Este artículo se publicó hace 14 años.
La perfección se ponea prueba
El Barcelona llega como favorito con un guión arrollador. El Madrid, tocado de espíritu, encabeza la rebelión
"La pócima tiene pocos ingredientes. Tú debes jugar perfecto y que ellos no lo estén en absoluto". El antídoto que oferta Sitapha Savané no tiene más trasfondo. Sin embargo, en la simplicidad del encargo se construye la excelencia de este Barça. Apenas dos derrotas (Gran Canaria, el equipo de Savané, y Valencia) en la Liga doméstica denotan un entramado de soluciones y calidad que se amplifica en toda su rotación. "El respeto que nos hemos ganado ha sido por el juego", asume Navarro.
Un razonamiento incontestable desgranado desde los números. Los de Pascual poseen el mejor ataque (81,95 puntos) y defensa (62,95 puntos en contra) junto al liderazgo en diez de los 15 conceptos estadísticos restantes que examina la ACB.
Pero la Copa invita históricamente a la rebelión. "Vamos a Bilbao a competir, no a ver el Guggenheim", promete Joan Plaza. Su equipo, el Cajasol, es la primera amenaza a un concepto que ha perdido definición en las últimas semanas. Porque todo el sentido que insufla el Barça al bipolarismo que atrapó el inicio de Liga, lo agrieta el Madrid. Sus dos derrotas consecutivas (Siena y Bilbao) enmarañan su ejercicio de urgencia (último título en 1993) entre un intenso debate interno. Su baloncesto llega a Bilbao tan tocado como su espíritu en un grupo acostumbrado a ganar esta competición con otras camisetas (Vidal, Prigioni, Garbajosa, Hansen o Felipe Reyes). Una inestabilidad que se parapeta en el aura de Messina como antídoto de la irregular dinámica.
Idéntico perfil asume el Baskonia. En constante reformulación por las bajas, como el Real Madrid, el equipo de Ivanovic dista del grupo que conquistó el título el pasado año. Una condición que sólo han podido repetir Madrid y Barça en la historia de la competición. Su triángulo, Splitter, Teletovic, Eliyahu marcará las opciones vitorianas. De inicio, se encontrarán ante el Bilbao, un grupo que necesita la Copa para reivindicar el crecimiento con Katsikaris en el banco.
Mientras, Estudiantes, Valencia y Joventut aportan juventud y guión de equipo en idénticas dosis. Los tres perdieron en la última jornada. "Los que llegan con luces de alarma son los más peligrosos", advierte Casimiro, técnico de Estudiantes.
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