Este artículo se publicó hace 3 años.
GordofobiaUn informe analiza el lenguaje de medios, industria y moda para estudiar la génesis de la gordofobia
Una investigadora de la UMA analiza el léxico sobre la gordofobia en un corpus compuesto por más de 100 textos del entorno digital.
Madrid-Actualizado a
El estudio titulado 'Léxico e ideología sobre la gordofobia en la comunicación digital', considera establecido un discurso hegemónico que se transmite desde los medios de comunicación, la industria cosmética o la moda y por el que se ha normativizado la delgadez e instaurado una estigmatización con aquellas personas, especialmente mujeres (a las que se interpela en más del 50% de los términos normalizados), que no cumplen con el canon establecido.
Susana Guerrero Salazar, catedrática de Lengua Española de la Universidad de Málaga (UMA), ha recopilado un corpus de 100 textos con el objetivo no solo "conocer el léxico utilizado en torno al fenómeno de la gordofobia, sino también el contexto social en que se inscribe y sus mecanismos de reproducción, pues partimos de la hipótesis de que existe una consciencia sobre el léxico concreto que se emplea sobre la gordura y, dependiendo de los actores del discurso, dicho léxico puede ser encubridor (eufemístico) o, por el contrario, claramente directo (incluso disfemístico)".
"Los discursos convencionales que atañen a belleza y moda, por norma general, no hacen una crítica explícita a los cánones de belleza; en ellos no aparece el término gordo/a, sino que se opta por expresiones eufemísticas y metafóricas (curvy, voluptuosa, talla grande, kilos de más)", ha apuntado la profesora de la Universidad de Málaga.
En los 100 textos analizados se registran 85 formas distintas de aludir a la gordura, distribuidas en aquellas referidas solo a mujeres (43), solo a hombres (17) o ambos sexos (25). De este modo, los datos cuantitativos del estudio revelan que el 50% de los términos constatados se refieren exclusivamente a mujeres, con una gran variedad (disfemismos, eufemismos, neologismos), mientras que el 20% se refiere con exclusividad a hombres.
Además, el estudio revela que coexisten discursos híbridos en el entorno digital, pues de manera paralela al activismo feminista se han ido creando blogs de moda que, desvinculándose del feminismo radical, asumen algunas de las reivindicaciones y "reproducen parte de los debates terminológicos, cuestionan también algunos neologismos o defienden el uso de la palabra gorda", ha sentenciado la investigadora.
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