Este artículo se publicó hace 13 años.
España guiña a la Ensaladera
David Nalbandian, aún convaleciente de una lesión muscular, reservado en principio para el dobles
La Copa Davis era, hasta hace unos años, una montaña para el deporte español, ese 8.000 inaccesible para generaciones y generaciones de tenistas que siempre se estamparon contra esa cima. Luego, la cumbre se rebajó hasta una suave pendiente; descendió a una colina que allanaron gente como Juan Carlos Ferrero, Carlos Moyá o Rafa Nadal, tres números uno del mundo, acompañados de una tropa de auxilio como ningún país del mundo ha sido capaz de reunir en los últimos años. Después de un siglo sin atisbar la Ensaladera, España buscará a partir de este mediodía en Sevilla su sexto título en 12 años.
No por ser ya costumbre habría que olvidar que esta competición tenística por países es una de la que más galones da a la hora de diagnosticar la salud deportiva de una nación. La Davis es una de esas conquistas que primero se colocan en la lista a la hora de justificar o no el eslogan de potencia mundial.
David Ferrer y Juan Martín del Potro jugarán el segundo punto
Argentina, como en aquel encuentro épico de Mar del Plata en 2008, vuelve a ser el último obstáculo del equipo de Albert Costa para el triunfo. Al contrario que entonces, ahora todo parece estar a favor: la sede, la superficie, la presencia de Nadal, el buen estado de Ferrer. Quizá ese sea el mayor rival a derrotar, el que no se encuentran en el horizonte nube alguna que empañe el paisaje. Argentinos y españoles se intercambian en esta final los papeles de hace tres años. "Nunca se sabe lo que podrá pasar. El deporte es complicado. Lo que hay que hacer es salir a la pista con la cabeza alta y a partir de ahí ver si somos capaces de ganar", decía ayer el capitán español.
La primera gran incógnita de esta final, el estado de forma de Rafa Nadal, se medirá muy pronto. El balear disputará el primer punto de la eliminatoria ante Juan Mónaco. Sus buenos resultados en el último tramo de la temporada, finalista en Valencia, le han regalado la plaza en el partido del viernes. El de Tandil lucirá el número dos en los individuales por delante de ese misterio que se llama David Nalbandian. El genio dorado ha sido reubicado por el capitán, Tito Vázquez, al doble ante su inquietante nivel físico después de una lesión de isquiotibiales, que le ha dejado sin dar bolas en los dos últimos meses. "Se me hace raro no jugar el viernes", confesó ayer, aunque su presencia el domingo podría ser la baza de los argentinos si la eliminatoria se acomoda a sus gustos. La reglamentación del torneo permite cambiar de elección hasta una hora antes de que se disputen los encuentros .
Chela, descartadoEl reglamento permite cambiar de jugador una hora antes del encuentro
El que no estará es Juan Ignacio Chela, 29 del mundo, que queda fuera del cuarteto titular después de la elección de Eduardo Schwank, un especialista en el doble. Vázquez ha conseguido reunir los egos de Del Potro y Nalbandian después de las heridas abiertas tras la derrota ante España en la final platense. El capitán ha encontrado un mínimo punto de acuerdo para que ambos coincidan en el cuarto intento de los argentinos por conseguir la Ensaladera.
El vistazo apresurado al primer encuentro reparte todas las bazas del lado de Nadal. Mónaco ni le ha inquietado en los dos precedentes sobre arcilla, su único triunfo llegó en superficie dura y después de la retirada del español por lesión. "Contra Nadal va a ser muy difícil. En esta superficie, en su casa. Va a ser un gran desafío. Nadal es mi amigo que mañana será mi oponente. Va a ser muy complicado pero yo represento a mi país", admitió ayer el argentino.
La ruta del triunfoLa ruta que planifican los suramericanos para dar la sorpresa no tiene en cuenta los partidos del número uno español. Esa es la gran oportunidad de Mónaco, salir con el brazo suelto en el primer punto sin resultado alguno que le presione y hacer pensar al español. El entorno de Nadal pone buena cara cada vez que se le pregunta por el nivel que presentará en la Copa Davis. Aunque el punto de dulce no es el óptimo, el balear conserva una reserva que le hace ser todavía competitivo. "Que empiece Rafa da tranquilidad al equipo", asegura Costa.
Lo que llega después del encuentro entre Nadal y Mónaco es el primer punto en el que Argentina ha puesto la obligatoriedad de victoria, si es que el primer punto cae del lado español. Juan Martín del Potro y David Ferrer se enfrentarán siempre muy determinados por lo que haya pasado unos minutos antes sobre la pista de quita y pon de La Cartuja. "Puede marcar la balanza de la eliminatoria y puede pasar cualquier cosa. Será un partido duro, muy difícil, de mucho rally. Del Potro es complicado porque domina todos los golpes y es muy bueno", cuenta el alicantino número cinco del mundo.
Las gradas de la pista diseñada para albergar esta final en La Cartuja estará a rebosar. La organización ha puesto a la venta unas localidades de visibilidad reducida a mitad de precio. Los establecimientos hoteleros de Sevilla y alrededores esperan una ocupación del 70% gracias a este evento deportivo. Los ingresos para la ciudad por organizar la final rondarán los 30 millones de euros.
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