Este artículo se publicó hace 13 años.
Celedonio, el contable que nunca decía no
El contable de Microgénesis trabajaba sin cobrar para otras seis sociedades
En el entramado de empresas montado por José Luis Rodríguez Neri, directivo de la SGAE, y su socio Rafael Ramos, director de Microgénesis, destaca la presencia de Celedonio Martín, la pieza que hacía girar el engranaje contable sin que se notaran los voluminosos agujeros. Martín, contable de Microgénesis, era el brazo ejecutor de Neri y Ramos en el presunto desvío de fondos que fluía desde la SGAE hasta la red de empresas parasitarias.
En el interrogatorio con la Guardia Civil del 2 de julio en Tres Cantos, Celedonio Martín reconocía llevar o haber llevado la contabilidad de seis empresas (Sciralia, Hipotálamo, Micromega, Luna Negra, Coqnet y Ribera de Mayorga) sin cobrar por ello. "Lo hacía gratis por subordinación a Neri y Ramos", declaró Martín. Exacto, el sueño de todo empresario.
En muchos casos, no le resultaba difícil llevar la contabilidad de estas empresas, ya que algunas no estaban en ningún sitio ni tenían empleados. Es el caso de Hipotálamo, sociedad que recibía ingresos desde la SDAE, cuyo domicilio social era la casa de Neri y que tenía unos gastos ciertamente peculiares: "Tarjetas visa y joyas", declaró Martín.
"Lo hacía gratis por subordinación a Neri y Ramos", declaró Martín
El contable administraba las finanzas de tantas sociedades que sus lagunas a lo largo del interrogatorio son clamorosas. No sabe quién le contrató para llevar la contabilidad de Hipotálamo, tampoco sabe si Micromega tenía empleados, ni si Ribera de Mayorga tenía actividad alguna.
Tejido societario fantasmaA Martín no le pareció raro que Hipotálamo, una sociedad sin empleados creada por Neri, le pagara servicios a Luna Negra, otra empresa sin instalaciones cuya única empleada era la compañera de Neri, María Antonia García Pombo; tampoco que Ribera de Mayorga, otra sociedad fantasma, recibiera ingresos de Microgénesis. Las diligencias policiales destapan que todas estas empresas tienen tres cosas en común: el dinero que recibían procedía de la SDAE, el contable era Celedonio Martín y el administrador en la sombra era José Luis Rodríguez Neri.
Algunas empresas no estaban en ningún sitio ni tenían empleados
Uno de los pinchazos telefónicos a Rafael Ramos revela los malabarismos que en algunos casos le obligaban a hacer a Celedonio Martín para llegar a fin de mes, sobre todo cuando la empresa matriz, Microgénesis, estaba "seca", como dijo el contable en una conversación del pasado 29 de junio. En esa llamada, Martín explicaba que tendría que hacer "cambalache" para cuadrar cuentas cuando Ramos le dijo que no podían "hacer las operaciones de una empresa". "Cele", como le llama Ramos, respondió: "Todos me piden anticiparme, pero estas cosas hay que hacerlas con tiempo porque estamos a final de mes y ahora la tesorería la tengo pues un poquito jodida".
Cuentas malabaresEl comentario final de Martín, transcrito en el informe elaborado por la Guardia Civil, es una muestra de los quebraderos de cabeza que provoca llevar la contabilidad de media docena de empresas sin saber exactamente ni dónde están ni quién está detrás de ellas: "Ya he transferido las nóminas de Microgénesis y me faltan las de Media, transferir saldo de varias cuentas a una y pagar a cuenta de la factura de los servicios de los 570.000 euros, le pagaré de una cuenta o varias cuentas 20.000 euros para hacer el pago de las otras". Celedonio Martín concluye con un revelador: "Ya sabes que estas cosas me joden mucho".
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