Este artículo se publicó hace 13 años.
Del Bosque duda del estilo
El seleccionador, que elogió la estéril posesión de España en Wembley, dice que no hay que cegarse con un sistema
Enrique Marín
Dice una máxima del fútbol que un equipo debe dar en cada jugada el menor número de pases posibles, pero ni uno menos de los necesarios. España dio muchos ante Inglaterra (964 nada menos) y acaparó la posesión (el 67%). El propio Del Bosque valoró como algo positivo que La Roja llevara "en la totalidad de los minutos el control y la posesión del balón". Sin embargo, y como quiera que las estadísticas en el fútbol son más cualitativas que cuantitativas, la selección perdió ante un rival que, fiel al estilo de su entrenador, le entregó la pelota, medio campo y sólo tiró dos veces a puerta. Tener el balón y pasárselo muchas veces no sólo no es un objetivo en sí mismo, sino que de poco sirve si no es para organizarse con él y generar ocasiones. Buscar portería.
Reducir el análisis a que en Wembley a España le faltó finalización es muy recurrente. Sobre todo cuando hacía un año, desde el 4-0 de Lisboa ante Portugal, que La Roja no se quedaba sin celebrar un gol. No es una cuestión de retórica, aunque lo parezca o con ello se pretenda poner paños calientes a la falta de lucidez de Del Bosque para ver y no sólo mirar. Tampoco se trata de colocar bajo sospecha un estilo que, para quienes sólo analizan resultados, siempre lo estará en la derrota. El problema de España ante la amurallada Inglaterrade Capello es que interpretó mal un juego peligrosamente resumido en el otrora peyorativo tiki-taka. La razón de tocar y tocar es ir desorganizando al rival con cada pase, hacer el campo más ancho y, por lo tanto, más profundo. Tocar y tocar por dentro y por fuera para separar a los rivales, crear espacios y generar ocasiones.
Algo parecido sucedió contra Portugal (61% de posesión española) y La Roja cayó por un contundente 4-0, y en menor medida ante Argentina (52%), pero también con derrota (4-1). Sin embargo, esa posesión que tanto elogió el seleccionador en Wembley volvió a ser baldía, pues no sirvió para separar a la multitud de jugadores que plantó Capello en su campo, sino que con toques tan previsibles tuvo el efecto contrario: les juntó hasta convertirlos en hormigón armado.
Tampoco los cambios hicieron efecto, pues Mata también se metió por dentro en lugar de abrirse. El invento de Guardiola de colocar a Messi como 9 mentiroso tiene sentido en tanto y cuanto sus dos acompañantes se abran para arrastrar a los laterales y generar así espacios al argentino. Silva, Iniesta y Villa hicieron lo contrario, mientras que, por detrás, Busquets, Alonso y Xavi redundaban en una misma labor. Sólo Cesc, de nuevo saliendo desde el banquillo, se las ingenió para crear peligro apareciendo entre tanto inglés de plomo.
Hay que remontarse al España-Suiza de Suráfrica para encontrar un partido parecido al del sábado en Londres. Máxima posesión de La Roja (76%) y mismo resultado: 0-1. En el once inicial de Wembley sólo hubo dos cambios con respecto al estreno mundialista: Arbeloa y Jordi Alba por Puyol y Capdevila, aunque la posición del central la ocupara en realidad Ramos. El resto, y con Casillas bajo palos, Piqué, Busquets, Xabi Alonso, Xavi, Iniesta, Villa y Silva. Curioso, aunque el sábado era un amistosos y Del Bosque realizó seis cambios, ante Suiza, Torres también entró por Busquets.
También hay mucho que matizar sobre el hecho de que La Roja ha ganado sus nueve partidos oficiales tras el Mundial y, por contra, ha perdido cuatro de los nueve amistosos disputados con la vitola de campeona del mundo. Siendo razonable que en los partidos de clasificación para la Eurocopa 2012 es más fácil mantener la tensión competitiva, también es cierto que los rivales fueron de menor entidad que en la mayoría de los amistosos.
Fue Del Bosque quien ayer dudó públicamente del estilo de La Roja al decir que «no debemos cegarnos en una forma de juego y que parezca que no hay otra posibilidad". Con tanto jugador del Barça (ocho) entre los 23 convocados (22, por la ausencia de Javi Martínez y a falta de Pedro y Thiago), el estilo será difícilmente sobornable. "Sabemos cuál es la solución", asegura Xavi. Esta noche (22.00 horas) ante Costa Rica, los campeones del mundo tienen otro amistoso para recuperar el prestigio herido. "Les respetamos, pero no vamos a tener temor. Jugaremos con mucho equilibrio", dijo ayer Pinto, seleccionador costarricense.
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