El CSKA de Moscú amargó sobremanera el debut del Deportivo de La Coruña en la fase de grupos de la UEFA después de caer por 3-0 en el estadio Luzhniki de Moscú, donde el joven Alan Dzagóev fue el auténtico protagonista con dos goles en la primera mitad.

Una derrota que agudiza la trayectoria de un Deportivo esta temporada, que sólo ha sido capaz de ganar tres encuentros. Al Real Madrid y Numancia en Liga y al Brann en el partido de vuelta de la primera ronda de la Copa de la UEFA. Unos guarismos pobres para un equipo diseñado para no sufrir esta campaña.

Y es que los gallegos jugaron dormidos, como ya les ocurrió en Noruega ante el Brann, y en apenas tres minutos encajaron dos goles por obra de Alan Dzagóev, un mediapunta de muchos quilates, que dejó su huella en la defensa deportivista. Por ahí llegaron los males de los de Lotina, en su defensa.

Lopo y Zé Castro no transmitieron seguridad y Manuel Pablo demostró estar algo lento para frenar el poderío de Vágner Love, una bestia en los últimos metros. Así se fraguó el segundo del encuentro. Una internada del brasileño dejó sentado a Lopo y su pase de la muerte conectó con Dzagóev, que empujó a gol libre de marca. El Deportivo hacía aguas, y Lotina no tomaba cartas en el asunto.

Antes, el joven Dzagóev había abierto el marcador con un impecable libre directo al borde del área. Una losa demasiado pesada para el equipo herculino que sólo respiraba cuando el balón lo tenía Valerón. El canario, como siempre, intentó dar pausa al juego para profundizar con posterioridad. Le ayudó algo un descarado Cristian, que se movió bien por banda, aunque insuficiente como para desarbolar a los rusos.

Pero ni el regreso de Omar Bravo --sancionado-- ni el de Guardado --recuperado de su lesión-- permitieron al Deportivo tener esa pizca de mordiente más que necesaria para viajar por el 'Viejo Continente'. Hoy, el campeón de la competición en 2005 desdibujó a los blanquiazules, venidos a menos en la segunda mitad.

Los Valeri Gazzaev ampliaron su renta con una buena jugada que se enhebró en el costado derecho. Una combinación que acabó en los pies de un Vágner Love con mucho hambre. Lopo, una vez más, no llegó a tapar el disparo, y Aranzubia no pudo hacer nada para impedir el tanto (3-0, min.61). Daba igual dos que tres, pero la imagen empeoraba por momentos.

Sólo un fresco Sergio González, que dio descanso a De Guzmán dejó muestras de que el Deportivo viajó a Moscú. Un lanzamiento desde fuera del área golpeó el poste de la portería de Akinféev, en la mejor ocasión de los españoles en el encuentro.

Al final, derrota sin paliativos que deja tocado a un Deportivo, que espera encontrar en el Sporting de Gijón su mejor medicina para curar la imagen dejada hoy en Rusia. Ni el césped artificial, ni la hora del encuentro pudieron ser excusa.