Una noche para Carlos Saura
Los académicos apostaron por el nervio y el ritmo de 'As bestas' y reconocieron la necesidad de la mirada femenina con los premios a 'Cinco lobitos'. En uno de los mejores años del cine español de los últimos tiempos, la gala de los Goya fue merecida y tristemente para Carlos Saura.
Madrid-
El cine español se ha quedado huérfano con la muerte de Carlos Saura, al que sus compañeros dedicaron el aplauso más emocionante, más largo y sincero que se ha visto jamás en una gala de premios en este país. Merecido y merecido el Goya de Honor y merecidos todos los reconocimientos que le hicieron en la gala de los 37 Premios Goya que se convirtió, por supuesto, en la noche de Carlos Saura mucho más que en la de As bestas, a pesar de los nueve premios conquistados.
Nueve galardones y más de 700.000 espectadores –y los que vendrán con esta victoria- que respaldan la nueva película de Rodrigo Sorogoyen, la gran apuesta de los profesionales del cine español que, es verdad, no tenían tarea fácil esta 37 edición, una de los mejores de los últimos años. Apostaron por As bestas y su reivindicación, como dijo Denis Ménochet, "por el amor de las mujeres frente a la locura de los hombres", pero al hacerlo apartaron por completo a Alcarràs, la magnífica película de Carla Simón que se alzó con el Oso de Oro en el Festival de Berlín, primero para una cineasta española en toda su historia.
Ni el jurado de la Berlinale es más listo que los académicos españoles ni lo contrario. Son cosas de los premios. Aunque resulta cuanto menos sorprendente que una de las mejores películas españolas recientes se haya ido de vacío. Carla Simón y todo el equipo de Alcarràs cerraron anoche un ciclo con muchos otros reconocimientos, eso sí, pero con la extrañeza de no haber calado lo suficiente entre los académicos españoles.
El talento femenino
Los profesionales del cine apoyaron el ritmo y la garra de la película de Sorogoyen. Apoyaron también la labor de las mujeres cineastas, que recogieron premios en diecisiete categorías (algunas de ellas compartidas con compañeros hombres). Alauda Ruiz de Azúa se alzó con el premio a la mejor dirección novel por Cinco lobitos y sus actrices –Laia Costa y Susi Sánchez– también se llevaron el Goya. Pero, además, ganaron premios mujeres profesionales de territorios hasta hace nada vetados para ellas, como efectos especiales (Esther Ballesteros y Ana Rubio, por Modelo 77) y sonido (Fabiola Ordoyo, Yasmina Praderas y Aitor Berenguer, por As bestas).
Con un panorama todavía lejos de la paridad, ésta sin embargo, se deja ver mucho más en las galas de los premios y festivales –el 43,1% de los nominados eran mujeres–, lo que demuestra, sin duda, el innegable talento femenino que existe en el cine español hoy. Las cosas están cambiando y, como dijo la cineasta Isabel Coixet, "y esto no va a quedar así".
El cine de animación
Los académicos reconocieron anoche que hay otra forma de mirar la maternidad, que la mirada femenina, ausente tanto tiempo, es necesaria. Lo hicieron al nominar Cinco lobitos y La Maternal, y al premiar a la primera. Aplaudieron también la espléndida labor que están haciendo los profesionales del cine andaluz con los cinco premios Goya que ganó Modelo 77, de Alberto Rodríguez. Rindieron su tributo al desaparecido José Antonio Labordeta y ovacionaron con sus votos a Joaquín Sabina.
Abrieron también las puertas y supieron celebrar la interpretación de un actor no español, Denis Ménochet. Antes lo tuvieron Ricardo Darín y Benicio del Toro por papeles de personajes hispanohablantes, pero nunca se lo habían concedido a un extranjero por una interpretación en otro idioma. Y dieron en el clavo al premiar Unicorn Wars y mencionar unas cuantas veces la buenísima salud del cine de animación en España, cine de animación que "es cine", como bien puntualizó la productora de la película, Chelo Loureiro.
Buen y mal momento
Y de cine se habló anoche. Que nunca llueve a gusto de todos, lo sabemos. En una gala de premios, mucho menos. Pero hay algo en lo que sí hay consenso, en esta 37 edición de los premios Goya, como bien dijo el presidente de la Academia, Fernando Méndez-Leite, "hemos llegado al acuerdo de que el cine español pasa por un buen momento".
También dijo que "la incorporación protagónica de las mujeres" de este año era "solo un principio". Pero advirtió, por muy bien que hayan ido las cosas, los exhibidores están viviendo muy malos tiempos y "necesitan el apoyo institucional y de la profesión". Ahí seguía, Méndez-Leite, muy serio, hablando de cine, del cine español.
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