Zapatero y los agentes sociales rehacen los puentes del diálogo

Optimismo y cautela ante un encuentro que dejó "razonablemente satisfechas" a todas las partes. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibió ayer en La Moncloa a los líderes de las patronales y de los sindicatos para trasladarles las líneas maestras de la futura ley de Economía Sostenible. Tanto los empresarios como CCOO y UGT saludaron la buena voluntad del Ejecutivo al convocarles y destacaron que el encuentro también había servido para acercar posiciones en materia de Diálogo Social, aunque llamaron a la prudencia.

A la reunión, que duró unas tres horas, acudieron el presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, el presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, y los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CCOO, Ignacio Fernández Toxo. Por parte del Gobierno asistieron la ministra de Economía, Elena Salgado, y el titular de Trabajo, Celestino Corbacho.

El tono del encuentro fue más cordial que el la última cita, de julio

El encuentro se desarrolló en un ambiente cordial. Nada que ver con la tensión que marcó la última cita tripartita, el pasado julio. Entonces, las "inasumibles" peticiones de CEOE sobre una eventual rebaja de cotizaciones a la Seguridad Social exasperaron tanto al Ejecutivo y a los sindicatos que se dio por zanjado el Diálogo Social.

Ahora, el Gobierno y los interlocutores sociales se muestran nuevamente dispuestos a rehacer puentes. Fuentes sindicales afirmaron que Zapatero vería "con buenos ojos" que se reabriese el Diálogo Social, y en la reunión de ayer quedó patente que el resto de las partes también comparten ese deseo.

Lejos quedan ya los enfrentamientos de julio, cuando tras once meses y tres semanas de negociaciones el proceso quedó interrumpido entre duros cruces de acusaciones. "Soy el presidente de todos los españoles, no sólo de los tuyos", le espetó Zapatero al presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán. Éste, a su vez, afirmó "decepcionado" que las propuestas del Ejecutivo eran "un atentado contra la economía de mercado". Los sindicatos, por su parte, denunciaron la "intransigencia" de CEOE.

Las organizaciones sindicales piden más "gestos" a los empresarios

Convenios

Ayer, CCOO y UGT subrayaron que en estos momentos todo está sujeto a que la patronal haga "gestos" en los asuntos que son objeto de fricción.

El secretario general de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, explicó que los sindicatos han pedido a CEOE que desbloquee los convenios y trabaje en la negociación colectiva de 2010, con el fin de impulsar la recuperación económica y el mantenimiento del empleo". El secretario de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, recordó a fecha de hoy la patronal está bloqueando 1.500 convenios que afectan a cuatro millones de trabajadores, e instó a los empresarios a pasar de las "buenas palabras" a los hechos. CEOE consideró "necesario" un encuentro con sindicatos en el ámbito de la negociación colectiva, y dijo que "probablemente" tendrá lugar en las próximas semanas.

Con todo, el pretexto y eje central de la reunión fue la Ley de Economía Sostenible, que diseña un modelo productivo no tan apoyado en la construcción, sino más bien en sectores ligados a la innovación e investigación, nuevas tecnologías y energías renovables.

Zapatero explicó a los interlocutores sociales los aspectos básicos de la normativa, y animó a los sindicatos a que se unan al pacto sobre energía y educación. UGT y CCOO valoraron la iniciativa del Ejecutivo de pedir "sugerencias y aportaciones" a los agentes sociales, e insistieron en la necesidad de crear un patrón de crecimiento más "sostenido y justo". Además, las tres partes acordaron fijar nuevas reuniones para las próximas semanas. Serán de carácter más técnico, bilaterales o tripartitas, indicó el Gobierno.

Horas antes de la cita de ayer, Toxo criticó que el diálogo no debería derivar "permanentemente en comidas, cenas y demás", porque la opinión pública "no lo entiende bien". En la última cena tripartita, el 22 de julio, el menú consistió en crema de puerros, merluza y postre, sin copa ni puros; ayer, en cambio, el almuerzo fue bastante más austero e informal: tomaron unos pinchos.