Este artículo se publicó hace 13 años.
Pepe, arma de destrucción masiva
Con el luso como pivote, el Barça ha visto reducidas sus jugadas en el área contraria de 16 a tan sólo dos
En los informes que el Real Madrid manejaba cuando se lanzó al fichaje de Pepe en el verano de 2007 se podía leer: "Ha jugado algunos partidos de mediocentro con el Marítimo de Funchal". "Nosotros buscábamos un central, pero sabíamos que podía jugar ahí. Sus condiciones físicas se lo permitían, pero le queríamos para el eje de la zaga. No me sorprende lo que ha hecho en estos dos partidos con el Barça", admite Julen Lopetegui, que por entonces rastreaba el mercado internacional para el club blanco. "También había apuntes de Schuster en ese sentido, veía a Pepe como mediocentro para momentos puntuales, igual que a Ramos", recuerda Miguel Ángel Portugal, que ocupaba la secretaría técnica cuando Pepe aterrizó en el Madrid.
En los dos clásicos disputados, el de Pepe ha sido el movimiento táctico que más ruido ha generado. También el que mayores consecuencias ha deparado en la hierba. El trivote de Mourinho, con el portugués como tercer integrante junto a Xabi Alonso y Khedira, ha reducido las jugadas en el área del Barça de 16 a un par de ellas en el partido de Liga y en la final de Copa. A Pepe se le vio entorpeciendo a Messi, a Villa, a Pedro, a Xavi y a Iniesta. Anticipándose, 14 robos entre los dos partidos, o cometiendo faltas, cinco en cada duelo, cuatro más de las que normalmente registra como central. Allí donde había un balón a cortar por el centro de operaciones del Barça aparecía él. También se desplazaba lateralmente o en diagonal para hacer ayudas.
"Ha jugado partidos de medio", decía el informe del Madrid antes de ficharle
En Mestalla, Messi sólo remató tres veces a puerta. Habitualmente se prodiga el doble. "Messi debe intervenir menos para intervenir mejor", apunta Juanma Lillo. Villa sólo chutó una vez, cuando acredita más de cuatro disparos por partido. Todo como consecuencia deese plan diseñado por Mourinho que ha convertido a Pepe en su dovela táctica para derribar al Barça.
Como entrenador del Athletic, Caparrós vivió desde el banquillo contrario la primera prueba que Mourinho hizo con Pepe como mediocentro: "Quizá nosotros no teníamos jugadores para minimizar el daño que nos hizo su presencia en el medio del campo, pero el Barça sí los tiene. A nosotros nos interrumpió las jugadas directas por arriba, que eran para Llorente. Desde luego, Pepe tiene las condiciones ideales para el tipo de planteamiento que ha enseñado Mourinho en estos dos partidos. Es rápido para el cruce, agresivo y técnicamente no está mal para lo que es un central".
El Marítimo de Funchal (Madeira) fue el modesto club portugués que acogió a un juvenil Pepe recién llegado de Brasil. Allí empezó a gestarse esa posición con la que Mourinho ha cortocircuitado la fluidez de la circulación del Barça. En 2002, Nelo Vingada fue el primer entrenador que le vio condiciones para esa posición. Y a Vingada telefoneó Queiroz cuando pensó en Pepe como mediocentro defensivo en algunos partidos de clasificación para el Mundial de Suráfrica. En el partido de octavos de final, Queiroz también trató de trabar el fútbol tocado de España con Pepe como tercer centrocampista defensivo. "Contra nosotros jugó más metido entre los centrales, tenía por delante a Meirellesy a Tiago. Le creamos superioridades. Ocupó una posición más parecida a la de San Mames y a la del partido del Bernabéu", dice Del Bosque, que advierte otra versión de Pepe como mediocentro: "En la final de Copa presionaba más arriba e incluso se descolgó en ataque, como en el cabezazo al poste".
Vingada, su técnico en el Marítimo, fue el primero en situarlo en el medio
Nada parece indicar que Mourinho varíe su planteamiento táctico, por lo que a Guardiola le toca encontrar la solución. "Los jugadores del Barça deben seguir siendo activos para que ellos sean reactivos. Messi no debe colocarse por delante de los ojos de los mediocentros del Madrid. Tiene que moverse a los costados, para obligar a Xabi Alonso a salir del medio", analiza Lillo, que también apunta a la importancia de la labor del árbitro: "Para mí es imposible detener al Barça si no es con complicidad arbitral". La estadística dice que en el partido de Liga del Bernabéu, el Madrid cometió 21 faltas, siete más de su promedio habitual, y 26 en la final de Copa, aunque aquí hay que tener en cuenta la prórroga.
Estos dos últimos clásicos han hecho que Pepe cotice al alza. Tanto, que su renovación, que llegó a estar muy complicada, está a punto de anunciarse. Su actuación en la Copa le ha reforzado ante los despachos, aunque Mourinho ya había hecho su trabajo de zapa cuando lo señaló como imprescindible tanto en defensa como en ataque porque su rapidez le permite adelantar la línea defensiva para robar más arriba: "Con Pepe, el equipo juega mejor". "Sólo faltan pequeños detalles para su renovación, hay que ajustar algunas cosas para que no se rompan las tablas salariales que hay establecidas", apuntan desde el club.
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