Este artículo se publicó hace 15 años.
La Unión Europea sigue desconfiando de la fragilidad del sistema financiero
Los gobiernos europeos descartaron hoy empezar a retirar ya los millonarios avales y ayudas a los bancos, ante la constatación de que existe todavía "mucha fragilidad" en el sistema financiero.
Los ministros de Economía y Finanzas de la UE debatieron, por primera vez, cuándo y cómo volver a un funcionamiento normal en el sector, salvado del colapso a golpe de dinero público, pero no llegaron a conclusiones ni fijaron ningún calendario.
"Se necesitan más conversaciones para decidir cuándo volver a las condiciones normales", reconoció el presidente de turno del Consejo Ecofin, el ministro sueco Anders Borg, en rueda de prensa tras el debate de los veintisiete miembros de la UE.
"Es prematuro hablar ahora de retirar estas garantías", añadió Borg, quien defendió, no obstante, la utilidad de empezar a discutir una "estrategia de salida".
El presidente del Ecofin apuntó que "algunos países han estado de acuerdo en preparar un calendario", mientras que otros han subrayado que todavía existe mucha fragilidad en el sistema financiero.
"En lo que sí hubo acuerdo es en que hay que empezar a diseñar una estrategia para regresar a las condiciones normales", agregó.
España, en pleno proceso de fusiones de sus cajas de ahorro, fue uno de los socios partidarios de no fijar todavía una fecha para el comienzo de la retirada de las garantías extraordinarias.
Según la vicepresidenta económica del Gobierno español, Elena Salgado, existe una "opinión mayoritaria" entre los ministros europeos de que lo mejor sería una "salida natural".
"En este momento, las emisiones no garantizadas están creciendo, mientras que las garantizadas están disminuyendo. Para algunas instituciones financieras empieza a resultar más barato acudir al mercado sin la garantía del Estado", argumentó.
Salgado puntualizó que, aunque los Veintisiete hayan comenzado a tratar esta cuestión, en el marco del debate sobre el control del déficit y el restablecimiento de las condiciones normales de competencia, "no quiere decir que esas estrategias de salida tengan que ponerse en marcha de manera inmediata".
El debate de hoy en el Ecofin se centró únicamente en la cuestión de los avales públicos puestos en marcha en los peores momentos de la crisis desencadenada por las hipotecas-basura estadounidenses.
"No ha habido conclusiones. Hay una opinión mayoritaria acerca de que se está produciendo una salida natural de esa ayuda al sector financiero".
"Creemos que, tal y como están evolucionando los mercados, debería hacerse una evaluación nueva en junio", en función del informe que presente el Comité Económico y Financiero, defendió Salgado.
Ayer, durante la reunión del Eurogrupo (ministros de Finanzas de la zona del euro), el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, informó de la intención del BCE de comenzar a retirar, por su lado, las medidas extraordinarias (no estándar) de liquidez.
Según datos de la Comisión Europea, los Estados de la UE han puesto a disposición de los bancos y entidades financieras ayudas públicas equivalentes al 30% del PIB comunitario.
Los Veintisiete también mostraron hoy su creciente preocupación por el impacto que la crisis está teniendo en las finanzas públicas y el riesgo de insostenibilidad a largo plazo que se cierne sobre ellas.
En una declaración, el Consejo considera "imprescindible" avanzar con decisión en los tres frentes del problema: la reducción del déficit y de la deuda, el aumento de los índices de empleo y las reformas de los regímenes de seguridad social.
A ese respecto, "el descenso del desempleo de larga duración y el aumento de los índices de participación tendrían efectos positivos tanto en los presupuestos como en los posibles resultados".
Por lo que se refiere a los regímenes de seguridad social, el Consejo Ecofín subraya que "unas reformas completas y apropiadas, sobre todo de los regímenes de pensión, pueden tener repercusiones positivas en la sostenibilidad a largo plazo".
"En todos los Estados miembros es necesario progresar más", añade.
Los ministros ponen énfasis en que "debe estudiarse seriamente" la "adopción de medidas destinadas a contrarrestar los efectos financieros del aumento previsto de la longevidad" y citan como ejemplos "la ampliación de la vida laboral y el aumento de la edad de jubilación".
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