Este artículo se publicó hace 4 años.
'This Close': la lucha de dos actores para que el mundo no les defina por su sordera
SundaceTV estrena este lunes a partir de las 22:05 horas 'This Close', una serie que apuesta por la diversidad tanto en su trama como en el reparto.
María José Arias
Madrid-
El recorrido de This Close hasta su estreno de esta noche en SundanceTV ha sido largo. Comenzó como una webserie llamada Fridays y esta hizo las veces de semilla para convertirse después en una primera temporada de seis episodios en 2018 que contó con una segunda de ocho estrenada el año pasado. Capítulos de media hora en los que Shoshannah Stern y Josh Feldman, sus creadores, ahondan en la historia de amistad de sus dos protagonistas y en su mundo silencioso, el de dos personas sordas.
Nominada en Cannes a los premios MIPCOM Diversify TV Excellence Awards en la categoría Representación de la Discapacidad, la que hoy llega a España es una producción con una idea muy clara: abrir de par en par la puerta de la ficción audiovisual a los actores con discapacidad. Stern y Feldman son creadores, guionistas y actores. Ella da vida a Kate, una organizadora de eventos que no termina de despegar en su carrera, que acaba de comprometerse con su novio normoyente Danny (Zach Gilford) y que hace del sarcasmo su capa. Su amigo y confidente es Michael, un dibujante gay al que la inspiración ha abandonado tras romper con Ryan (Colt Prattes) y que ha encontrado en el alcohol una vía de escape. Kate tiene restos auditivos que le permiten usar audífonos, se las arregla bastante bien leyendo los labios y puede comunicarse oralmente. Por el contrario, la sordera de Michael es profunda y solo usa la lengua de signos.
Aunque de entrada y leyendo de qué trata pueda parecer lo contrario, lo cierto es que la sordera no es algo que defina en exclusiva a esta serie. Que no les defina a ellos es la lucha diaria a la que se enfrentan tanto Michael como Kate. Además de ser personas sordas, son amigos, pareja, vecinos, compañeros de trabajo, desconocidos… y su historia es la de dos habitantes de Los Angeles que, como todo el mundo, lo que buscan es amor, comprensión y felicidad. Al final, de eso es de lo que trata esta comedia con tintes agridulces por momentos.
Eso se consigue de diversas maneras, pero la más importante es la ya dicha: no poniendo el foco sobre la discapacidad. ¿Condiciona esta su forma de relacionarse entre ellos y con el resto del mundo? Sí, claro, pero no es el centro de sus vidas por mucho que los demás incidan una y otra vez en ello. This Close contiene algunas escenas demoledoras en ese sentido que sirven para abrir los ojos a quien no lo haya hecho antes. En un acto con lectores, uno de ellos le pregunta a Michael por qué el protagonista de su novela gráfica no es sordo. "Porque sería más difícil de vender", responde con una sinceridad abrumadora. En el segundo episodio Kate se muestra afectada por el hecho de que su empresa la haya enviado a participar en una mesa redonda de actores con discapacidad simplemente por ser discapacitada. Cuando le cuenta sus penas a su amigo este le responde de nuevo con una sinceridad abrumadora que siempre será la sorda. La pregunta es ¿por qué ha de ser así?
Eso es precisamente lo que trata de combatir This Close, que en esa misma mesa redonda de ficción se queja de lo que ocurre en el mundo real: la mayoría de los personajes con discapacidad están interpretados por actores sin diversidad funcional. Y allí, en ese escenario, R.J. Mitte. En Breaking Bad apostaron por él, con parálisis cerebral, para dar vida a Flynn, el hijo de Walter White. Pero esa decisión de casting no es la habitual. La más común suele ser la otra opción y que luego quienes dan los premios reconozcan el trabajo que el actor o actriz en cuestión han hecho para que su personaje resultase creíble.
Personajes imperfectos y la comunicación como tema
Más allá de todo esto, This Close cuenta con unos personajes imperfectos, bien armaos y con una carga emocional elevada. A veces hasta pueden caer un poco mal por ser tan intensos. Y no pasa nada. Tanto estos dos amigos de Los Angeles como quienes hacen de sus respectivas parejas sentimentales. En los dos primeros episodios facilitados por SundanceTV a los medios antes del estreno no se aprecia lo suficiente el trasfondo del personaje de Ryan -aparece poco-, pero sí el de Danny, un hombre en paro que no se atreve a decirle a su prometida que está sin trabajo y que se desvive por intentar comunicarse con ella.
La comunicación es uno de los grandes temas que abordan Stern y Feldman. Una acción complicada de por sí, que se hace aún más cuesta arriba cuando se hablan lenguajes o idiomas distintos. Para quien no tiene problemas de audición el silencio absoluto es algo demasiado abstracto. This Close intenta recrearlo jugando con el sonido y la ausencia de él. En situaciones cotidianas, pero también colocando a quien ve la serie en la piel de Kate en una reunión de trabajo en la que solo le llegan retazos de una conversación. A veces también lo hace con cierto humor. Como esa escena del principio en un avión lleno de niños ruidosos y pasajeros con tos en el que solo ellos, aislados de todo ese ruido, pueden dormir.
El hecho de que los personajes principales hablen entre ellos en lengua de signos y que sean necesarios subtítulos para entenderlos contribuye también a esa sensación de estar perdiéndose algo. El apoyo visual es capital para quien no oye, pero también para quien no es capaz de entender el idioma que se está hablando en pantalla. Y eso es lo que recibe el espectador, que se ve obligado a leer para entender. Ese estado de incomprensión funciona en ambos sentidos. Michael y Kate se pierden parte del mundo que les rodea, pero también Danny y Ryan. Cuando los dos primeros se encierran en su burbuja para hablar de sus cosas y sus sentimientos, sus parejas se quedan fuera. Y, sin embargo, no es porque no entiendan los signos -ambos conocen la lengua- es porque estos dos amigos tienen sus propios códigos, comparten un pasado, experiencias y la sensación de que solo quien ha pasado por lo mismo que ellos puede comprenderlos. Esa escena de ellos dos en el restaurante centrados en su conversación y aislados del mundo que les rodea funcionaría igual si se tratase de dos personas normoyentes.
Y ahí es donde reside el valor de This Close, que, como han repetido en numerosas ocasiones sus creadores, no pretende representar a toda la comunidad de personas sordas o con hipoacusia porque, como en todo, no hay blancos y negros, sino multitud de grises. Lo que ellos cuentan se basa en sus propias experiencias. Pero cada persona tendrá las suyas dependiendo de su nivel de pérdida auditiva, de sus circunstancias y de su propia personalidad. La generalización no funciona aquí como no funciona en la mayoría de los colectivos.
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