Los candidatos para las elecciones de País Vasco y Galicia quemaban el viernes por la noche sus últimos cartuchos con el apoyo de los líderes nacionales, en el cierre de una campaña electoral que llega a su fin dominada por la incertidumbre ante los resultados ajustados que anuncian los sondeos.

Ante tales pronósticos para la cita del domingo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, acudieron a Galicia en apoyo de sus formaciones. En esta comunidad, las encuestas varían en determinar si el PP conseguirá la mayoría absoluta o si el bipartito entre el PSdeG y el Bloque Nacionalista Galego podrá repetirse.

Zapatero, que no tenía previsto acudir a Galicia para el cierre de la campaña, arropó al candidato Emilio Pérez Touriño e insistió en Santiago de Compostela en el mensaje de "cambio" que afirma supuso la llegada de los socialistas al poder en una comunidad gobernada durante 16 años por el veterano Manuel Fraga, mientras que pidió otros cuatro años para llevar a término el proyecto progresista.

"¿Qué son cuatro años para las décadas que gobernó la derecha? En cuatro años se ha avanzado y en otros cuatro se harán todas las cosas que la gente quiere que se hagan", afirmó Zapatero, que agregó además que votar en estas elecciones a Touriño, es lo mismo que votar a Zapatero en las elecciones generales".

Por su parte, Touriño pidió "darle caña y darle duro al Partido Popular". "No dejéis que vuelvan y votad el 1 de marzo", dijo ante un público entre el que estuvieron presentes el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, y los cuatro ministros gallegos del gabinete socialista.

Rajoy, que en estas dos semanas se propuso recorrer hasta el último rincón de su tierra natal, acudió a Orense a apoyar a Alberto Núñez Feijóo y poner el punto y final a una campaña en la que su partido se ha visto afectado por un escándalo de corrupción que podría implicar a algunos cargos del PP.

El líder "popular" pidió también un cambio para Galicia, y calificó la pasada legislatura como "el peor Gobierno de la historia".

"Con esta gente no se va a ninguna parte", agregó Rajoy, que criticó la capacidad del bipartito para gestionar la crisis económica y definió estos cuatro años como "un paréntesis".

Desde Vigo, el líder del BNG, Antxo Quintana, pidió el voto nacionalista consciente de que podría tener la llave de la gobernabilidad si permite al PSdeG alcanzar los 38 escaños que dan la mayoría absoluta.

Los sondeos difundidos el pasado fin de semana presentaron conclusiones dispares. Las encuestas de los diarios conservadores El Mundo y ABC situaban al PP con 37 escaños, y concluyeron que socialistas y BNG no podrían repetir la coalición que ha gobernado en los últimos cuatro años.

Por su parte, el diario El País señaló que podría perpetuarse el cambio de 2005 y otorgó a los populares 36 escaños, mientras que la actual coalición superaría los 37.

PERSPECTIVAS REÑIDAS EN EL PAIS VASCO

El Partido Nacionalista Vasco y el Partido Socialista de Euskadi pusieron fin también a una campaña para unas elecciones en las que por primera vez estará ausente la izquierda 'abertzale', y donde ambas formaciones se la juegan al no preverse un ganador claro.

Los sondeos tampoco apuntan a que ninguna formación consiga la mayoría absoluta, por lo que el objetivo de conseguir los 38 diputados plantea las posibilidades de una coalición entre PNV y PSE y otra del PSE con los populares.

Desde Bilbao, el candidato del PNV y lehendakari Juan José Ibarretxe pidió al electorado no quedarse en casa y sostuvo que su formación "lo ha dado todo" por el País Vasco.

"Hemos llegado a hablar con la gente y les hemos respondido con el corazón", dijo.

El socialista Patxi López hizo durante el día un llamamiento para desplazar a los nacionalistas del poder.

"Ha llegado la hora del cambio (...) Sólo quedan dos días para abrir los ojos y decir 'lo hemos logrado'", afirmó.

El candidato del Partido Popular, Antonio Basagoiti, se mostró convencido de que su formación será "crucial" en el nuevo Gobierno vasco.

Los sondeos dan la mayor subida al PSE. La formación de López tiene 18 escaños y podría llegar a los 26, aunque la estimación más optimista, en El Correo, le da hasta 28. El PNV oscila entre los 27 y los 28, frente a los 29 de hace cuatro años.

El Partido Popular se mueve en una horquilla de 11 escaños en la predicción más pesimista y 14 en la más optimista. En cualquier caso, un descenso respecto a los 15 de esta legislatura.

Está por ver qué sucederá con los nueve escaños que logró en 2005 el Partido Comunista de las Tierras Vascas. La izquierda 'abertzale' ha pedido a sus simpatizantes que utilicen las papeletas de las candidaturas anuladas.