La nave espacial 'Parker', a punto de "tocar el Sol" esta Nochebuena
Se colocará a solo seis millones de kilómetros de la superficie, convirtiéndose en el artefacto que más cerca ha llegado a nuestra estrella jamás construido por el ser humano, según ha anunciado la NASA.
La nave espacial Parker se colocará este martes a solo seis millones de kilómetros de la superficie del Sol, convirtiéndose en el artefacto más cercano a nuestra estrella jamás construido por el ser humano. Según ha anunciado la NASA, esta proximidad permitirá llevar a cabo "mediciones inéditas y revolucionarias".
Lanzada en agosto de 2018 desde Cabo Cañaveral, Florida (EEUU), la sonda Parker, con un peso de 685 kilos, fue diseñada para "tocar el Sol". A partir de esta Nochebuena, comenzará a orbitar la capa exterior de la atmósfera solar, protegida por un escudo térmico capaz de resistir temperaturas de hasta 1.400 grados Celsius.
Parker se aproximará a una distancia equivalente a nueve veces el radio del Sol, en lo que será el primero de varios acercamientos programados hasta junio de 2025. Durante estos, alcanzará una velocidad de 692.000 kilómetros por hora (430.000 millas por hora), estableciendo así un récord como el objeto más rápido jamás creado por el ser humano, según ha confirmado la NASA.
"Será capaz de realizar mediciones inigualables en esta región, observaciones sin precedentes que podrían revolucionar nuestra comprensión del Sol", ha señalado recientemente Cristian Ferradas, físico espacial de la división de Heliofísica del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, en declaraciones a Efe.
La nave 'Parker' completará 24 órbitas alrededor del Sol
Para esa fecha, y tras su primer acercamiento al Sol, los ingenieros de la NASA estiman que la nave habrá completado 24 órbitas alrededor de la estrella. Su escudo térmico, compuesto por carbono y con un grosor de 11,43 centímetros, soportará temperaturas de más de un millón de grados y mantendrá sus cuatro instrumentos de medición a temperatura ambiente, es decir, alrededor de 29 grados Celsius.
"Aunque la temperatura en esta región de la corona solar es extremadamente alta, la densidad es muy baja, lo que significa que hay muy pocas partículas calientes que transfieran energía a la nave. La corona es muy tenue, lo que contribuye a que la nave no se derrita", ha explicado Ferradas.
A pocas horas de que ocurra este acercamiento, los investigadores de la NASA advierten que no será sino hasta el próximo 27 de diciembre cuando se reciban las comunicaciones de la sonda, lo que permitirá evaluar el desarrollo de la misión.
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