Este artículo se publicó hace 12 años.
Vida en blanco y negro, sueños en tecnicolor
Los contrastes entre colecciones definen la primera jornada
Rocío Ponce
Ni la música de la controvertida Lana del Rey concretamente Diet Mountain Dew, en el desfile de Victorio & Lucchino ni el sonido de motos que parecían saltar en cualquier momento sobre la pasarela de Agatha Ruiz de la Prada han conseguido que las colecciones de los diseñadores de la primera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week despertasen el apetito de novedades para la temporada otoño-invierno. Habrá que probar suerte mañana.
Roberto Verino llegaba inspirado por las "musas anónimas" de la Gran Manzana, mujeres con un estilo tan personal que convierten la calle en su propia pasarela. La traducción: abrigos largos, pantalones anchos y calentadores en piernas y brazos (los más acertados, los de pailletes). Como Duyos y Ruiz de la Prada enseñarían más tarde, Verino combate el frío con aplicaciones de pelo en las prendas. También el dorado y los brillos han sido una tónica habitual de las colecciones del día. Uno de los desfiles más esperados era el de Jesús del Pozo. La primera colección sin el maestro, que falleció el pasado año, se resolvió con una sobria "vuelta a las raíces" y poco riesgo.
Roberto Verino llegó inspirado por las "musas anónimas" de la Gran Manzana
El show de Francis Montesinos fue una auténtica Falla de la moda. El valenciano ofreció con Fashion Tour un flash-back de toda su carrera: cuatro décadas. Todo tipo de colores, tejidos y estilos cabían en sus memorias. Tras la tormenta, llegó la calma, que tiene el nombre de Juan Duyos. Su colección, coherente con su estilo, elegante y discreto, se sienta sobre rasgos de 1900, "pero traídos a la actualidad", remarca. Los colores rosas, verdes y arenas empolvados podrían haber sido sacados de unos deliciosos macarons. El amarillo y el azul eléctrico fueron las claves cromáticas de la nueva colección de Devota & Lomba, que se imagina a la mujer con minifalda y botas mosquetero interminables.
Modelos a la carreraPor el backstage corrían de un lado a otro modelos con tocados llamativos (cosa de Agatha y Elisa Palomino), mientras el dúo sevillano Victorio & Lucchino subía a la pasarela sus diseños. Que nadie se deje llevar por su tufo folclórico: hace varias temporadas que los volantes y el lolailo pasaran a mejor vida. Lo que aún no se sabe es hacia dónde se dirigen exactamente.
Devota & Lomba se imagina a la mujer con minifalda y botas mosquetero
La jornada acababa con color. En la edición pasada, la reina de corazones ya apostó por una línea de lo más comercial. El invierno de De la Prada estará lleno de prendas divertidas con amplios cuellos, plumas y, sobre todo, fucsias. La discípula de Galliano cerró el día con los estampados florales y los extravagantes tocados a los que nos tiene acostumbrados. Hoy más, ¿quién sabe si mejor?
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