La guerra arrasa los Bafta
El 'film' 'All Quiet on the Western Front' se lleva seis galardones en los premios británicos de cine Bafta.
Manuel Sánchez Gómez (EFE)
Madrid-Actualizado a
El conflicto bélico, caracterizado en la crueldad de la Primera Guerra Mundial que representa el film All Quiet on the Western Front, arrasó en los premios Bafta, los más importantes de la industria británica, con seis galardones, incluido el de mejor película. La cinta dirigida por Edward Berger, que se recrea en la soledad, lo inhumano y la barbarie del conflicto, se convirtió en la gran triunfadora de la velada inglesa con el premio a mejor película, mejor película de habla no inglesa, mejor guion adaptado, mejor banda sonora, mejor sonido y mejor fotografía.
All Quiet on the Western Front está basado en el libro homónimo que fue escrito por un veterano alemán de la Gran Guerra y cuya adaptación al cine fue acogida por Netflix. La gala también encumbró a Elvis, que se llevó cuatro máscaras doradas, dando la sorpresa con la de mejor actor, en la que Aston Butler se impuso a los veteranos Colin Farrell, que competía por The Banshees of Inisherin, y Brendan Fraser, por The Whale. El 'biopic' del legendario artista estadounidense, relatado desde los ojos de su agente, se impuso también en mejor casting y mejor vestuario.
La gala por primera vez desde 2016 salió del clásico Royal Albert Hall y se trasladó a orillas del Támesis, al hormigón armado que supone la estructura del Royal Festival Hall, imponente por dentro, pero carente de la magia que desprende el Royal Albert Hall. La ceremonia, pese a los intentos de Richard E. Grant de aportar humor y calidez, se mostró más pesada que otros años, con unas actuaciones musicales descafeinadas y con un ritmo desatinado que alargó el acto hasta las tres horas.
Jamie Lee Curtis, nominada a mejor actriz secundaria, aportó uno de los mejores (y escasos) chistes de la noche al criticar la decisión de Netflix de prohibir compartir cuentas. "Todos los miembros de la industria compartimos la misma. Ya os sabéis la contraseña", dijo la actriz. Por su parte, Troy Kotsur, actor sordo que ganó el año pasado el Bafta a mejor actor secundario por Koda, cometió uno de los errores de la noche, que quedó en anécdota, al anunciar el premio a mejor actriz secundaria a Carey Mulligan, cuando la ganadora había sido Kerry Condon.
Un error de comunicación con los intérpretes pareció ser el causante de la confusión. También se puede ver como un error el hecho de que la organización no incluyó al cineasta Carlos Saura en su repaso a los fallecidos en los últimos doce meses. Grant, entre lágrimas, dio paso a un vídeo en el que se omitió al cineasta español, pero en el que sí estuvieron Raquel Welch, James Caan, Jean-Luc Godard, Gina Lollobrigida y Ray Liotta, entre muchos otros. En el recuerdo estuvo también la reina Isabel II, a la que Helen Mirren, su intérprete en la película de 2006 The Queen, dio un emotivo discurso, mientras el príncipe Guillermo y Kate Middleton lloraban en sus asientos.
Cate Blanchett ganó el Bafta a mejor actor principal, mientras que Everything Everywhere All At Once fue la gran decepción de la noche y solo convirtió una de sus diez nominaciones en un premio (mejor edición). Pinocchio, de Guillermo del Toro, se hizo con el galardón a mejor película animada y apunta a ganador en los Óscar, en tanto que Argentina, 1985 perdió en la categoría de mejor película de habla no inglesa ante All Quiet on the Western Front. La hispanocubana Ana de Armas, que competía por la máscara dorada a mejor actriz, se fue con las manos vacías.
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