Este artículo se publicó hace 9 años.
Cada año ocho millones de toneladas de plásticos van a parar al mar
Un nuevo cálculo eleva la contaminación por materiales derivados del petróleo que se extiende por los océanos mientras Nueva York prohíbe los envases de poliestireno
Malen Ruiz de Elvira
-Actualizado a
En los océanos está prohibido desde hace décadas verter residuos radiactivos y también se vigilan otro tipo de vertidos pero no se han tomado medidas efectivas hasta ahora para disminuir, al menos, la contaminación por materiales plásticos, que es probablemente la más preocupante de todas.
En forma de pequeñas partículas que alcanzan los sedimentos marinos para quedarse durante centenares de años, los restos de plásticos concluyen su ciclo contaminante en todos los mares del mundo, en cantidades crecientes con consecuencias desconocidas a largo plazo y causan innumerables víctimas entre los animales marinos que los ingieren. Sin embargo, aunque todo el mundo ha visto restos de plásticos al bañarse en una playa, la dimensión del problema no se conoce realmente porque cuantificar estos restos es difícil. Ahora lo ha intentado un equipo científico que ha llegado a la conclusión de que unos ocho millones de toneladas de plástico pasan todos los años de la tierra al mar en las costas de 192 países ribereños (entre ellos España) por no tratarse los residuos convenientemente.
¿Esto es mucho o es poco? Los investigadores dicen que es mucho más de lo que se suponía y lo explican así. En el año estudiado (2010) la producción total de basura de plástico en esos países fue de 275 millones de toneladas, o sea que una proporción significativa (un 3%) termina en el mar. “Ocho millones de toneladas es el equivalente a encontrar cinco bolsas de supermercado llenas de plástico cada 30 centímetros de costa de los 192 países estudiados”, dice Jenna Jambeck, ingeniera de la Universidad de Georgia (EEUU), que ha dirigido el estudio. “Esta cifra aumenta cada año y nuestra estimación para 2015 es de 9,1 millones de toneladas”.
“Ocho millones de toneladas es el equivalente a encontrar cinco bolsas de supermercado llenas de plástico cada 30 centímetros de costa de los 192 países estudiados”,
Los informes sobre contaminación del mar por residuos de plástico empezaron en los años setenta del siglo pasado. Al ser un material relativamente nuevo, no empezó a tratarse como residuo fuera de los vertederos tradicionales hasta hace pocos años y solo en algunos de los países desarrollados. En España sigue sin tratarse gran parte del plástico que no son determinados envases.
En 2013 la producción de resina plástica en el mundo alcanzó los 299 millones de toneladas, lo que supone un 647% de incremento respecto a la producción de 1975, hace solo 40 años. Los datos indican que a medida que se desarrolla un país aumenta su consumo de plástico, gran parte de éste en forma de elementos de un solo uso, como los envoltorios o las bolsas. Actualmente los residuos plásticos superan el 10% (en masa) del total de residuos en la mitad de los 105 países de los que se dispone de datos
Por países, que no por habitante, la lista de los 20 mayores contaminantes la encabeza China, seguida de otros 11 países asiáticos, Turquía, cinco países africanos y Brasil. El último de estos 20 es Estados Unidos. Sin embargo, si la Unión Europea se considerara como un país, ocuparía el lugar número 18 de la lista.
Un problema no se puede resolver si no se conoce, y este estudio, junto a otros anteriores, proporciona información útil para intentar limitar esta fuente de contaminación. Sin embargo, siguen siendo aproximaciones. Los ocho millones de toneladas citados reflejan el valor medio de un intervalo que va entre los 4,8 y los 12,7 millones, que son los datos obtenidos por los investigadores según el modelo que han elaborado sobre el vertido de residuos sólidos.
En 2013 la producción de resina plástica en el mundo alcanzó los 299 millones de toneladas
La incertidumbre es todavía mayor cuando se trata de saber cuánto plástico está ya en el fondo del mar, porque las distintas investigaciones realizadas en la superficie arrojan cifras dispares, de entre 6.350 y 245.000 toneladas que flotan, muy inferiores a lo estimado. “Este estudio refleja todo lo que todavía no sabemos”, ha señalado Kara Law, de la Sea Education Association. “Tiene que haber mucho plástico en el fondo de los océanos y de las plataformas continentales en todo el mundo”.
¿Y las soluciones? Está claro que la contaminación por plásticos del mar no se puede tratar por ahora y probablemente no se pueda tratar nunca, así que la primera y más obvia solución es limitar el uso del plástico, indican los investigadores, y aumentar la tasa de recogida y reciclaje, impidiendo su “fuga” hacia el mar. La ciudad de Nueva York ha prohibido ya, por ejemplo, el uso de envases de poliestireno, tras concluir que no son reciclables en la práctica. Nueva York se suma así a otras 100 ciudades estadounidenses y se ahorrará 28.000 toneladas anuales de material destinado al vertedero. El poliestireno es muy barato y ligero e indudablemente forma parte de los plásticos vertidos al mar. Mientras, Europa no contempla esta medida en su conjunto y en España, por ejemplo, aumenta el uso de botellines de agua mineral y se empaquetan cada vez más con este material pequeñas cantidades de productos perecederos, como unos puerros o unas cebolletas, sin que el consumidor se plantee las consecuencias de tal derroche.
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