El sindicato UGT ha dicho hoy que le irritaría que la nueva Spanair pueda ser un instrumento "para fines políticos o mercantilistas" y que espera que los nuevos gestores se dediquen a trabajar para la compañía y no a utilizar ésta con otros fines que nada tienen que ver con el negocio aéreo.

El pasado día 30 de enero, la nueva sociedad Iniciatives Empresarials Aeronàutiques (IEASA), participada por instituciones y empresarios catalanes, compró al grupo SAS el 80,1% de Spanair.

En un comunicado de la Federación de Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT, el sindicato se plantea algunos interrogantes sobre la compra de Spanair como si en esta operación están imperando criterios exclusivamente de rentabilidad a corto plazo o existe un plan industrial que fije objetivos a largo plazo o cuál es el motivo por el que cerca de un 20% del capital inversor es de carácter público y si ello sólo tiene la finalidad política de hacer una aerolínea de bandera catalana.

En este caso, el sindicato se pregunta si no era suficiente con la revitalización de Vueling y Clickair, en proceso de fusión y con su centro de operaciones en el aeropuerto de El Prat, y también qué grado de competencia se generará entre las dos compañías catalanas y si será una "competencia entre iguales", dada la participación pública en Spanair.

UGT también pregunta por qué razón a lo largo del proceso de venta de Spanair ningún inversor industrial del negocio aéreo ha mostrado "el más mínimo interés" por la compañía aérea.

Para UGT, todos estos interrogantes deberían tener una amplia respuesta por parte de los nuevos inversores de la aerolínea y, especialmente en la situación que vive Spanair, tras el acuerdo de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), "que supone un claro sacrificio para la plantilla", con la finalidad de dotar de viabilidad a la compañía, que debe contar con "un equipo directivo competente" que conozca el sector aéreo.

UGT señala que los más de 2.500 trabajadores de Spanair quieren tener la seguridad de que su esfuerzo y compromiso será recíproco por parte del accionariado, "al que se le presupone" un interés real por reflotar la compañía.

Pese a estos interrogantes, el sindicato señala que la reacción natural ante la adquisición de Spanair por un grupo de inversores españoles deber ser positiva, "en tanto en cuanto garantiza la continuidad de la propia compañía y, por tanto, la estabilidad para sus trabajadores".

Por ello, UGT ha pedido que el "estado de euforia" que rodea la compra de Spanair no impida "un análisis más sereno y pormenorizado".