Este artículo se publicó hace 5 años.
OrgasmoEn busca del origen científico del orgasmo femenino: ¿tenía un fin reproductivo?
Un nuevo estudio elaborado por la Universidad de Yale y el Hospital Infantil de Cincinnati explica que el orgasmo en las mujeres podría haber sido necesario para producir la ovulación, algo que sucede en otras especies de mamíferos.
Madrid-
El orgasmo de las mujeres es uno de los grandes misterios de la fisiología femenina. Las investigaciones para descubrir cuál es su función biológica actual o ancestral ha sido una de las más complicadas para biólogos y antropólogos. Y, de nuevo, un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Yale y el Hospital Infantil de Cincinnati, que se publica en el Journal of Molecular and Developmental Evolution, ha buscado indicios en su origen evolutivo para llegar a comprender algo más sobre el placer sexual femenino.
“El orgasmo masculino tiene una misión clara en la reproducción, que es la transferencia de esperma, no existe tal función en las mujeres. Las mujeres pueden quedar embarazadas sin tener un orgasmo”, aclara la investigadora Sinc Mihaela Pavlicev, del Hospital Infantil de Cincinnati y coautora del estudio.
“Entonces, ¿para qué sirve?”, se pregunta el otro autor del estudio, Gunter Wagner, de la Universidad de Yale. “Es una pregunta que ya se hacía Aristóteles. Y hay una pieza clave en este puzle: algunas mujeres no llegan al orgasmo en sus relaciones sexuales. Si tuviera una función biológica clara, el mecanismo debería ser más efectivo”, insiste Wagner.
El orgasmo es lo que sobrevive
La respuesta a la que han llegado estos investigadores es que el orgasmo de las mujeres es un vestigio evolutivo que no tiene utilidad práctica para la reproducción, aunque una vez la tuvo: desencadenaba la ovulación. Y “ahora posee nuevas funciones, como sus beneficios psicológicos”, explica Wagner.
El ciclo de ovulación de las humanas es independiente de su actividad sexual, sin embargo, en otras especies de mamíferas viene inducido a través de la cópula. Por esta razón, los investigadores han establecido la hipótesis de que antiguamente las hembras humanas también ovulaban después del clímax sexual, y la evolución modificó este proceso hacia una ovulación espontánea.
No parece existir ninguna asociación entre el placer sexual de las mujeres y la reproducción
Esto significaría que el orgasmo femenino es un resto de aquella función que tenía en nuestras antepasadas y que actualmente se ha perdido, ya que hoy en día no parece existir ninguna asociación entre el placer sexual de las mujeres y la reproducción. Sin embargo, una característica permanecería invariable desde entonces: la descarga neuroendocrina de prolactina y oxitocina, hormonas que segregan las mujeres en el clímax, juegan un papel esencial en la ovulación de las mamíferas.
“Observamos que el aumento hormonal que acompaña al orgasmo femenino humano también está presente en otras especies y es especialmente importante en aquellas que no ovulan espontáneamente, sino solo después de la cópula, como el conejo, el gato o el hurón”, indica a Sinc Pavlicev. Para la investigadora son estas hormonas, fruto de los orgasmos, las que inducen a la ovulación en otras especies de mamíferos.
La migración del clítoris
Otro de los hallazgos más interesantes del estudio es que ha permitido saber que el clítoris no siempre ha estado en su posición actual. Gracias a un análisis comparativo de genitales femeninos, los autores se percataron de que estos cambiaron su posición al mismo tiempo que en el cuerpo de las hembras se evolucionaba de una "ovulación inducida por el macho a una espontánea". "El clítoris pasó de estar en el interior del canal vaginal de las hembras a estar donde actualmente está, pues ya no hacía falta alcanzar un orgasmo para ovular”, explica la investigadora. Según creen los autores del estudio, esto pudo deberse a que había perdido su funcionalidad hasta ese momento.
El clitoris cambió de lugar al mismo tiempo que el cuerpo de las hembras pasaba a una ovulación espontánea
El porqué de este cambio y de la evolución a la ovulación espontánea continúa siendo un misterio. La migración del clítoris lejos de la vagina hizo que fuera menos probable alcanzar el orgasmo con la penetración. ¿A qué se debe ese cambio, que aparentemente perjudica la predisposición de las mujeres hacia el sexo? El equipo investigador de este trabajo no se atreve a emitir unas causas concretas, asegurando que son cuestiones que "necesitan más investigación". “Podemos especular que en los comienzos de la ovulación espontánea el orgasmo y las hormonas que se liberan en él recordaran al organismo la ovulación inducida, lo que podría interferir en los ciclos regulatorios e interrumpir embarazos en caso de haberlos. ”, concluye Pavlicev.
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