Este artículo se publicó hace 9 años.
“Se jodió la Nochebuena, se jodió la Navidad”
En medio del simulacro de felicidad y buenas intenciones de estas fiestas, el cine ofrece una burbuja de auténtico espíritu antinavideño, para consuelo de irritados, indignados y rebeldes
-Actualizado a
MADRID.- El profesor Cavan, satánico presentador de televisión de El día de la Bestia, advertía: "El fin del mundo es esta noche ¿entienden? Esta misma noche. Se jodió la Nochebuena, se jodió la Navidad, se jodió todo, todo”. Palabras en sintonía con los descontentos, con los ciudadanos irritados por el espíritu navideño, falso, adulterado… con los enemigos cerriles del hermoso y eterno cuento de ¡Qué bello es vivir! Palabras para pertinaces corazones antinavideños, que a lo largo del tiempo han ido encontrado consuelo en el cine, en películas gamberras y entretenidas, pero también en historias comprometidas, críticas, en comedias, dramas… en relatos de terror.
“Y entre todas, una película especialmente irreverente, brillante y entre las más antinavideñas de todas, se trata de La vida de Brian, de los Monty Python. Historia de Brian Cohen, un hombre judío que nace el mismo día que Jesucristo, con quien lleva una vida paralela. Sin duda, una de las mejores comedias de toda la historia, la película es, además, uno de los grandes éxitos de taquilla del cine británico.
Un proyecto que nació, no podía ser de otra manera, de la incontinencia del actor Eric Idle. El grupo estaba promocionando Los caballeros de la mesa cuadrada y, naturalmente, querían hablar de aquella película. Para su enojo, un periodista les hizo la pregunta más fastidiosa de todas: ¿Cuál va a ser su próximo trabajo? El cómico soltó lo primero que se le ocurrió: “Jesucristo, ansias de gloria”. Unas horas después estaban todos escribiendo postales con ideas sobre un ‘imitador’ de Jesús para enviárselas a Terry Jones, que dirigió la película.
También hace sonreír, aunque no tiene nada de gracia, Plácido, obra maestra de Luis García Berlanga, que rodó sobre un guión escrito junto a Azcona, José Luis Colina y Font. “Siente un pobre a su mesa” era el lema de una campaña franquista que en esta ficción ponen en marcha una pandilla de burguesas de provincia.
Mientras se prepara todo para llevar invitados a la cena de Nochebuena, Plácido tiene que pagar la primera letra de su motocarro, su medio de vida y por lo que le han contratado para participar en la cabalgata. Desolador retrato de aquella España, esta sátira feroz, desgraciadamente, aún no ha caducado.
Buenos tiempos para los lavados de conciencia, la Navidad más ácida es la que no se sale del guión, la que se mantiene en la misma rutina de pobreza e injusticia que asola al planeta el año entero. En el cine, un par de buenos ejemplos de ello son Frozen River y 4 meses, 3 semanas, 2 días, ambas protagonizadas, curiosamente, por dos mujeres.
La primera, ópera prima de la directora Courtney Hunt, se llenó de premios. Mejor Película en Sundance, es la historia de una mujer, madre de dos hijos, a la que su marido ha abandonado y ha dejado en la miseria a pocos días de la Navidad. Una india mohawk le propone ganar dinero pasando inmigrantes ilegales de Canadá a EE.UU. a través del río helado de Saint Lawrence. Historia de desesperación y de lucha femenina.
El otro título, segundo largometraje del cineasta rumano Cristian Mungiu, se alzó con la Palma de Oro en Cannes, además de con muchos otros galardones. Reconocimientos merecidísimos para la película más contundente e incontestable contra la prohibición del aborto. Gabita, una joven estudiante de la Rumanía comunista, no puede volver a casa por Navidad. Está embarazada y con la ayuda de su amiga y compañera de cuarto Otilia, va a someterse a un aborto ilegal en un hotel de mala muerte. Impresionante. Imprescindible.
Radicalmente opuesto también al espíritu navideño es Jack Skellington, el Señor de Halloween, protagonista del cuento de Tim Burton que dirigió Henry Selick Pesadilla antes de Navidad. Gótico y macabro, el filme ofrece una mirada para todos los públicos completamente diferente de estas celebraciones.
Lo mismo pasa con Willie —Billy Bob Thornton en su versión cínica—, personaje principal de la comedia negra Bad Santa. Historia de un alcohólico que roba aprovechando el disfraz de Santa Claus que se pone para trabajar. Una buena opción frente a la ñoñería navideña.
Buena, aunque no tanto como Un cuento de Navidad, magnífica película de Arnaud Desplechin, que embiste sin compasión contra el buen rollo de las reuniones familiares navideñas. No hay nada más alejado al ambiente de estas fiestas que un hijo ya adulto (Mathieu Amalric) preguntando tranquilamente a su madre (Catherine Deneuve) si alguna vez le ha querido, para recibir casi al instante un “no” seco, sincero.
Los Gremlins de Joe Dante, el Grinch de Ron Howard y algunas otras criaturas especialmente creadas para la Navidad no se atreven tanto, pero son divertidas apuestas antinavideñas. Navidades ni muy blancas ni tan negras como las que pasan los Torrance en el hotel Overlook (El resplandor, Stanley Kubrick, 1980) o como las que vive el pequeño Pietari de Rare Exports. Un cuento gamberro de Navidad (Jalmari Helander, 2011), al descubrir que Santa Claus es un monstruo.
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