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A falta de Diego, ahí está Koke

Sin el brasileño, Simeone se aferra a un canterano cuya aventura más se parece a la de Fernando Torres en sus inicios en el Atlético

ALFREDO VARONA

Su primer gol en el Atlético, como el de Fernando Torres, fue de cabeza. El pase de Forlán fue tan bueno que Koke (Madrid, 1992) no pudo despreciar esa oportunidad. 'Creo que fue el primero de cabeza de mi vida'. Tenía 19 años y ya sabía jugar a uno o dos toques lo que no siempre le pareció tan fácil. 'Yo quería ser como Juninho, mi ídolo'. Pero Marina, un exjugador del Atlético de los ochenta, le enseñó a compartir el balón en el filial. Y, sobre todo, le acostumbró a olvidar las prisas. 'Un futbolista necesita 50 partidos en Primera para afianzarse'. Y, con 20 años, Koke ya suma 33 (cuatro en la 2009-10, 17 en la 2010-11 y 12 en la actual). Y se habla de él como alternativa del lesionado Diego, para jugar esta noche frente a la Lazio y el tiempo que haga falta. Y la hinchada no se enfada, porque se sabe que puede.

Quizá favorecido por el traspaso de Reyes al Sevilla, Koke ha encontrado en el Atlético de Simeone la importancia que no tuvo con Manzano. De hecho, en Navidad se barajó su cesión a Rayo o Getafe. Pero Simeone ordenó que se quedase y ha conseguido un futbolista que ya se parece al Caminero del doblete 95-96. Koke tiene confianza para organizar jugadas de ataque. Ha complicado la titularidad de Turan, quien aún es duda para esta noche. Su nombre gusta en la grada, que siempre le tendrá por uno de los suyos, y, en realidad, lo es. Siendo juvenil pudo marchar al Arsenal de Wenger, pero prefirió quedarse. Y luego vino ese primer gol ante el Sevilla en el que besó el escudo o aquella calurosa noche de agosto de 2010 en la que fue, como un aficionado más, a celebrar a Neptuno la Supercopa ganada ante el Inter de Benítez.

En Navidad se barajó su cesión al Rayo, pero el 'Cholo' contaba con él

Koke, sin embargo, tenía una diferencia con el resto. Él ya había debutado con el primer equipo. Lo hizo en la época de Abel, con 18 años, pero no le queda resentimiento. 'A veces, viene bien dar un paso atrás para tomar carrerilla'. Fue Quique el que le hizo titular en enero del año pasado en Zaragoza contra pronóstico. 'Cuando me enteré, mandé un sms a mi hermano y creía que bromeaba'. Pero la realidad es que Quique dijo lo mejor que podía decir de él. 'Ha hecho que el equipo juegue mejor'. Desde entonces, Koke representa la esperanza más valiosa para la cantera del Atlético. Desde los tiempos de Fernando Torres, no ha existido un jugador, criado en la cantera, con tanta influencia con el balón en el Atlético. Domínguez es de otro perfil.

A los 17 años, Koke era el jefe del filial junto a Rubén Pérez, mediocentro ahora en el Getafe y ayer en el Deportivo. A esa edad, Aguirre también lo hizo entrenar con el primer equipo y en el Cerro del Espino ya se hablaba de él como 'un mediocentro con buen pie'. Y, aunque soñar con el primer equipo del Atlético nunca fue fácil para la cantera rojiblanca, Marina le ayudaba a ser positivo. 'Aprende a pasos agigantados'. Sin ser un nostálgico, el técnico entonces ya tenía un ejemplo que poner a los muchachos como Koke. Marina tiene fotografías en una alineación del Atlético en las que había ocho y nueve jugadores de la cantera. Y, entre ellos, estaba Miguel Ángel Ruiz, que memorizaba su primer año. 'Nada más llegar, recuerdo que sólo éramos dos, pero luego vino una época de poco dinero y se produjo uno de esos ciclos de cantera que suceden cada cierto tiempo, como ahora pasa en el Barçay antes pasó en mi Atlético o en el Madrid de la Quinta del Buitre'. Koke, sin embargo, no tiene toda esa compañía. Al menos, de momento. Por eso su aventura se parece un poco más a la de Torres, y no sólo por el primer gol de cabeza.

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