Receta de linguine cajún: pasta con gambas y una cremosa salsa picante
Los linguine a la cajún son una muestra más de la capacidad que tiene la pasta italiana de adaptarse a cualquier suelo que pisa (cosa que justifica, en parte, su éxito global). Se trata de unos linguine o tallarines cocinados con gambas y especias cajún (la gastronomía cajún es típica del sur de los Estados Unidos, un afortunado encuentro entre la cultura francesa, caribeña e hispánica).
La receta consiste en una pasta algo picante y con un punto agridulce por la crema de leche. Lleva ajo y limón, y es bastante sencilla de preparar. Aguantará el parmesano que le quieras echar (o algún queso curado fuerte).
Las especias cajún suelen ser una mezcla de distintas plantas, al estilo de los masalas indios. Y, por suerte, todas ellas están en nuestra cocina tradicional (pimentón, cebolla, ajo, comino, orégano, albahaca, tomillo, pimienta negra, blanca, cayena, etc.)
Para hacer unos suculentos linguine cajún tienes que preparar una salsa base con las gambas y los vegetales, en la que saltearás la pasta al final (momento cumbre en este tipo de recetas, el clímax). Esta receta también puede hacerse utilizando carne picada en lugar de gambas. Menos saludable, pero igual de cajunuda.
Linguine cajún
Ingredientes 4 personas:
400g de linguine
300 g de gambas grandes peladas
2 cucharadas de condimento cajún (o mezcla de pimentón dulce o ahumado, pimienta negra, orégano, tomillo, pimentón picante, comino en polvo, ajo en polvo, cebolla en polvo, cayena)
1 vaso de vino blanco seco
1 nuez de mantequilla
1 cebolla, picada
3 dientes de ajo, picados
1 limón
100 ml de crema para cocinar
Sal y pimienta al gusto
Perejil fresco picado, para decorar
Queso parmesano o pecorino rallado
Aceite de oliva
Sal
Prepara la salsa:
En un bol, sazona las gambas con el condimento cajún y con aceite de oliva. Mezcla bien para cubrir uniformemente. Reserva.
Calienta un chorro de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto.
Pon tres dientes de ajo picados y la cebolla picada. Cocina hasta que se dore junto a un poco de condimento cajún.
Echa un vaso de vino blanco, un poco de ralladura de limón y jugo de medio limón, y cocina hasta que el vino se reduzca.
Cocina las gambas:
Agrega las gambas sazonadas y perejil fresco picado. Cocina hasta que las gambas estén rosadas y cocidas por completo.
Baja el fuego y echa una nuez de mantequilla cortada en daditos, y espera a que se diluya. Echa la crema, remueve, y reduce (que quede consistente).
Pruébalo y echa más condimento cajún si lo vieras necesario.
Cuece los linguine y saltea:
Cocina mientras tanto los linguine en una olla grande con agua hirviendo y sal, siguiendo las instrucciones del paquete hasta que estén al dente.
Echa los linguine a la salsa cajún con un poco de su caldo y saltea la pasta, sin parar de remover.
Agrega un poco de sal, queso rallado al gusto, un poco más de condimento cajún, y más perejil como decoración (puedes también echar el cuello verde de una cebolleta cortado en rodajas muy finas o picado).
Sirve inmediatamente.
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