Este artículo se publicó hace 15 años.
Zelaya dice que cree que todavía hay una salida pero no la ve cerca
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, dijo ayer que cree que todavía hay una salida a la crisis política que vive su país, pero que no la ve cerca, aún cuando hay un diálogo convocado para hoy por el gobernante de facto, Roberto Micheletti.
"Creo que todavía hay una salida pero no la veo cerca", expresó Zelaya a la radio HRN, en comunicación telefónica desde la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde permanece desde el 21 de septiembre pasado.
Zelaya afirmó que el régimen de facto de Micheletti está empecinado "en llevar a este país a un precipicio" y que "no les importa en ese afán que tienen".
Agregó que al no ser restituido como presidente de Honduras, el proceso en marcha para las elecciones generales del 29 de noviembre próximo "va a ser sumamente convulsionado", y que "la gente no acepta ir bajo un régimen dictatorial a unas elecciones porque es un fraude".
"Van a engañar a la gente, van a poner otro presidente y después lo va volver a quitar Micheletti con Romeo Vásquez", el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
"Eso es inaceptable, así es que la restitución es la única salida", reiteró Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio pasado y enviado a Costa Rica.
Zelaya habló de su restitución en el poder minutos después de que Micheletti convocara al diálogo sobre la crisis política del país que se instalará hoy en presencia de la misión de cancilleres de países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"Yo soy una solución, yo no soy un problema, yo soy una solución para el pueblo y soy una solución para los mismos dictadores que no hallan qué hacer con esta dictadura", enfatizó Zelaya, quien asumió el poder el 27 de enero de 2006 para un período de cuatro años.
También reiteró que es con su "restitución" que se puede lograr "la salida" a la crisis política hondureña, y advirtió que en caso de que eso no ocurra, "los códigos penales internacionales van a actuar sobre Micheletti y sobre Romeo Vásquez".
"Mi restitución resuelve el problema de la paz en el país", dijo Zelaya, quien además acusó a Micheletti de pretender "irse a unas elecciones tipo Afganistán, con el pueblo convulsionado, con los medios de oposición clausurados, con la gente revuelta, (para) que salga un gobierno débil y jugar con eso con Honduras".
Zelaya advirtió que en Honduras "se está estableciendo una maniobra para seguir engañando" al pueblo, pero que "a la comunidad internacional no la van engañar".
Dijo que debe haber un diálogo sincero y honesto para que hayan elecciones, en las que gane el mejor y todos puedan competir abiertamente.
"Eso es lo que esperan las naciones del mundo y eso es lo que espera el pueblo, pero eso no es lo que quiere el señor Micheletti", expresó Zelaya.
Añadió que "el 90 por ciento" de los miembros de la comisión de la OEA que llegará hoy a Honduras "se van a ir con las manos vacías", porque él conoce "las personas que asumieron estos cargos (el poder) y están empecinados en sostenerse a sangre y fuego".
"Yo he alertado a la comunidad internacional sobre esto y espero que mañana, si Dios quiere, si Dios les ilumina algo de corazón que les queda, rectifiquen para que no le sigan haciendo daño al país, ni el desafío que han hecho a la comunidad internacional, yo soy un hombre de fe", dijo Zelaya.
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