Este artículo se publicó hace 14 años.
"El principio de todo está en nuestro cerebro"
El neurólogo Antonio Damasio, premio Príncipe de Asturias 2005, publica ‘Y el cerebro creó al hombre’ (Destino), libro que explora los mecanismos de la conciencia
Antonio Damasio (Lisboa, 1944), profesor de Psicología y Neurología en la Universidad del Sur de California, acaba de ser investido Doctor Honoris Causa por la Universitat Ramon LLull, en Barcelona. Su último libro, Y el cerebro creó al hombre (Destino), explora los mecanismos de la conciencia.
¿Qué desvela en su libro?
Me interesa entrar en detalle en nuestra propia biología, en cómo nuestro cerebro construye la mente y permite que esa mente sea consciente. Esas son las cuestiones fundamentales para que los seres humanos podamos entendernos a nosotros mismos y para que podamos comprender y entender el mundo que nos rodea.
El principio de todo, entonces, está en el cerebro.
En cuanto a nuestra vida consciente, sí; pero, antes del cerebro, existe la vida en nuestro cuerpo.
Antes de que se cree la mente, ¿sólo hay vida?
Científicamente, sí.
Sostiene que la mente es algo físico
Para mí, sí. Lo que pasa es que tenemos una intuición, bastante extraña, que nos induce a pensar que la mente no es física. La mente, de hecho, es un proceso que ocurre en las redes de neuronas que están conectadas muy estrechamente a nuestro cuerpo.
¿Cómo el cerebro construye la mente?
A través del trabajo de esas neuronas y del hecho de que el contenido de nuestra mente se reproduce mediante mapas del mundo exterior e interior. Todo se cartografía en la corteza visual. En cuanto a la mente, construimos una organización, que es el yo.
¿Cuándo podemos decir que ya está todo hecho?
Es un proceso que va desarrollándose poco a poco. Evidentemente, uno no nace con la misma mente que adquirirá con el tiempo a lo largo de su vida. Es un proceso muy gradual de desarrollo de nuestras redes del cerebro, que se ha ido desarrollando a lo largo de millones de años.
En su libro defiende que la cultura juega un papel importante en este sentido.
Intento explicar que partimos de una mente y un yo que está organizado en mayor parte por nuestro genoma. La evolución empieza a partir de organismos unicelulares; cada vez creamos organizaciones más complejas y, a medida que se va volviendo más complejo el cerebro, somos capaces de producir una conducta; luego se produce la mente; después, a la larga, esa mente desarrolla también la conciencia. Entonces se nos abre todo el mundo y somos capaces de construir instrumentos culturales, sistemas morales, de creencias, socioeconómicos, artes, ciencia Y eso es la cultura. Y cuando tenemos todo eso el mundo se vuelve todavía más complejo. Por eso afirmo que no sólo somos unas simples neuronas sino que somos unas neuronas muy bien organizadas y que, cuando estamos en una cultura, somos capaces de desarrollar un nuevo nivel de organización y de regulación de la vida.
Todo ello es lo que permite abordar el conflicto social
Sí. Tenemos la posibilidad. Si se entiende cómo se procesan algunas emociones, podemos entender los conflictos sociales.
¿Dónde surgen las emociones?
Pertenecen al organismo. Las emociones se crean en el cerebro y van hacia el cuerpo; cuando las sentimos, lo hacemos en el cerebro; es decir, que regresan allí. Es un circuito de ida y vuelta.
¿Tenemos aptitudes innatas?
Sí. Hay personas con mayor don para las artes visuales, la música... Innato significa que se ha nacido con una determinada aptitud. Pero a veces uno nace con ella y a veces se desarrolla a edades muy tempranas. Prefiero decir que se desarrolla en fases tempranas, en vez de en fases tardías.
¿En el resto de animales, el proceso es el mismo?
Es muy parecido, pero nosotros tenemos una mente y una conciencia mucho más compleja que el resto de animales.
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