Este artículo se publicó hace 5 años.
Champions LeagueEl día que mataron el fútbol
La sentencia Bosman, promulgada en 1995, desbloqueó el límite de jugadores extranjeros en una plantilla. Desde entonces, el balompié ha vivido una transformación que ha generado una élite que se reparte los grandes títulos y una serie de viejas glorias y aspirantes que sueña con colarse, casi de manera fortuita, entre los ganadores.
Jose Carmona
Madrid-
Hubo un tiempo en el que no siempre ganaban los ricos. El Nottingham Forest se llevó dos copas de Europa seguidas, el Hamburgo se alzó campeón en 1983 y el Steaua Bucarest en 1986. No fueron hechos aislados, la lista es larga: PSV, Estrella Roja, Aston Villa, Feyenoord, Celtic de Glasgow, Olympique de Marsella..., equipos que a día de hoy son segundones del fútbol alguna vez fueron campeones.
La final de la UEFA del pasado miércoles dio un dato revelador: entre Chelsea y Arsenal, los dos contendientes londinenses, contaban un único jugador inglés entre los 22 titulares. La diferencia entre los campeones de hace treinta años y los de hoy se debe a un fallo del Tribunal de Luxemburgo el 15 de diciembre de 1995, y se conoce como sentencia Bosman.
Este sábado se disputa en Madrid la final de la Champions League entre Liverpool y Tottenham, y presumiblemente, los jugadores británicos serán minoría. Además, son dos de los equipos más poderosos económicamente hablando: "El Tottenham fue el primer equipo inglés en jugar una final europea y es uno de los históricos de su liga", cuenta a Público Diego Torres, periodista deportivo de El País. A fin de cuentas, el Tottenham se ha gastado 750 millones de euros en su nuevo estadio y el Liverpool es el séptimo club más rico del mundo, según el informe anual de Deloitte para Football Money League.
"La sentencia Bosman nació como revolución y se convirtió en perversión"
Hasta 1995 un equipo solo podía tener en su plantilla tres jugadores extranjeros, europeos incluidos. La sentencia Bosman se emitió tras una denuncia de Jean Marc Bosman –de ahí el nombre–, que se metió en cuitas judiciales tras saber que su club bloqueaba su fichaje por otro equipo. Jean Marc pidió que se revirtiera el derecho de retención –un equipo podía cobrar un traspaso de un jugador pese a que su contrato hubiera finalizado– y su abogado le recomendó incluir en la demanda el límite de jugadores extranjeros en una plantilla. La intención era la de hacer ruido y aunar más voces en la protesta. La justicia le dio la razón y las reglas del deporte cambiaron para siempre.
"La sentencia Bosman nació como revolución y se convirtió en perversión. El fútbol formativo quedó desprotegido, el mercado saltó por los aires, los jugadores han multiplicado de forma escandalosa sus sueldos y aumentaron sus pretensiones. Los clubes iniciaron una dinámica peligrosa, que ha conducido a muchos de ellos a ser máquinas de hacer dinero, descuidar sus raíces y convertir sus plantillas en cócteles de nacionalidades distintas, con el fin último del éxito instantáneo y, nuevamente, seguir cosechando más dinero. Precisamente, a raíz de la sentencia, y unido al mercadeo multimillonario de derechos televisivos y a la reformulación de la nueva Champions League, muchos históricos que habían reinado en la era pre-Bosman han pasado a caer en picado. Un ejemplo, el Ajax. Ganó la Champions en 1995, unos meses antes de la sentencia. Un año después su plantilla se dispersaba por todo el mundo. Las ofertas millonarias eran irrechazables. Por tanto, aunque no es el único motivo, el fútbol después de Bosman transita por una deriva en la que los ricos son más ricos y los pobres, más pobres", cuenta Roger Xuriach, coordinador en la revista Panenka, fervientes opositores del fútbol moderno.
Una final entre equipos ingleses sin jugadores ingleses no hubiera sido posible hace veinte años, pero tras dictarse la sentencia Bosman, el fútbol se transformó. "Lo cambió todo, podías tener un once completamente extranjero. En el Dépor solo jugaban dos españoles. Nos llamaban la ONU", dijo una vez Lendoiro, presidente del Deportivo de la Coruña, artífice de un equipo de ensueño que desde el estadio de Riazor conquistó una liga española y una semifinal de Champions League.
¿Son más pequeños los equipos pequeños?
Una ley que suena progresista –libre tráfico de personas de la Unión Europea para buscar trabajo– trajo, con el tiempo, una liberalización masiva del mercado del fútbol. Entre los analistas consultados, hay división de opiniones, pero muchos concluyen en que los equipos pequeños se hicieron más pequeños, mientras que los Real Madrid y compañía se volvieron prácticamente invencibles.
"Si no es la sentencia más importante de la historia del fútbol, está entre las tres"
Juan de Dios Crespo, abogado experto en derecho deportivo y colaborador habitual de la UEFA y la FIFA, considera positiva la reforma: "Ha traído más libertad, porque lo que había antes no lo era. Por otro lado, el reparto desigual de los derechos televisivos ha desembocado en un problema, porque ahora los más ricos se quedan a los mejores jugadores", declara. El abogado es tajante sobre la importancia de la sentencia: "Si no es la medida más importante de la historia del fútbol, está entre las tres", confirma.
En el pasado se produjeron cuestiones complicadas de ver en el fútbol actual. Maradona, estrella del fútbol mundial, puso rumbo desde Barcelona hacia Nápoles, un equipo con historia, pero lejos del potencial de Juventus o Milan. ¿Por qué? Porque esos dos conjuntos ya contaban con los tres extranjeros límite entre sus jugadores y no apostarían por un Maradona recién recuperado de una fuerte lesión. ¿Y qué hacía Rudi Völler en el Olympique de Marsella? ¿Y qué hacía Batistuta en la Fiorentina? La legislación daba prioridad al jugador nacional y, en cierta manera, servía para equilibrar la balanza.
Y el establishment se hizo imparable
La ley sacudió de tal manera el orden establecido que los grandes equipos tardaron en asimilar la ventaja de la que podían disponer. "La ley ha beneficiado a los que pueden ir al mercado. El fútbol ya no es tan competitivo como era antes, si por competitivo entiendes las mismas opciones de optar a un título", dice Diego Torres. Sin embargo, atendiendo a las victorias inesperadas –la liga del Deportivo de la Coruña en 1999 o la del Leicester en 2016– o a los equipos más competitivos, encontramos que el número de extranjeros siempre es muy alto en aquellas plantillas que logran dar la sorpresa. Atlético de Madrid, por ejemplo, cuenta con más extranjeros que Real Madrid o Barcelona, los presuntos ganadores gracias a la sentencia Bosman.
"Los efectos de la sentencia Bosman solo se ven a largo plazo"
"Este tipo de casos son la excepción que confirman la regla. La sentencia Bosman alteró la realidad y se produjo una anomalía, que son estos casos. La tendencia general es fortalecer a los más fuertes, de hecho, el Deportivo ya está en segunda división, en ese momento se supo aprovechar de una coyuntura. Los efectos de la sentencia Bosman solo se ven a largo plazo.", asegura el periodista.
Para muestra de la desigualdad venidera, basta con mirar el archivo y comprobar quienes ganaron las ligas del año previo a la sentencia Bosman. En la liga inglesa el campeón fue el Blackburn Rovers, que posteriormente bajó de división. En Francia, ganó el Nantes, que también descendió y solo ha vuelto a ganar una liga más. Y en la UEFA, el ganador fue el Parma italiano, que también transitó la liga inferior en años posteriores.
En España, las 24 ligas posteriores a la sentencia han recaído en su mayoría a Madrid y Barça, que suman 19. De las 24 ligas previas (desde 1971 a 1995) acumulan 17, pero ambos equipos estuvieron hasta cuatro años seguidos sin salir campeones, cuando Athletic de Bilbao y Real Sociedad encadenaron dos dobletes consecutivos. Esa sequía de los pesos pesados parece ser irrepetible.
Athletic de Bilbao, único en su especie
"El talento español poco a poco se ha ido infravalorando"
El Athletic de Bilbao es el único equipo de élite que sigue empeñado en valorar la cantera y el talento vasco, y sigue confeccionando sus plantillas en base a esos principios. Rafa Alkorta, actual director deportivo del club y exjugador del Real Madrid y la selección española (participó en tres mundiales), cree que no se valora al jugador español: "El cambio fue radical. Fue una buena idea porque da libertad a chicos de ligas menores a ir a las más fuertes, pero a un equipo de cantera como nosotros nos hizo mucho daño. De ahí la importancia que tiene seguir en primera división y optar a Europa", dice el exjugador. El Athletic, pese a todo, ha cosechado desde entonces una final de UEFA, se ha clasificado dos veces para la Champions, ha jugado tres finales de Copa del Rey y ha ganado una Supercopa de España.
"No tengo ninguna duda de que el talento español poco a poco se ha ido infravalorando. Los éxitos de los últimos diez años de la selección han acentuado ese nivel, y sobre todo, del entrenador español. Siempre decimos que el que viene de fuera tiene un cartel mayor del que sale de aquí. En segunda división hay jugadores de muchísimo nivel pero se prefiere traer alguien de fuera y de ligas menores. Hay mucho talento que se queda sin opciones", asegura Alkorta.
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