Este artículo se publicó hace 13 años.
"He leído la biografía de Franco y es una equivocación"
Historiador. La RAH recurre a él para formar parte de la comisión encargada de revisar las entradas de su polémico ‘Diccionario’
Cuando tocó revisar los mitos fundacionales de la Historia de España dos décadas después del final de la dictadura y las plazas públicas se llenaron de cientos de metros cuadrados de banderas rojigualdas, a Juan Pablo Fusi (San Sebastián, 1945) le chocó el exceso de grandes símbolos, porque su generación, dice, ha creído muy poco en los símbolos. Aquella revisión también creció en voz baja, entre encargos, acuerdos y convenios. Doce años después de que el Diccionario Biográfico Español se pusiera en marcha con las firmas de Gonzalo Anes, director de la Real Academia de la Historia (RAH), y Esperanza Aguirre, entonces ministra de Cultura durante la presidencia de José María
Aznar, a Fusi le toca rectificar las equivocaciones de lo que se ha convertido en uno de los símbolos más oscuros de una España que se resiste a aceptar los términos históricos.
El pasado 17 de junio, la RAH acordó por unanimidad crear una comisión para revisar la obra en su totalidad, incluso los perfiles de los 25 tomos no publicados, aunque sigue sin aclarar desde entonces en qué términos lo hará. Los académicos Miguel Artola y Carmen Sanz acompañan al historiador independiente en esta andadura, de la que Fusi adelanta a este periódico que no saben todavía cuál es el volumen de voces a revisar, pero, "dada la polémica, nuestra atención va a ser mayor y llevaremos al máximo el celo".
El catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, miembro destacado de la Fundación Ortega y Gasset, investigador de los nacionalismos y del proceso de la construcción de la identidad nacional, reconoce que en el año 2000 la Academia le llamó para que diera vida a siete personajes de los 50.000 que forman este Diccionario. Sin embargo, el historiador necesitaba un año y la institución no disponía de tanto tiempo, debían cerrar la lista de los 4.000 biógrafos cuanto antes.
Escándalo apologéticoEsta vez la Academia volvió a llamarle, con premura para corregir los errores que han llevado a Gaspar Llamazares, portavoz parlamentario de Izquierda Unida, a calificar la obra esta semana en la Cámara como "escándalo apologético de la dictadura franquista", con "interpretaciones personales, valoraciones y juicios", "un libelo contra la democracia y la República, financiado con el dinero público" y "una operación de revisionismo propagandístico de la memoria de la extrema derecha". "¿Dónde acaba el rigor científico y dónde empieza la glosa fanática?", se preguntó Álvaro Cuesta, diputado del PSOE.
No leerán los 50 tomos en dos meses, sino una muestra de 3.000 voces En la misma jornada, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, aclaró en comisión parlamentaria las cuentas de la subvención otorgada a la RAH para la elaboración del Diccionario, que "parece indudable que existen ciertas entradas que se han apartado del necesario rigor y objetividad y de la ecuanimidad que debía presidir su elaboración". Además, aseguró que la Academia se ha comprometido a entregarle en octubre un informe sobre las entradas que se deben revisar.
"Haremos un análisis y un informe sobre el Diccionario. Tendremos una muestra para no repasar todas las entradas de los 50 volúmenes, porque es imposible leérselas todas antes de octubre. Es una muestra significativa de las entradas, unas 3.000 voces", cuenta Fusi, a las que se dedicará durante agosto y septiembre, en cuanto acabe de corregir los 260 exámenes de sus alumnos.
El director de la Biblioteca Nacional entre 1986 y 1990 describe las cinco categorías de entrada que encargaron en su día los responsables del Diccionario: media página, página completa, cuatro, cinco y ocho páginas. "Las figuras más significativas, lógicamente, son las de ocho. La muestra que la RAH hará sobre el total basculará mayoritariamente hacia las biografías de Historia Contemporánea. Calculo que estas serán un 80% de las entradas de la muestra representativa. Y hay más muestras de cuatro y ocho páginas que del resto. Son valoraciones estadísticas, pero hemos pedido que en el muestreo incluyan también los perfiles políticos y militares más sensibles", aclara por primera vez el historiador.
Peinarán todo el Diccionario, "no sólo la voz de Franco". Por cierto, ¿ha leído su entrada? "He leído la biografía de Franco y es una equivocación", reconoce tajante. En los próximos días, el equipo de la RAH entregará a los tres miembros de la comisión "varios volúmenes con anillas de las fichas de las entradas del muestreo para leer y valorar esas voces".
Insiste en que harán constar a la Academia la "revisión con urgencia de los personajes más sensibles". Carmen Sanz se encargará de Medieval y Moderna y Artola y Fusi de la lectura de Contemporánea.
"Nos vamos a encontrar con errores de interpretación y con posibles datos a rectificar. Ayudaremos a la Academia a corregir las voces que no hayan asumido la austeridad en los perfiles, como mandaba el convenio. La voz biográfica que pidió la Academia era de austeridad, reduciéndolo al máximo, hasta dejarlo en un currículum vitae. Se pidió una fórmula sin juicios analíticos", explica Juan Pablo Fusi, que todavía no ha leído lo suficiente como para comprobar la ligereza hagiográfica de algunos autores.
"Intuyo que habrá muy pocas entradas que corregir, pero muy significativas" Sobre la muestra significativa, el catedrático reconoce que podrán concretar de una manera muy clara "las revisiones urgentes a realizar". "En octubre lo tendremos finalizado y, si nos piden opinión, haremos una propuesta de cómo incluir las rectificaciones en la obra. Pero no sé si nos corresponde a nosotros hacerlo. Intuyo que la muestra dará un resultado muy bajo a corregir, pero muy significativo". Es decir, una reparación sucinta, pero grave.
Desconoce las soluciones técnicas para resolver la inserción de las revisiones, pero aclara que la RAH pretende añadir las rectificaciones en un suplemento al Diccionario. "Todas las enciclopedias tienen suplementos anuales, la de Diderot llegó a tener hasta siete suplementos, porque calcularon menos voces de las que debían", quita hierro al asunto.
"No pasa nada porque haya dos voces distintas sobre un mismo personaje, porque también ahí está el interés histórico, en dejar ambas entradas para constatar que cuando se publicó hubo una dura polémica". Ahora que lo menciona, ¿cree justificado el revuelo y la llegada del asunto al Congreso de los Diputados con la aprobación de una Proposición no de Ley para rectificarlo? "En todos los países la Historia es conflictiva, porque son temas sensibles y los recientes, más sensibles aún. Entiendo la polémica sobre ciertas voces, pero no se ha hecho justicia al esfuerzo de la totalidad. Algunos aspectos de la polémica me han parecido exagerados. Es la virulencia de las noticias. Ha ganado la excitación al análisis, pero es razonable que se rectifique", añade.
Un extraño en la AcademiaLa trayectoria de Fusi se caracteriza por analizar críticamente el pasado, para "sustituir mitos, leyendas, lugares comunes e interpretaciones deshonestas". En ese sentido, la Academia esta vez ha acertado, tendrá mucho trabajo. "A una persona como yo, que no es académica, le interesa revisar el Diccionario para ayudar a la propia historiografía. El esfuerzo merece la pena. Es un buen gesto por parte de la RAH".
La Academia pretende añadir las rectificaciones en un suplemento Esta semana un académico resumía en un artículo que "el interés de la objetividad histórica jamás puede ser un retrato fotográfico, sino una pintura inteligente del pasado", dando a entender la mano artística y libre del historiador. Sin embargo, para Fusi hay categorías para el análisis, hay "partes muy objetivables" y con "aspectos cuantitativos". "Aunque la Historia no tiene la neutralidad de la Química, sí nos permite distinguir entre la imparcialidad. La neutralidad moral con Hitler nunca es fácil, inevitablemente. Hay palabras cargadas de sentido moral: no es lo mismo hablar de rebelión, levantamiento o alzamiento", dice.
¿Y de cruzada, como ocurre en el Diccionario? "¡No! Cruzada es una adjetivación subjetiva hecha por parte de un régimen para legitimar su lectura de los acontecimientos que jamás deben utilizar los historiadores como acuñación propia. El historiador debe ser muy prudente. El análisis de las elecciones de 1931 admite poca interpretación".
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