Este artículo se publicó hace 12 años.
Descubiertos posibles trazos de un fresco oculto de Da Vinci
Un pigmento negro hallado bajo el mural de Vasari en una sala del Palazzo Vecchio podría dar con 'La Batalla de Anghiari' del genio renacentista
Bajo uno de los muros decorados por Giorgio Vasari en una de las salas de Palazzo Vecchio de Florencia podría esconderse uno de los frescos más importantes del Renacimiento. El que pintó el genio Leonardo Da Vinci en los primeros años del siglo XVI y que representaba La Batalla de Anghiari.
Composición parecida a la usada en la 'Gioconda' y el 'San Juan Bautista'Un equipo de investigadores italianos han hallado restos de pigmento negro que podrían pertenecer a dicho fresco. El director de la investigación, el italiano Maurizio Seracini, ha explicado a los medios que la muestra de material negro, encontrado en una pared oculta tras un falso muro en el Salón de los Quinientos del Palacio Viejo, tiene una composición química compatible con la usada por el genio renacentista en la Gioconda y en el San Juan Bautista, que se conservan en el Museo del Louvre de París.
"Aunque estamos aún en la fase preliminar de la investigación y hay aún mucho trabajo que hacer para poder resolver el misterio, las pruebas demuestran que estamos buscando en el lugar adecuado", dijo el investigador.
El misterio sobre el paradero del fresco de Leonardo se remonta al 1560, varias décadas después del proyecto del mismo (1503), cuando el pintor y arquitecto toscano Giorgio Vasari (1511-1574) recibió el encargo de decorar y reestructurar el Salón de los Quinientos del Palazzo Vecchio.
A partir de ahí empiezan las cábalas sobre qué hizo Vasari con el fresco de Leonardo, que tenía problemas de conservación por la técnica que había utilizado para pintarlo, pero que muchos reprodujeron pues pudieron contemplarlo durante los años que estuvo la obra expuesta en esa sala, en la que se reunía el Consejo Mayor de la República de Florencia.
Seracini obtuvo en 2007 la autorización del Gobierno italiano para proceder a la exploración de la pintura de Vasari sobre la batalla de Marciano en Val di Chiana, y guiado por una inscripción a 12 metros del suelo sospechó que la pared este de la sala, donde se encuentra el anterior cuadro, podía ocultar el fresco de Leonardo da Vinci.
En esa inscripción, un soldado florentino de la pintura de Vasari, mueve un estandarte con las palabras "Cerca trova" ("El que busca encuentra"), algo interpretado por el investigador como una pista que pudo dejar el arquitecto, quien, como admirador del trabajo de Leonardo, habría intentado conservar la obra del autor de la Gioconda.
Con un radar, el equipo de investigadores descubrió un espacio vacío entre la pintura de Vasari y el muro posterior, y mediante una sonda con microcámara, introducida a través de seis pequeños orificios en la pared falsa,una capa beige que solo pudo ser pintada con pincel.
Además de los restos de pigmento negro y de la capa beige, se han localizado varios fragmentos de material rojo, que se pueden asociar a una laca de ese color, cuya presencia es muy improbable en la construcción de una pared normal.
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