remontar"
Emery y Guardiola reconocen que Pinto debió de ser expulsado
El Barcelona encadenó ayer su tercer empate consecutivo, una concatenación que nunca había sufrido el equipo azulgrana desde la llegada al banquillo de Pep Guardiola. Un empate que el técnico calificó anoche como "bueno" y que deja la eliminatoria abierta de cara al decisivo partido de vuelta. "Prefiero ir al Camp Nou obligados a remontar", señaló el técnico.
Guardiola se marchó satisfecho de Mestalla. Aseguró que el de ayer fue "el mejor encuentro del Barça" en el estadio del Valencia desde que él entrena al equipo. "Apenas nos han creado problemas y nosotros jugamos muy bien en un campo que estaba muy seco", se quejó. Y lamentó que "al final, por pequeñas cosas" el Barcelona no haya podido ganar más partidos a domicilio este curso. Respecto a su alineación, reveló el entrenador que Xavi no jugó ayer porque "tiene que reposar", una argumentación que repitió hasta tres veces seguidas.
Emery, en cambio, reconoció que el Valencia buscaba "un resultado mejor". "Por momentos el Barcelona fue superior, queríamos desconectar a Messi, pero no es fácil", resumió. Y admitió que le "preocupa" haber encajado otro gol en una jugada de estrategia. "Tenemos que mejorar eso porque ya hemos encajado otros así. Nos sorprendieron. Pero no vamos a hacer de eso un drama".
Alves y Pinto, protagonistasTambién Diego Alves se quejó ayer de la defensa de su equipo en esa acción. Ambos porteros reclamaron anoche los focos. Pinto, porque en el primer tiempo mereció la expulsión al abortar con el antebrazo un uno contra uno fuera del área con Soldado. "Me han dicho que fueron manos fuera del área", reconoció Guardiola. "El árbitro se ha equivocado, pero lo que no está en nuestras manos no podemos controlarlo", lamentó Emery.
Y Alves, porque confirmó su extraordinaria intuición en los penaltis al detenerle uno a Messi, avanzada la segunda parte.
Antes de tirarse, aguantó el guardameta del Valencia tanto como el argentino tardó en armar la pierna. Fintó el cancerbero, la Pulga chutó hacia la derecha, su lado preferido, y Alves se estiró para interceptar la trayectoria del balón. "Es un jugador que no sabes mucho hacia dónde la va a tirar", confesó el meta, concluido el duelo. "Cuando estaba en el Almería, también me tiró uno, pero no se lo pude parar", recordó.
Ahora sí puede presumir Alves de haberle parado un penalti a Messi y otro a Cristiano. Y es que firma el portero una estadística fabulosa: desde que llegó a la Liga, ha detenido 11 de los 19 penaltis que le han lanzado.
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