Este artículo se publicó hace 2 años.
La Fundación y el Equipo Olímpico de Refugiados reciben el Premio Princesa de Asturias de los Deportes
Ambas organizaciones, creadas para apoyar y ofrecer a los potenciales atletas de élite con el estatus de refugiados de las Naciones Unidas, han recibido el galardón este miércoles.
Madrid--Actualizado a
La Fundación y el Equipo Olímpico de Refugiados del Comité Olímpico Internacional (COI), creados para apoyar y ofrecer a los potenciales atletas de élite con el estatus de refugiados de las Naciones Unidas la oportunidad de clasificarse y participar en los Juegos Olímpicos, han sido distinguidos este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2022.
El Equipo Olímpico de Refugiados avalado por el COI y creado en 2015, cuando este pidió a los diferentes Comités nacionales que identificasen, en colaboración con ACNUR, a los atletas refugiados cuyo nivel deportivo tuviera potencial para clasificarse para los juegos. El fin último era ofrecerles la posibilidad de hacerlo a través de la financiación aportada por becas de Solidaridad Olímpica, un proyecto de ayuda a deportistas del COI.
Con el judoca Popole Misenga, de la República Democrática del Congo, como abanderado en la ceremonia de inauguración, el Equipo compitió por primera vez en Río de Janeiro 2016 con la participación de diez deportistas que provenían de Etiopía, República Democrática del Congo, Siria y Sudán del Sur que participaron en atletismo, judo y natación.
En Tokio 2020, la lista del Equipo Olímpico de Refugiados, que está representado por la bandera olímpica, estuvo compuesta por 29 atletas de 13 comités nacionales, elegidos entre una primera preselección de 55, que compitieron en 12 disciplinas.
En aquella ocasión, Yusra Mardini (nadadora siria) y Tachlowini Gabriyesos (maratonista eritreo) fueron los abanderados en la ceremonia de apertura y el taekwondista iraní Kimia Alizadeh logró la medalla de bronce en su disciplina.
La importancia de la Fundación Olímpica de Refugiados
Dos años más tarde de la creación del Equipo, el COI constituyó en 2017, en colaboración con ACNUR, la Fundación Olímpica de Refugiados con el compromiso de apoyar la protección y el desarrollo deportivo y personal de atletas desplazados, más allá de las citas olímpicas.
La Fundación trabaja con organizaciones internacionales, empresas del sector privado, organizaciones no gubernamentales y otras fundaciones para establecer y fomentar programas de cooperación a través del deporte.
Proteger a los jóvenes de la violencia y la exclusión social, fomentar el acceso a la educación, la sanidad (con especial atención a la salud mental en sus últimas iniciativas) y la práctica deportiva son, entre otros propósitos, las principales líneas de la estrategia de trabajo de los 12 programas que la Fundación ha puesto en marcha desde su creación, y de los que ya se han beneficiado alrededor de doscientos mil jóvenes.
Con el objetivo de alcanzar el millón de jóvenes beneficiados en el año 2024, estos proyectos ya se han desarrollado en ocho países: Colombia, Jordania, Kenia, México, República Democrática del Congo, Ruanda, Turquía y Uganda.
Según el presidente del COI, Thomas Bach, tanto la Fundación como el Equipo pretenden ser "un símbolo de esperanza para todos los refugiados del mundo", concienciar sobre una de las crisis más importantes a las que se enfrenta la comunidad internacional y utilizar el deporte como vía para la ayuda humanitaria, la cooperación y el desarrollo de las personas afectadas por conflictos a nivel internacional.
Así lo ha reconocido el jurado, que ha resaltado que tanto la Fundación como el Equipo Olímpico de Refugiados brindan la oportunidad de desarrollar su actividad tanto deportiva como personal a los deportistas en zonas de conflicto y lugares donde los derechos humanos se ven vulnerados.
"Aúna los máximos valores del deporte como la integración, educación, solidaridad y humanidad"
Según el acta, el Equipo Olímpico de Refugiados "aúna los máximos valores del deporte, como son la integración, educación, solidaridad y humanidad, y representa un mensaje de esperanza para el mundo".
Esta candidatura fue propuesta por Juan Antonio Samaranch Salisachs, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, y apoyada, entre otros, por Pau Gasol, Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2015, y Roxana Maracineanu, exministra delegada adscrita al ministro de Educación Nacional, Juventud y Deporte de Francia.
La Fundación y el Equipo Olímpico de Refugiados toman así el relevo en el Premio Princesa de los Deportes de la nadadora Teresa Perales, la paralímpica más laureada de la historia, ganadora de 27 medallas en cinco juegos.
Al galardón optaban 24 candidaturas de diez nacionalidades, entre ellas las de la atleta Allyson Felix, la gimnasta Simone Biles, los motociclistas Valentino Rossi y Marc Márquez y la jugadora de bádminton Carolina Marín.
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