Este artículo se publicó hace 13 años.
Del Barça de Pep al Barça de Messi
El equipo de Guardiola conquista su tercera Liga consecutiva. El entrenador del Barça culmina su obra al frente de un equipo que perfeccionó para hacerlo jugar como nunca
Enrique Marín
"Este es el año que mejor estamos jugando", dijo Guardiola a mediados de la presente temporada, cuando su Barça se exhibía una jornada sí y otra también con un fútbol jamás visto y rubricado con unas manitas que plasmaban esa superioridad también en el marcador. Es posible que Pep no piense ahora lo mismo, por más que su Barça acabe de conquistar la Liga por tercera vez consecutiva y esté clasificado para la final de la Champions. Estratégicamente huidizo de los elogios, sabedor que éstos en el fútbol más que debilitar, acomodan, el técnico catalán ha conquistado su noveno título en los tres años que lleva al frente del Barça, tras uno anterior en el filial que le permitió foguearse, además de lograr el ascenso a Segunda.
Repasando las dos últimas Ligas de Rijkaard, ambas sin títulos, y las tres que acumula ya Guardiola en el banquillo, todas como campeón, el análisis del once tipo que utilizaron ambos técnicos sirve para comprobar la evolución de un equipo ha ido perfeccionando el fútbol posicional con Pep, hasta condicionarlo este año por el factor Messi. El argentino, empeñado en convertir en norma la variante de jugar por el centro y con unas ansias de protagonismo sólo igualables a su canibalismo competitivo, ha resuelto muchos partidos por su cuenta, aunque a cambio ha hipotecado el fútbol del Barça, más previsible por menos preciso, rápido y profundo.
Teniendo como referencia los minutos disputados en Liga y con Valdés siempre indiscutible bajo palos, la línea defensiva ha pasado de ser la formada por Zambrotta, Puyol, Thuram y Gio en el penúltimo año de Rijkaard, a la de esta temporada con Alves, Piqué, Abidal y Maxwell. Es decir, cuatro caras nuevas, si bien la lesión de Puyol y la enfermedad de Abidal la han condicionado hasta el punto de que Busquets y Mascherano también ha tenido que jugar de centrales. Entre medias destaca el protagonismo de Milito en la 07-08, la irrupción de Piqué y Alves con la llegada de Guardiola y, otro dato interesante, que ya la temporada pasada Maxwell ya acumuló más minutos en el lateral izquierdo que Abidal.
En el centro del campo, Xavi es el único fijo en el lustro analizado, ya que Iniesta, también titular indiscutible, ha alternado sus labores en el eje con posiciones más adelantadas y escorado a la izquierda, hasta el punto de que en la temporada 2009-2010 Keita acumuló más minutos que él en la medular. En ese periodo, el puesto de soporte ha pasado de se propiedad de Deco a ser monopolizado por Busquets, con dos años entre medias en los que Touré ofreció un gran rendimiento.
Valdés y Xavi son los únicos fijos que no han alterado su posición
Es en la línea más adelantada donde mejor se observa la evolución del Barça. De formar con Messi, Etoo y Ronaldinho, la llegada de Henry relevó al brasileño antes incluso de que Guardiola llegara al banquillo del Barça y prescindiera de él. En el segundo año de Pep, Ibrahimovic fue el encargado de reemplazar a Etoo y en la actual la exigencia de Messi de jugar en el centro acabó con el sueco fuera del Barça y Pedro haciéndose un fijo en la derecha. Mientras, y con ese paso circunstancial de Iniesta por la baja forma de Henry, el fichaje de Villa cerró el círculo.
Desde que Laporta le confiara la gestión deportiva de club, Pep ha ido construyendo un equipo y al mismo tiempo moldeando el once que mejor pueda interpretar y ejecutar ese estilo irrenunciable para él. Así, año tras año, el técnico lo ha ido retocando con nombres y también con conceptos. Una de las novedades con respecto al año pasado es que el Barça ha pretendido abrir el campo, tanto en zonas iniciales como finales, con los laterales. Como es normal, los rivales no se dejan sorprender tan fácil y la tarea de Guardiola era buscar y encontrar alternativas.
Prueba de que el Barça sigue teniendo la misma fiabilidad es que además de ser el equipo más goleador también es el menos goleado. Aquí radica una de las principales diferencias entre el Dream Team de Cruyff y el Perfect Team de Guardiola. El hecho de que el Barça esté más trabajado tácticamente, pues no sólo de rondos vive un equipo, ha contribuido a que el fútbol sea total. "Comparado con el Barça en el que yo jugué, el actual lo multiplica todo por diez", apunta Zubizarreta, director deportivo desde el pasado verano.
"Me gustaría no caer en el elogio fácil, pero estaría bien que fuéramos conscientes de lo que hace este equipo. Somos unos privilegiados de vivir algo así", recordó en una ocasión Guardiola. "Esto no durará siempre, eso es evidente. Pero hay que disfrutarlo", añadió.
"Cuando yo pongo a Eusebio de lateral derecho, estoy señalando desde dónde quiero empezar a jugar al fútbol", dijo Cruyff para intentar explicar su concepción del juego. Con Guardiola el fútbol del Barça empieza en Valdés y termina en Messi. La gran variante del Barça que acaba de conquistar su tercer título consecutivo ha sido precisamente la ubicación del argentino. Messi es ahora más imprevisible, aunque a cambio el Barça se ha convertido poco a poco en más previsible. Basta con analizar el papel desempeñado por Villa y, en menor medida, por Pedro.
Etoo e Ibrahimovic, los antecedentes del 'nueve mentiroso' que interpreta Messi
Tito Vilanova, segundo de Guardiola, recuerda que cuando tuvo a Messi en el Cadete B ya solía colocarlo como falso delantero centro. Es cierto que de nueve mentiroso, como lo llaman los argentinos, Messi interviene más en el juego, aunque no siempre mejor. Vilanova asegura que en banda es más fácil de contrarrestar, pero esa es precisamente la razón por la que Leo quiso cambiar de puesto y así se lo pidió a Guardiola. Evidentemente a la hora de finalizar o definir Messi es único, y eso es algo que nadie le puede discutir, sobre todo porque ahí están sus goles. Sin embargo, no reconocer que la nueva ubicación de Messi ha restado precisión, y por tanto velocidad y profundidad, al juego posicional del Barça. Guardiola lo sabe, pero su tercer Barça es más de Messi que de él. Rexach lo definió a la perfección: "Messi es el mejor, pero Xavi e Iniesta son la idea del Barça".
"Messi cada día inventa algo", sostiene Pep. El argentino acumula 52 goles entre Supercopa, Liga, Copa y Champions. Su eclosión goleadora no es casual. "Todos juegan para todos", sostiene Guardiola. Sí, todos juegan para Messi y Messi juega para todos. El Barça de Pep es ahora el Barça de Messi.
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