Este artículo se publicó hace 12 años.
Messi no es como Romario
Tanto la plantilla del Barça como la hinchada azulgrana asume con normalidad que el argentino disfrute de más días de asueto
La víspera de Sant Jordi de 2009, Leo Messi abandonó el Camp Nou hecho una furia. Tras unos días de mucho trote una semana antes había jugado dos partidos con la se-lección argentina, Pep Guardiola decidió dejar a la Pulga en el banquillo durante el duelo liguero ante el Sevilla. "Hace un par de días tuvo problemas estomacales", justificaron entonces desde el club, cuestionados por la suplencia del astro. Con el paso del tiempo, parece que Guardiola, simplemente, decidió dar descanso ese día a la estrella. Pero a la estrella no le gusta descansar y a la mañana siguiente, enfadado, no se presentó al entrenamiento del equipo.
'La Pulga' se entrena en solitario recién aterrizado de Argentina
Desde entonces, el preparador azulgrana ha aprendido a gestionar como pocos los estados de ánimo del 10 del Barça. Con Guardiola al frente del conjunto catalán, Messino ha jugado nunca el primer partido del año. El entrenador entiende que lo mejor para el argentino es que pueda pasar las fiestas de Navidad en casa, en Rosario, y la plantilla asume con naturalidad que Leo regrese al trabajo unos días más tarde que el resto de compañeros. Esta vez, también Dani Alves se ha sumado al grupo más tarde que la mayoría.
Recién aterrizado de Argentina ayer por la tarde, Messise marchó directamente a la ciudad deportiva de Sant Joan Despí, sin pasar ni tan siquiera por casa. El delantero se entrenó en solitario durante 45 minutos y a un ritmo suave, bajo la atenta mirada de Juanjo Brau, fisioterapeuta que tutela a la estrella. En principio, se espera su concurso para el partido frente al Espanyol, el domingo en Cornellà. Contra Osasuna, Messi apunta, en cambio, a espectador de lujo.
Con Guardiola, Messi nunca ha jugado el primer partido del año
Ya en 2009, se perdió el argentino el primer partido del año, frente al Mallorca, celebrado el 3 de enero. En 2010, tampoco jugó el duelo ante el Villarreal, el 2 de enero. Ni en 2011 el enfrentamiento contra el Levante. Todos, porque el entrenador le concedió más días de vacaciones que al resto de la plantilla.
Romario, 23 días de retrasoEn 2009, Leo se saltó una sesión sin permiso, enfadado por una suplencia
Nada tiene que ver el caso de Messi con los actos de indisciplina protagonizados por algunos jugadores del Barcelona a lo largo de la historia del club. El más sonado, seguramente, fue el retraso de Romario, en verano de 1994. El brasileño prolongó sus vacaciones 23 días más de lo permitido por Johan Cruyff. "Tenía muchos compromisos pendientes por cumplir en Brasil", argumentó el ariete. O Baixinhohabía disputado el Mundial ese verano con la verdeamarelha y Cruyff sólo le concedió 14 días de asueto. Así que, no contento con ello, el futbolista se tomó tres semanas más de relax. A su regreso a Barcelona, el club sancionó a Romario con diez millones de pesetas de multa y el técnico lo castigó a entrenarse por la montaña de Collserola, a las ocho de la mañana.
Más recientemente, en 2007, fueron Ronaldinho, Márquez y Deco los que llegaron un día tarde al trabajo tras las vacaciones navideñas. Frank Rijkaard concedió 12 días de fiesta a sus jugadores, más que ningún otro técnico de Primera, pero Ronaldinho y Márquez adujeron que habían perdido un enlace aéreo. El entrenador señaló que el revuelo causado por la actitud de los tres futbolistas era "exagerado" y no los sancionó.
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