Las lesiones sufridas este año por Iniesta, Villa, Pedrito, Piqué y Puyol pasan factura al Barcelona. Por un lado, porque el entrenador no ha podido contar este curso con asiduidad con cinco de los pesos pesados de la plantilla y, por otro, porque sus reiteradas ausencias han cargado de minutos a sus compañeros. Xavi, Messi, Alves, Busquets y Abidal apenas han podido descansar, Mascherano ha doblado su presencia en el equipo respecto a la campaña anterior, y los nuevos, junto a Thiago, se han repartido los minutos que el año pasado disputaron esos cinco futbolistas.

Así las cosas, Cesc y Alexis se han visto exigidos sin tiempo para su adaptación. Un hecho que ha afectado al de Arenys y al chileno, que a pesar de su fortaleza física se ha lesionado en varias ocasiones, pero también a la fluidez del juego azulgrana.

Ahora mismo, sólo dispone Guardiola de 15 jugadores del primer equipo. Con una plantilla corta, más fácil de gestionar, según el técnico, y tantas lesiones, en el vestuario del Camp Nou también ha aumentado la presencia de jóvenes del filial. Cuenca ha heredado los minutos de Bojan; Fontàs, ahora lesionado, los de Milito, y Thiago, los de Afellay, lesionado, y Maxwell, traspasado al PSG hace unas semanas. En total, en lo que va de curso, el de Santpedor ha hecho jugar a diez jugadores del Barça B, en toda la temporada pasada alineó a seis.

El primer futbolista que puede recuperar el técnico para la recta final del campeonato es Keita. Mali se juega mañana la clasificación para los cuartos de final de la Copa de África, pero su continuidad en el torneo parece complicada.

Lo que ya sabe Guardiola es que mañana, en Valencia, no podrá contar ni con Iniesta ni con Pedro. El canario estará, como muy pronto, para la vuelta de la Copa. Alexis, en cambio, podría volver a jugar infiltrado.