Tráiler en exclusiva de 'La semilla de la higuera sagrada', película de Mohammad Rasoulof rodada en clandestinidad

El cineasta Mohammad Rasoulof siguió desde prisión los cambios sociales que se producían en su país en 2022. “Las protestas iban en una dirección inesperada y tuvieron un impacto significativo. Nos sorprendió el alcance de las protestas y la valentía de las mujeres. Cuando salí de la cárcel, la pregunta importante era ¿debía hacer una película?”

A raíz del asesinato a manos de la policía de la joven Mahsa Amini y de la reacción impresionante de las mujeres en las calles, el cineasta decidió, a pesar de tenerlo prohibido por el régimen, rodar una película sobre ello, que es también una historia sobre la crueldad del sistema judicial en su país.

La semilla de la higuera sagrada presenta al juez de instrucción Imán, que se enfrenta a la paranoia en medio de los disturbios políticos de Teherán. Cuando su pistola desaparece, sospecha de su mujer y sus hijas, imponiendo medidas draconianas que tensan los lazos familiares a medida que las normas sociales se desmoronan.

“Lo que más deseo es estar y trabajar en mi país”, dijo el cineasta al recoge la Espiga de Honor en la Seminci de este año, donde presentó la película, de la que recordó que, durante la estancia en prisión donde se gestó el proyecto, tuvo “la suerte de estar durante muchos años con personas que hacían censuras y planteaban preguntas, hasta el punto que me familiaricé con su estado psicológico y un carcelero me dijo que sufría muchísimo y había pensado en el suicidio, tras la presión que le había sometido su mujer e hijas que no entendían que un hombre tan bueno y respetable trabajara para el Gobierno”.