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Las orcas se atreven con el mayor animal del mundo, la ballena azul

Primeros ataques documentados de manadas que persiguen, matan y se comen su presa, en aguas del suroeste de Australia.

Una orca hembra atrapa un arenque mientras nada en la región del fiordo Reisafjorden, cerca de la ciudad norteña noruega de Tromso en el Círculo Polar Ártico, el 13 de enero de 2019.
Una orca hembra atrapa un arenque mientras nada en la región del fiordo Reisafjorden, cerca de la ciudad norteña noruega de Tromso en el Círculo Polar Ártico, el 13 de enero de 2019. Olivier Morin / AFP

Las lenguas de las ballenas azules son un manjar para las orcas. Es uno de los detalles llamativos que emergen de la relación de los tres únicos ataques documentados de grupos de orcas a ballenas azules, con resultado de muerte, que acaban de publicarse. Las orcas, también conocidas como ballenas asesinas, cazan y consumen presas de mayor tamaño que el suyo, pero hasta ahora no se había confirmado que también se atreven con el mayor animal del mundo, la ballena azul. Los ataques se produjeron en aguas de la costa suroeste de Australia.

Las orcas son superdepredadores marinos que cazan casi cualquier especie de los grandes animales que habitan los océanos y se sabe que se atreven a atacar las crías de las grandes ballenas, pero se debate si también atacan adultos sanos de las especies de mayor tamaño, explican los investigadores, liderados por Johan Totterdell, del Centro de Investigación de Cetáceos de Esperance (Australia), en la revista Marine Mammal Science. Este tema interesa para conocer los efectos de las orcas en las comunidades marinas y su impacto en las poblaciones de ballena azul que todavía se están recuperando de la casi extinción causada por la caza humana. Islandia, uno de los últimos países que practica la caza de ballenas, acaba de anunciar que dejará de hacerlo en 2024 por falta de demanda.

Pitman: "Es el mayor evento depredador del planeta, el mayor superdepredador y la mayor presa"

Los ataques registrados de manadas de orcas que actúan de forma coordinada, se produjeron en marzo y abril de 2019 (dos ataques con 16 días de diferencia) y marzo de 2021. El primero fue a una ballena azul adulta de 22 metros de largo, que cuando llegaron los observadores ya estaba a medio consumir. Hasta 50 orcas participaron en el festín durante seis horas más. En el segundo caso unas 25 orcas atacaron una cría de ballena azul de 12 metros de largo. En el tercero una ballena de 14 metros fue perseguida durante hora y media por las orcas hasta que la rodearon y mataron.

La estrategia observada es atacar en manada y mientras unas orcas sumergen la ballena desde arriba, otras se centran en la cabeza y la lengua, que parece ser su bocado preferido. "Es el mayor evento depredador del planeta, el mayor superdepredador y la mayor presa", ha declarado a National Geographic Robert Pitman, de la Universidad de Oregon (EE UU) y coautor del trabajo.

Una ballena azul de edad desconocida yace en las orillas del Parque Provincial Crystal Crescent Beach, a 10 de septiembre de 2021, Canadá.
Una ballena azul de edad desconocida yace en las orillas del Parque Provincial Crystal Crescent Beach, a 10 de septiembre de 2021, Canadá. Ted Pritchard / REUTERS

Aunque las orcas pueden llegar a medir 9 metros, ese es el caso de los machos. Sin embargo, los ataques observados fueron liderados por hembras y los investigadores creen que su agresividad se debe a la necesidad de alimentar a sus crías. Existen dos poblaciones semipermanentes de orcas en la bahía de Bremer, donde se han producido estos dramas naturales, y muchos de sus individuos ya son conocidos por los observadores de estos cetáceos que, aunque se les denomine ballenas asesinas, no son ballenas sino delfínidos.

Las orcas (Orcinus orca) viven en comunidades lideradas por las hembras de mayor edad y sus descendientes femeninos directos y aprenden durante décadas a cooperar para sobrevivir. Su población total es desconocida. En cuanto a la ballena azul (Balaenoptera musculus), sus poblaciones se están recuperando, tras su casi desaparición en el siglo pasado, por la prohibición de cazarlas. Se estima, sin embargo, que solo hay entre 5.000 y 15.000 ejemplares en todo el mundo.

Según Pitman, es probable que las orcas siempre hayan cazado ballenas azules y que tuvieran que cambiar a otras especies cuando se volvieron tan escasas.
Ahora, aunque no cree que las orcas supongan un peligro para la recuperación de la ballena azul, sí espera que se observen más ataques como los recién documentados a medida que aumenta la población, a no ser que las ballenas azules, como se sospecha que hacen otras ballenas, aprendan a evitar en sus rutas migratorias las zonas que habitan las orcas.

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