Este artículo se publicó hace 3 años.
El universo masculino, sus vergüenzas y dolores
La cineasta neozelandesa Jane Campion regresa al cine después de doce años con 'El poder del perro', adaptación de la novela de Thomas Savage, una poderosísima película en la que mira por primera vez de frente el universo masculino y con la que ganó el León de Plata a la Mejor Dirección en Venecia.
Madrid--Actualizado a
La masculinidad es una cárcel, puede ser altamente tóxica y, sin duda, está en crisis. La cineasta Jane Campion mira por primera vez de frente al decadente universo masculino y, tras desmenuzarlo y examinarlo, lo expone con todas sus vergüenzas y dolores. Doce años después de su anterior película, esta intuitiva, poderosa y brillante creadora vuelve con El poder del perro, adaptación al cine de la novela de Thomas Savage (Alianza), y deslumbra con su combinación de sentimiento y furia.
Western moderno, que ella prefiere llamar post-western y que otros ya califican como revisionista o anti western, la película honra, sin disimulos, a los clásicos del género y al mismo tiempo los pulveriza por lo que contienen de ponzoñosa virilidad. León de Plata a la Mejor Dirección en el Festival de Venecia –donde la cineasta se convirtió en la primera mujer en ganar un León de Oro en la historia del certamen (El piano, 1993)- y Premio del Público en Toronto, El poder del perro estuvo en el Festival de San Sebastián y llega ahora a las salas.
Deseos reprimidos
Con un Benedict Cumberbatch absolutamente entregado a los deseos de la cineasta, portentoso en la maldad y el suplicio que despliega su personaje, y con una robusta creación por parte de Kirsten Dunst, la película avanza a través de la corrosión emocional del primero. Son los años veinte en Montana, los hermanos Burbank, Phil y George, hacendados poderosos, se ocupan de su inmenso rancho, comparten habitación y vida.
Phil es un vaquero mezquino, cruel, grosero, un macho del oeste americano de piel muy fina y que ha estudiado en la Universidad, un tipo que vive intensamente el dolor interior y la rabia de unos deseos reprimidos por los rígidos valores de la familia y de la comunidad. George es amable y sensible y el involuntario causante del estallido familiar, cuya mecha prende el día que aparece casado con Rose, la viuda del pueblo. Unos celos pueriles enfrentan a Rose con Phil, que verterá su sadismo y su inquina contra ella utilizando a su hijo Peter, un joven estudiante homosexual.
"Cautivador y vicioso"
Jane Campion estaba pensado en retirarse cuando leyó la novela de Thomas Savage y apostó por aparcar su decisión y volver al cine después de años dedicada a la serie The Top of the Lake. Intimidada, según ella misma ha confesado, por el universo masculino en el que iba a embarcarse, no pudo escapar a la oportunidad que le ofrecía el personaje de Phil Burbank, al que la escritora Annie Prouls (Brokeback Mountain) define en el prólogo de la novela como "uno de los personajes más cautivadores y viciosos de la literatura estadounidense".
Un hombre que bien podría haber nacido para que hoy la cineasta mostrara al mundo las flaquezas de la masculinidad tóxica, sus consecuencias, la perversidad del machismo y el deseo homosexual reprimido, al tiempo que bucear en la amenaza de la modernidad en las formas tradicionales y caducas de vivir. Montana años 20 es el tiempo en que los automóviles y los trenes, las grandes ciudades y sus costumbres, están llegando para ahogar la rutina de los ganaderos del campo.
El movimiento #Metoo
"El movimiento #MeToo probablemente influyó en mi decisión. Fue una fuerza tan poderosa que creo que abrió un espacio completamente diferente para explorar este tipo de temas. Era como si esas mujeres, en su mayoría mujeres jóvenes, hubieran pelado tantas capas de la cebolla en lo que respecta a la masculinidad, que crearon un espacio para que viejos guerreros como yo exploraran una historia muy masculina como ésta", declaró Jane Campion a Sean O'Hagan en una entrevista para The Guardian.
Una historia que se presenta ya como una advertencia desde el título, una expresión que procede del Salmo 22:20, palabras de Jesucristo en la cruz: "Libra de la espada mi alma, del poder del perro mi vida". "El poder del perro son todos esos impulsos, todos esos impulsos profundos e incontrolables que pueden venir y destruirnos. Incluso Donald Trump tiene problemas para mantener su poderosa fachada masculina. Ni siquiera pudo decir la palabra 'perdí'. Decir la palabra 'fracaso' no es una opción para alguien como él, para este tipo de hombres", aclaró Jane Campion en unas declaraciones a Indie Wire.
Mujer en la industria del cine
Obsesionada con una imagen que surgió de la novela (la del joven Peter con un gran sombrero de vaquero paseando ante los trabajadores del rancho que le gritan "maricón"), la cineasta se lanzó al rodaje de esta película, con la que, además, ha querido hacer una clarísima declaración de intenciones sobre su postura como mujer en la industria del cine. Tras años trabajando con técnicos hombres con los que ha tenido magnífica sincronía, Campion ha desafiado al dominio masculino del cine incorporando a mujeres cineastas en el equipo.
Adam Arkapaw, habitual director de fotografía en sus películas, ha cedido el espacio a la fotógrafa Ari Wegner, que fue muy bien recibida por las productoras Tanya Seghatchian, Libby Sharpe y Chloe Smith. "La igualdad de las mujeres sigue siendo un problema que me preocupa, una pequeña obsesión para mí".
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