Este artículo se publicó hace 15 años.
El dinero como único aliado
El Atlético ha perdido la confianza en el técnico pero teme afrontar su finiquito
El crédito de Abel está agotado. Si el técnico sigue sentado en el banquillo, es más por un problema de liquidez en las cuentas del club que por la fe que tienen depositada en él los dueños. Desde el Calderón, no se confía en que sea capaz de revertir la situación y ya han comenzado a buscar un perfil de entrenador concreto y que cumpla dos premisas: asequible monetariamente y de confianza.
Si el club destituye al entrenador, no habría refuerzos de invierno
Dentro de ese perfil, los dos técnicos qué más encajan son Quique Sánchez Flores y Schuster, y sus agentes ya han iniciado contactos para ofrecer su predisposición a coger el banquillo.
"No siento que haya un ultimátum. Lo único que me preocupa es sacar de manera positiva el partido del Chelsea. Mi situación es lo de menos, lo importante es el equipo", señalaba ayer Abel antes de comenzar el último entrenamiento en Londres.
Abel dialogó tras el partido de Pamplona con Gil Marín y el mensaje del propietario fue de calma, tensa, y emplazándole a centrarse únicamente en los dos partidos de la semana (Chelsea y Mallorca). Gil Marín teme afrontar otro gasto económico que dejaría al club más que en números rojos y se encomienda a un milagro.
Sinama: "Si Abel se va, esta mierda puede seguir en el equipo"
Desde hace tiempo, en el Manzanares no hay brotes verdes. Algo que ya se intuía con el cierre del mercado de fichajes y la salida de Heitinga (para recaudar ocho millones, de los que la mitad fueron a parar a Hacienda) y con la dificultades que están teniendo los jugadores para cobrar sus nóminas desde que se inició la temporada. El presupuesto que maneja el Atlético para su primera plantilla es de 80 millones, de los que un tercio van a las arcas de Agüero y Forlán (con una renovación pactada de este, pero sin firmar, que le igualaría en ficha al Kun).
Si se deciden a afrontar el finiquito de Abel, las posibilidades de reforzar el equipo en enero serían remotas. La comisión deportiva ha autorizado la puesta en marcha de una operación para reforzar el lateral derecho, pero supeditada a no tener otros gastos imprevistos.
La tercera víaAsí, Gil Marín ha abierto otra alternativa y se plantea recolocar a Abel dentro de la estructura de la entidad para ahorrarse el finiquito y, si no tuviera el consentimiento de Quique o Schuster, ofrecería el banquillo a un técnico de la casa. Algo que ya hizo hace cuatro años, repitiendo el modelo empleado con Pepe Murcia y que tan satisfactoriamente resultó. Dentro de los profesionales que hay en la entidad y que tienen carnet para coger el equipo, sólo se valoraría muy remotamente a Pantic o Amorrortu, siempre con Santi Denia como segundo entrenador.
Por si fuera poco, la relación de Abel con parte del vestuario está rota desde hace tiempo. Las diferencias con Maxi, Simao, Reyes, Pablo y Perea son profundas. Simao ya advirtió al técnico en Oporto de que no jugaría por la derecha y menos en Portugal; lo de Maxi viene de lejos, con el debate de la capitanía al fondo, y Reyes nunca ha sido santo de devoción de Abel. El caso de Pablo y Perea es diferente y es relativo más a su posible salida en el pasado mercado que a otro asunto en particular.
Pero el ventilador sólo ha comenzado a funcionar. Si Abel afirmaba tras el descalabro que "el carácter no se compra", Sinama se aliaba con el técnico y se posicionaba en la línea de no despedir al entrenador. "Yo personalmente creo que no solucionaría nada. Si se va Abel, está mierda puede seguir en el equipo", señalaba ayer en Radio Marca el jugador francés, que desde hace poco más de un mes está buscando equipo en Francia.
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